El año pasado escribí sobre el trato entre Blumhouse Television y Amazon Studios que resultó en Welcome to the Blumhouse, colección de películas originales para Amazon Prime Video que habría de constar de cuatro cintas en 2020 y cuatro más este año. También comenté por separado Black Box, The Lie, Nocturne e Evil Eye, las cuatro películas estrenadas el año pasado.
Una semana antes de su estreno en la mencionada plataforma de streaming, Amazon y Blumhouse presentaron la película en el marco del Fantastic Fest para generar atención, y recibió críticas mayormente positivas, sobre todo por las actuaciones y la parte visual.
La historia tiene lugar en el pequeño pueblo de Oak Springs, que se encuentra en pleno proceso de gentrificación. Alguna vez hogar de una comunidad mayormente formada por minorías étnicas, sobre todo negros e hispanos, los vecinos han ido vendiendo casas y negocios, y poco a poco aparecen negocios hipsters para reemplazarlos. Esto despierta la ira de Lupita (Barraza), una mujer de carácter fuerte que en los primeros minutos vemos como una persona metiche, testaruda y un tanto agresiva.
A pesar de que esas no son características que uno esperaría en la heroína de una historia, pronto descubrimos que mucho de su mal humor proviene del hecho de que no tiene intención de vender y mudarse. Pese a todos sus defectos, Lupita se preocupa por sus vecinos y por el barrio que ha cuidado durante décadas, y entre sus vecinos destacan su mejor amiga Dolores (Caldwell), quien vive con su nieto Caleb (Johnson); Yolanda (Bertila Damas), propietaria del salón de belleza local; y Clarence (Grover Coulson), un viejo mecánico.
El lugar donde se reúnen y socializan es un centro comunitario con un salón de bingo, pero ahora también eso ha desaparecido, pues el antiguo propietario parece haber desaparecido, y el nuevo propietario, un estrafalario sujeto con falsa sonrisa de vendedor que se hace llamar Mr. Big (Brake), remodela el lugar, convirtiéndolo en un estridente y luminoso salón más parecido a un casino que a un mero salón de bingo. Lo más extraño es que ofrece premios de varios miles de dólares, lo que carece de sentido para el tamaño del lugar.
Lupita y sus amigos desconfían del lugar y su propietario, pero cuando la nuera de Dolores gana un fuerte premio, el resto de los vecinos se deja seducir por las palabras del propietario, quien apela a los sentimientos de abandono e injusticia que prevalecen entre las clases bajas ("¿Acaso no merecen ustedes cumplir sus sueños?"), se vuelcan sobre el lugar sin pensar en nada más. Cuando incluso sus amigos parecen caer, ¿podrá Lupita hacer algo para salvar a su querido vecindario?
La premisa es intrigante, sobre todo porque el tema de la gentrificación se ha convertido en uno bastante socorrido en el horror y suspenso contemporáneos, y la forma de plantear la historia me parece muy interesante. A pesar de eso, creo que la película se contiene en cuanto al contenido de sátira y tampoco hace mucho por profundizar en el desarrollo de personajes. Lo primero me parece lo más grave, porque la trama es demasiado sencilla como para sostener un largometraje, y el segundo acto se siente un tanto hueco.
Creo que la historia necesitaba más dientes para funcionar de forma efectiva, y no me refiero a la sonrisa de Mr. Big. La sátira es muy ligera, y sólo un vistoso uso de ánulos e iluminación, además de una fuerte interpretación de Barraza, impiden que la película se vuelva aburrida, pues crean la impresión de que todo el tiempo sucede algo, incluso cuando no es así. El resto del elenco hace una sólida labor, pero el villano se siente demasiado teatral, y ahí es donde juega en contra la negativa de la directora de abrazar la sátira para sumergirse en ella.
El horror y suspenso quedan sólo en la premisa, pues no hay giros argumentales o sustos que los sostengan. Y la verdad, si la película decide tratar su tema central sin el menor intento de sutileza, me parece que debe haber algo que lo respalde, ya sea como sátira, o volcándose a la crudeza para enfatizar el mensaje, y aquí no pasa ni lo uno ni lo otro. Lupita es una aguerrida antiheroína que, fiel a las tradiciones del género, parece ser la única en entender la amenaza que se cierne sobre su barrio bajo la fachada de una oportunidad para resolver sus problemas.
Pero su carácter y disposición a pelear son desperdiciados por la exagerada construcción de la metáfora, como si los realizadores estuvieran más ocupados tratando de crear un misterio donde no lo hay, y en el proceso restando fuerza tanto a su protagonista como al mensaje que pretendían presentar. El resultado no es tan escalofriante como esperaban ni tan divertido como me hubiera gustado, pero en general la película está lo bastante bien hecha como para evitar que pueda decirse que es mala. El problema es que resulta olvidable.
Bingo Hell es una curiosa película que dejará a más de uno con la sensación de una idea a medio germinar, una oportunidad perdida. Pese a no ser una mala película, creo que es la más floja de las cinco entregas de Welcome to the Blumhouse que he visto hasta ahora, pero si tienen ochenta minutos que no vayan a extrañar, puede ser un entretenimiento desechable bastante aceptable.
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