Pocas historias han cautivado la imaginación popular del modo en que sucede con Dracula, que a lo largo de más de un siglo ha generado toda clase de derivados, tributos e imitadores. Una de las propuestas más interesantes al respecto es La ruta del hielo y la sal, novela corta de José Luis Zárate, publicada en 1998 por Grupo Editorial Vid tras ganar el Premio Internacional de Novela MECyF, y reeditada el año pasado por el Fondo de Cultura Económica como parte de su colección popular.
La historia se presenta como si se tratase de extractos de la bitácora del capitán del Demeter, barco mercante que en el siglo XIX recorría el Mediterráneo y el Mar del Norte, y se enfoca en particular en un viaje que va de Varna, Bulgaria a Whitby, Inglaterra, trayecto al que el capitán se refiere como "la ruta del hielo y la sal". Se trata de un viaje más para un barco de carga y su veterano capitán, con un cargamento que consiste en cincuenta cajas llenas de tierra proveniente de Transilvania.
Durante el viaje, la reducida tripulación del barco es víctima de los ataques de una siniestra presencia que viaja oculta en su galera. Si alguna vez han leído Dracula, de Bran Stoker, ya saben qué y a quién transporta el Demeter. La historia es contada desde el punto de vista del capitán, un homosexual reprimido para quien la vida en el mar representa al mismo tiempo un escape y un tormento, pues pese a no tener que ocultarse de la sociedad, tampoco puede mostrar su naturaleza por temor a perder la disciplina a bordo.
Zárate hace un gran trabajo al crear un personaje complejo y bien desarrollado y convertirlo en el narrador de su historia, lo que permite abordarla desde el punto de vista de alguien cuyo terror crece a cada momento debido a que no entiende lo que sucede a su alrededor, lo que además permite que el lector llene los huecos e interrogantes en la narrativa del capitán con la información previa que tiene sobre el oculto pasajero del barco, lo que ayuda a incrementar la tensión conforme avanza la historia.
De forma muy apropiada, el autor llena su relato de imágenes góticas en un estilo que por momentos parece un tanto rebuscado pero encaja muy bien con el tono de la novela de Stoker, lo que permite que el lector acepte como un hecho que La ruta del hielo y la sal es una extensión de aquella clásica historia, y la naturaleza homoerótica del relato añade a la historia mucho del aire de peligrosa sensualidad que tan populares ha hecho a los vampiros a lo largo de las décadas.
Aunque siempre que sea posible prefiero leer cualquier obra en su idioma original, la edición en inglés incluye también un excelente ensayo a manera de introducción escrito por la legendaria autora de horror Poppy Z. Brite, que me parece razón suficiente para echarle un vistazo también a esa edición extranjera de esta excelente historia. Si quieren darle una probada a la historia, Tierra Adentro tiene en línea un extracto de las primeras páginas de la novela.
Hace mucho que José Luis Zárate (a quien pueden hallar en Twitter) es una de las voces más respetadas en la literatura fantástica de nuestro país, y aplaudo que una de sus obras más representativas sea puesta al alcance de nuevas generaciones. La ruta del hielo y la sal es una obra breve pero muy efectiva que ningún aficionado a los vampiros, y en especial a Dracula, debería perderse. Lectura bastante recomendable.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario