Ayer publiqué mi reseña de Black Box, y hoy toca turno a The Lie, otra de las películas que forman parte de la "antología" de películas conocida como Welcome to the Blumhouse, producto de un trato entre Amazon Prime Video y Blumhouse. En este caso se trata de una cinta realizada en 2018 y presentada en el Toronto International Film Festival de ese año. Basada en Wir Monster (Nosotros Monstruos), una producción alemana de 2015, The Lie es una película de suspenso escrita y dirigida por Veena Sud y cuenta con las actuaciones de Joey King, Mireille Enos y Peter Sarsgaard.
Kayla (King) es una adolescente a punto de irse a un campamento de invierno organizado por su escuela de ballet. La llevará su padre, Jay (Sarsgaard), pero cuando van en camino encuentran a su mejor amiga, Britney (Devery Jacobs) que también va para allá, y deciden llevarla. A mitad del camino, las chicas solicitan hacer una parada para ir al baño y se detienen en el bosque. Cuando tardan en volver, Jay va a buscarlas y encuentra a Kayla gritando y llorando en un puente sobre el río.
Jay corre a tratar de localizar a Britney, sin éxito, pero cuando se dispone a llamar a la policía para pedir ayuda, Kayla se lo impide y entre sollozos le confiesa que ella empujó a su amiga. Confundido y asustado, Jay guarda el teléfono y decide volver a la ciudad y va en busca de Rebecca (Enos), su ex-mujer y madre de Kayla, y le cuenta lo sucedido. Luego de una discusión, deciden que no van a permitir que ella vaya a prisión y se preparan para encubrir lo que hizo. ¿Hasta dónde llegarán unos padres con tal de proteger a su hija?
El peso dramático de la historia recae en el dilema moral de Rebecca y Jay, y aprovecha a sus experimentados actores para dar credibilidad a la atormentada pareja. El problema es que la película tiene un ritmo demasiado lento que va de una mala decisión a otra, y la mayoría de las veces no permite siquiera que las consecuencias de cada una tomen forma y tengan un impacto sobre sus personajes. Sud ha hecho su carrera trabajando en televisión, y quizás se ha vuelto dependiente del respiro que ofrecen las pausas comerciales y no incluye nada en su guion que permita siquiera un respiro al espectador.
Otra parte del problema puede ser la construcción de los personajes, pues es muy difícil que la audiencia se identifique con ellos o empatice con el sufrimiento provocado por su miserable situación. Rebecca es una exitosa abogada corporativa y Jay un músico que en su crisis de la edad madura adoptó un estilo de vida bohemio y empezó una relación con una mujer más joven. Al hallarse en medio de una crisis, se refugian en su lujosa casa de los suburbios, y a cada nueva complicación intentan usar su posición de privilegios y contactos para poner la presión sobre las víctimas de sus acciones, como el padre de Britney.
La producción es impecable y la fotografía está muy bien realizada, pero la historia se siente tan fría y gris como los escenarios que presenta. Enos y Sarsgaard ofrecen actuaciones que parecen al borde de una explosión emocional, pero ésta nunca sucede, lo que crea una sensación de frustración, pues las lágrimas reprimidas parecen alimentar el ya lento avance de la trama. La desconcertante actitud de Kayla exacerba el problema, y aunque se explica al revelar el último giro de tuerca en la trama, para entonces ya es irrelevante.
Al final, The Lie es una película de suspenso que lo único que ofrece es tensión en aumento sin hallar una liberación para la misma. Lo peor de todo es que, en su intento por escalar la situación, pierde credibilidad escena tras escena hasta el punto en que deja de importar lo que suceda con sus protagonistas. Creo que la historia tenía potencial, pero la torpe manera de atacarla lo elimina por completo. Sólo para aficionados al género o para quienes dispongan de hora y media que matar y nada mejor que hacer.
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