Revisando archivos me di cuenta de que hace varios años que dejé de escribir sobre libros en este espacio. Tengo algunos borradores de reseñas, unos más avanzados que otros, y algunos que son sólo un par de notas y una portada, pero he decidido rescatarlos, así que esperen ver por aquí reseñas de libros que leí hace tiempo mezcladas con las de lecturas más recientes.
Cabe recordar que, pese a que ahora es de sobra conocido que es hijo de Stephen King, en aquellos primeros años casi nadie lo sabía, y su éxito se debió a la calidad de su trabajo y no a su apellido, que desde un principio decidió no usar.
En español el libro se publicó con el título de El traje del muerto. Judas Coyne es una vieja estrella de rock, ya retirado y quien, entre sus distintas aficiones, gusta de coleccionar materiales macabros, desde dibujos del famoso asesino serial John Wayne Gacy, hasta la confesión de una bruja, pasando por una cuerda usada en una horca o una auténtica película snuff. Al enterarse de que un sitio web está subastando un fantasma, no puede resistir la tentación y hace una oferta, pensando que es una estafa pero divertido ante la idea de comprar algo así.
Gana la subasta y días después recibe una caja en forma de corazón (de donde viene el título de la novela) que contiene un viejo traje negro (de donde sale el título en español). Según la vendedora, el traje perteneció a su padre muerto, y su espíritu está atado al traje, por lo que la compra de uno incluye la presencia del otro. Coyne no le da importancia, pero pronto se le empieza a aparecer un hombre que viste el traje y parece ser hostil, hasta que se hace evidente que el fantasma intenta matarlo.
Coyne y su novia actual, Georgia, huyen de casa, pero como el traje es de su propiedad no puede sacudirse la presencia del espectro, que los sigue a donde quiera que vayan.
Deciden ir en busca de la vendedora, y en el proceso descubren la verdad acerca de la relación entre Craddock y Florida, la joven muerta, así como las circunstancias en que se dio su muerte, con lo que empieza una lucha por deshacerse del fantasma antes de que éste logre acabar con ellos.
Hill escribe con un estilo que por momentos recuerda las primeras novelas de su padre, o quizás el trabajo de Richard Matheson, sin adornos innecesarios y con una ágil fluidez narrativa, aunque a veces, como cuando el fantasma hace de las suyas, manifiesta tendencias más gore, pero sin llegar a los extremos o romper con el tono del libro. Al tratarse de su primera novela, me sorprendió el buen trabajo de caracterización y desarrollo de personajes.
Hubiera sido fácil tomar como modelo a algún roquero famoso y extrapolar sus atributos y defectos para construir a Coyne, pero Hill va más allá. Por la edad del músico (54 años) y su gusto por lo macabro, sería fácil pensar en Ozzy Osbourne, pero en realidad se siente como una mezcla entre él, Rob Zombie y Trent Reznor, entre otros.
La novela está llena de referencias al mundo del rock, aunque quizá no sean tantas como podría esperarse, lo que se agradece, porque ayudan a enriquecer la atmósfera de la historia, pero nunca llegan a convertirse en una distracción que saque al lector de la misma.
El libro fue un best-seller que estuvo varias semanas en las listas del New York Times, y ganó los premios Locus y Bram Stoker para una primera novela. Como era de esperarse, pronto atrajo la atención de Hollywood y Warner Brothers adquirió los derechos para su adaptación, que se supone iba a escribir y dirigir Neil Jordan, pero por alguna razón el proyecto nunca se concretó.
Heart-Shaped Box es una muy entretenida historia de fantasmas con una gran construcción atmosférica y de suspenso, además de que está llena de guiños a la cultura pop, sobre todo en lo que se refiere a la música rock. No ofrece muchos sustos o sobresaltos, pero eso no hace que se disfrute menos, pues se trata de una lectura bastante recomendable.
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