No es secreto que me gustan mucho las comedias románticas, aunque creo que muchos se sorprenden cuando se enteran. Un estreno reciente dentro de este género es Friendzone (Te Quiero como Amigo), producción francesa de Netflix.
Supongo que lo primero que debo comentar es el título, en inglés en la original, pues se trata de un término que, con justa razón, está cayendo en desuso, debido al tóxico uso que se le da en la cultura occidental. Se refiere a la situación de hombres con un interés romántico en una mujer que los ve sólo como amigos.
El término por sí mismo me parece inofensivo, pues es descriptivo, pero la forma en que el tema se ha explotado en series y películas, sobre todo producciones estadounidenses, es problemático, por decir lo menos. Esas historias suelen presentar a la mujer como villana, la cruel y malagradecida chica incapaz de apreciar que alguien la ama de forma incondicional, y el protagonista debe superar trabas y obstáculos (la mayoría imaginarios) para conquistarla, lo que resulta en la romantización de relaciones tóxicas.
Cuando encontré la película en Netflix la vi con el título en español, y el avance, además del trailer que busqué, me parecieron encantadores y decidí verla a pesar de mi desconfianza por el título. Por fortuna la película no comete el error de otras, y el título sólo describe la situación del protagonista, y aunque la trama sigue sus esfuerzos por salir de la "zona de amigos", lo hace sin idealizar situaciones de acoso o presentar al protagonista como víctima de una injusticia y por lo tanto alguien a quien la mujer le debe por lo menos una oportunidad.
La historia sigue a Thibault Galland (Lumière), un enfermero en el ala de pediatría de un hospital de París a quien sus amigas llaman Titi, y encarna todo lo que entendemos como un buen tipo. Sus mejores amigas son Lulu (Camara), Maud (Azem) y Alex (Arnoult), y pronto nos enteramos que en algún punto de sus relaciones Titi estuvo enamorado de todas y cada una de ellas. Asisten juntos a una despedida de soltera en un hotel frente a la playa, lo que permite ver lo tímido e inseguro que es.
Esa noche, cuando no queda nadie alrededor, decide nadar desnudo en el mar, y conoce a Rose (Danino), quien es mordida por un animal y requiere asistencia. El encuentro termina en la habitación de ella, donde luego de curarla y darle un masaje, platican por largo rato antes de que él vuelva a su habitación. Unos días después de volver a París, Titi recibe una llamada de Rose para verse, y termina acompañándola a ir de compras. Ella terminó hace poco una relación, y Titi la hace sentir cómoda y segura.
Cuando le cuenta a sus amigas sobre la relación y les explica que cree estarse enamorando de Rose, ellas le explican que es demasiado tarde para hacer algo, pues permitió que ella lo asumiera como amigo, lo que impedirá que pueda hacer avances románticos con ella. A pesar de eso, se ofrecen a ayudarlo a revertir su situación, y tras inventar un viaje para dejar de ver a Rose por varias semanas, sus amigas lo someten a un entrenamiento intensivo para convertirlo en un partido lo bastante atractivo como para que tenga una oportunidad.
El problema es que cuando decide reaparecer en la vida de Rose, ésta acaba de regresar con su ex, lo que crea una serie de enredos, como Titi conquistando a una atractiva influencer (Valli), o sus amigas ideando un plan para que Rose se libre de su ex, que es un cretino y de ninguna manera es bueno para ella (o para cualquier otra mujer). Así es como Titi aprende que, en ocasiones, lograr lo que desea puede representar la necesidad de traicionar su esencia, y debe decidir si puede vivir con esa clase de compromiso.
La trama es bastante sencilla y ofrece poco que pueda considerarse original, pero lo compensa con una historia optimista y ligera, propulsada por el encantador carisma de sus protagonistas y el resultado es la clase de película que es imposible terminar de ver sin una sonrisa en la cara, que me parece debería ser la mínima aspiración de toda comedia, romántica o de cualquier otro tipo. Y, como ya mencioné, es un alivio ver que puede tocar el tema de los amigos con aspiraciones románticas sin caer en propuestas problemáticas.
Friendzone es una entretenida película llena de encantadoras actuaciones y tiernos momentos y debe resultar del agrado de cualquier aficionado a las comedias románticas. Si es posible, les recomiendo que la vean subtitulada, pues tras echar un vistazo al audio en español me queda claro que el pobre trabajo actoral en el doblaje es capaz de aniquilar todo el encanto de la cinta que, por cierto, dura menos de hora y media. Sin duda una opción ligera y bastante recomendable.
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