Es probable que muchos de mis lectores habituales sepan que soy aficionado a la ficción criminal, pero tal vez no sepan que también soy aficionado a la historia, así que cuando crimen e historia se mezclan suele resultar de mi agrado, y ése es el caso de The Butcher of Paris, miniserie escrita po Stephanie Phillips y dibujada por Dean Kotz.
La historia está basada en el caso real de un asesino serial que estuvo activo en París, Francia a inicios de los 1940 cuyas acciones fueron descubiertas durante las últimas semanas de la ocupación nazi en la capital francesa, y se trató de un caso tan sórdido que, a pesar de que la mayoría de las víctimas eran judíos, la investigación era una prioridad tanto para la policía local como para las autoridades alemanas.
Phillips se topó con una mención del asesino en un texto sobre la ocupación alemana en Francia, y se sintió tan intrigada que decidió investigar más al respecto, y una vez que se documentó lo suficiente decidió que era una historia que valía la pena rescatar, por lo que empezó a trabajar en el guion mientras exploraba el interés de varias editoriales. Al final Dark Horse fue la más interesada en publicar el cómic, y tras redondear el equipo creativo pusieron manos a la obra.
La historia parte en 1944, cuando de forma incidental se descubre una propiedad con un sótano lleno de restos humanos. Aunque los alemanas estaban preocupados por el avance de los aliados y empezaban a contemplar la necesidad estratégica de abandonar París, estaban conscientes de que tener un asesino serial suelto daba una mala imagen y podría provocar que la resistencia se diese valor para acelerar la salida de los nazis de la ciudad luz, así que el asesino se convirtió en el criminal más buscado.
Todo apunta a que el asesino se hace pasar por simpatizante de la Resistencia y elige a sus víctimas de entre la gran cantidad de judíos que intentan abandonar la ciudad. Un veterano detective de la policía francesa está a cargo de la investigación, pero su labor se ve obstaculizada por la brutalidad con que los alemanes intentan resolver el caso, asustando o torturando a los potenciales testigos y quizás destruyendo evidencia que podría llevar a su pronta captura.
Phillips entiende que al lidiar con material histórico es importante mantener el balance entre realismo bien documentado y una fuerte carga dramática que permita atrapar la atención del lector sin que sienta como si estuviese leyendo un documental o un texto académico. La solución es simple y elegante, pues en vez de tratarlo como un tradicional misterio policíaco, la autora revela muy pronto la identidad del asesino y narra la historia alternando entre su punto de vista y el del detective que lo busca.
Las historias de asesinos seriales tienen la capacidad de fascinar a la gente, en parte porque muestran el lado más oscuro de la naturaleza humana y representan un enigma mientras intentamos entender qué orilló a una persona a actuar de semejante manera. En el caso particular de Marcel Petiot, el médico parisino acusado de 27 homicidios pero de quien se sospecha mató a por lo menos sesenta personas, el caso se volvió un circo mediático, y el carisma y cinismo del asesino ha sido comparado con el de Ted Bundy.
El estilo de Kotz, con un trazo suelto y un tanto hosco, le sienta muy bien al tono de la historia, y el nivel de atención a cosas como vestuario o edificios ayuda a dar el suficiente realismo a la historia, y complementado con los cálidos colores elegidos por Wordie resulta en una atractivo cómic que debe resultar del agrado de cualquier aficionado a la historia o a la ficción criminal.
Mi única queja es en el sentido de que sentí un poco apresurado el final, como si hubiera sido una decisión de último momento cerrar la historia en cinco números en lugar de seis, y en particular me parece que se perdió la oportunidad de dar un poco más de exposición al juicio del asesino, donde sus alegatos de defensa y las reacciones del público presente en la corte representan algunos de los puntos más interesantes y peculiares del caso.
A pesar de ello, The Butcher of Paris es un buen thriller de crimen que, a pesar de no ser perfecto es una digna adición a la comicteca de cualquier aficionado al arte secuencial, pero en especial si les agradan las historias de asesinos seriales. Lectura bastante recomendable.
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