Imagino que la gran mayoría de lectores de cómics en uno u otro momento de nuestras vidas hemos leído un cómic de Archie. Las dulces, anticuadas y predecibles aventuras del atolondrado pero bienintencionado pelirrojo, vértice principal del triángulo amoroso más famoso del medio son familiares para todo mundo, incluso si es sólo por referencias, y tal vez esa sea la razón por la que la aparición de Afterlife with Archie en 2013 causó tanto revuelo.
La historia comienza la noche en que Hot Dog, el fiel perro de Jughead, el tranquilo y glotón amigo de Archie, es arrollado por un auto. Desesperado, Jug corre todo el camino que separa a Riverdale de Greendale para pedir ayuda a las únicas personas que pueden ayudar a su peludo amigo: Las Spellman. Sin embargo, llega tarde, y ni siquiera los poderes sobrenaturales de las tías de Sabrina pueden salvar a Hot Dog, por lo que el devastado Jughead vuelve a casa triste y cabizbajo.
La mente maestra detrás de esta historia es Roberto Aguirre-Sacasa, hoy día director creativo en jefe de Archie Comics y showrunner y escritor principal de las series de TV/streaming basadas en las propiedades de la editorial. El escritor presentó su inusual propuesta poco después de que la editorial se convirtió (junto con DC Comics) en una de las últimas en abandonar el ya obsoleto estándar de contenidos del Comic Code Authority, mecanismo de autocensura existente en los cómics desde los años cincuenta.
Lo único que se puede decir en contra de esta serie es que su aparición es muy irregular. A la fecha se han publicado diez números y, aunque desde 2018 hay previos e incluso una portada del número 11, éste no ha aparecido todavía, por lo que la historia se mantiene inconclusa. La razón es que la agenda de Aguirre-Sacasa está cada vez más ocupada con sus múltiples compromisos para series de TV y los cómics han quedado relegados a segundo plano.
En resumen, Afterlife with Archie es un excelente cómic de horror que para los fans del género debe considerarse como un título en la categoría de imperdible. Además, tiene el extra especial que le da la ironía de que una de las razones para que Archie Comics haya cobrado fuerzas en la última década sea un cómic de horror, género que esa misma editorial estuvo a punto de destruir en la década de los cincuenta, cuando fueron los principales promotores de la creación del Comics Code Authority. Pero ésa es una historia para otro momento.
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