lunes, 18 de octubre de 2021

Malignant (Maligno, 2021)

James Wan es un director que en los últimos quince años se ha convertido en uno de los nombres más familiares para los aficionados al cine de horror gracias a su trabajo en franquicias como Saw, Insidious y The Conjuring, quien luego de incursionar en el género de superhéroes con Aquaman, vuelve al género que lo lanzó a la fama con Malignant (Maligno), película estrenada en cines el mes pasado y que hace unos días se sumó al catálogo de HBO Max en Latinoamérica.

La película está basada en una historia original del propio Wan, su esposa Ingrid Bisu y la guionista Akela Cooper, con un guion escrito por esta última, y cuenta con las actuaciones de Annabelle Wallis, Maddie Hasson, George Young, Michole Briana White y Jacqueline McKenzie. Hace más de diez años el propio Wan cocreó un cómic llamado Malignant Man, y aunque ambas historias comparten parte de la premisa, no se trata de una adaptación. La película se estrenó en Estados Unidos el pasado 10 de septiembre, de forma simultanea a su aparición en HBO Max, plataforma donde permaneció durante un mes, al final del cual se sumó al catálogo para Latinoamérica.

La historia sigue a Madison Mitchell (Wallis), una enfermera embarazada con un matrimonio abusivo. Tras un altercado con su marido Derek (Jake Abel) en que recibe un golpe en la cabeza, Madison se encierra en su recámara. Esa noche algo entra en su casa y mata a Derek. Ella encuentra el cuerpo y nota una sombra que la acecha en la oscuridad. Intenta refugiarse en su recámara, pero recibe un golpe y queda inconsciente. Despierta al día siguiente en el hospital en compañía de su hermana Sydney (Hasson).

Ahí se entera de que perdió a su bebé, lo que le provoca una depresión. Días después vuelve a casa y rechaza la oferta de Sydney para quedarse con ella. Esa noche tiene una pesadilla en la que ve a la sombra asesinado a alguien más, y a la mañana siguiente se entera de que la persona que vio en su sueño está muerta. Ella y su hermana hablan con el detective Kekoa Shaw (Young), que junto con la detective Regina Moss (White) investiga la muerte de su marido, pero no le creen. Lo9 que es peor, empiezan a sospechar que ella mató a Derek.

Poco después nos enteramos de que Madison fue adoptada a los ocho años y no sabe nada de su vida antes de eso, así que mientras ella trata de descifrar quién es la misteriosa figura que está asesinando gente y cómo se relaciona con ella o por qué ve sus acciones en sueños, Sydney empieza a investigar acerca del pasado de Sydney en busca de pistas. Pronto se revelan piezas del rompecabezas como la relación entre Madison y las víctimas, y empiezan a asomarse pistas sobre la identidad del asesino.

Antes que otra cosa debo confesar que tras haberle dado vueltas en la cabeza por un par de días, todavía no estoy seguro si el giro argumental que prepara el último acto de la película es una estupidez o una genialidad, e imagino que es la razón para que la película haya recibido críticas encontradas. También debo decir que no lo hallé tan sorpresivo debido a que en su momento leí el cómic que mencioné más arriba, y hay un cierto paralelo en esa parte de la historia que me hizo sospechar para donde iba la historia.

Nunca he sido fan del trabajo de Wan en las sagas que mencioné al principio de este texto, pues las encuentro demasiado formulaicas y reiterativas. Aun si me parece que tiene un estilo visualmente atractivo, no me parece un buen narrador, y creo que siempre ha abusado del gastado truco de presentar súbitas revelaciones visuales acompañadas de sonido estridente para generar sobresaltos incluso cuando no construye el adecuado suspenso que lleve a esas revelaciones de una forma más efectiva, y a pesar de eso, mayormente disfruté Malignant.

Como dije, la forma de apreciar la película puede variar dependiendo de su opinión acerca de la gran revelación en la historia, y en lo personal agradezco ver una película que depende de vender una idea que parece demente, y se compromete por completo con la idea. Se me ocurren muchas cosas que hubieran creado una historia más compleja y espeluznante, pero en general me parece una película que mantiene el ritmo y está bien realizada dentro de las limitaciones de Wan y a pesar de un guion excesivamente simple.

Por ejemplo, no hay desarrollo de personajes. El pasado de Madison se mantiene en secreto para ocultar la revelación, y cada que descubrimos algo es de forma expositiva y poco orgánica. Hay tibios intentos por lograr que el espectador sienta empatía por ella u otros de los personajes, sobre todo Sydney y el detective Shaw, pero no funciona por el poco desarrollo que tienen, y ni hablar del posible triángulo sentimental con la atracción que Shaw siente por Sydney al tiempo que ignora los tímidos y torpes coqueteos de Winnie (Bisu), la investigadora forense.

Por otro lado, la película está llena de guiños y homenajes a películas de horror de los 1970 y 80, con una damisela en peligro cuya fragilidad y peinado recuerdan a Shelley Duvall en The Shining, una siniestra casa gótica, aparatos electrónicos que sirven como enlace con otros entes y un uso de objetos domésticos que remiten a Poltergeist o Carrie, además de una estridente iluminación neón que recuerda las películas de Dario Argento, y con homicidios tan sangrientos que harían que Mario Bava se sintiera orgulloso.

Wallis hace un sólido trabajo con el material que tiene, así que Madison proyecta vulnerabilidad tras una figura frágil tanto física como mentalmente pero de un modo que apunta a una inesperada fortaleza interior, y eso es bueno, porque el peso de la revelación exige que ella luzca convincente. En ese aspecto, más allá de las muchas fallas y defectos en la construcción del misterio, el tercer acto es una exhilarante serie de secuencias de acción y suspenso que bastan para hacer que valga la pena seguir la historia.

Wan favorece la creación de una atmósfera contra construir y desarrollar su trama, lo que no necesariamente es malo, sobre todo porque se apoya en un atractivo diseño de escenas, vistosas pero poco efectivas, pero por tratarse de un drama psicológico con una fuerte carga de suspenso, la película se hubiera beneficiado de contar con una heroína mejor desarrollada y cuyo pasado no fuese revelado a cuentagotas en conversaciones innecesarias, e incluso estaría mejor justificada la duración de aproximadamente una hora con cincuenta minutos.

Malignant es un thriller de suspenso con toques de horror que alude a posesiones y fenómenos paranormales de forma más efectista que efectiva, y a pesar de sus muchos defectos e inconsistencias resulta una película bastante entretenida, que es más que lo que puedo decir de muchos de los trabajos más populares de Wan. Es una película que puedo recomendar con algunas reservas, sobre todo para a los aficionados al género que estén dispuestos a comprar el demencial giro argumental y dejarse llevar en un entretenido viaje.

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