viernes, 23 de octubre de 2020

Comicteca: Beasts of Burden, de Evan Dorkin y Jill Thompson

Si hablamos de tópicos comunes en las historias de horror, las casas embrujadas son uno de los primeros temas que nos vienen a la mente, y aunque no es fácil hallar nuevas e interesantes formas de contar historias de ese tipo, nunca faltan autores que encuentran el modo de dar la vuelta a esa desgastada idea para crear algo novedoso.

Por ejemplo, ¿cuántas historias de casas embrujadas conocen donde la casa en cuestión sea la de un perro? Pues ésa es justo la premisa que llevó al nacimiento de la premiada y aclamada Beasts of Burden, creación de Evan Dorkin y Jill Thompson.

Los protagonistas de Beasts of Burden son un grupo de perros que viven en el apacible pueblo de Burden Hill y, acompañados por un gato, se ven envueltos en toda clase de aventuras que tienen que ver con lo sobrenatural. En la primera de ellas los vemos pidiendo la ayuda de un perro más viejo y sabio para averiguar a que se deben los extraños ruidos que se escuchan por las noches en casa de uno de ellos, que lo mantienen en vela e incomodan a sus humanos, lo que los lleva a descubrir una tumba no marcada debajo de la casa en cuestión.

En historias posteriores el peculiar grupo de mascotas debe lidiar con un aquelarre de brujas, una jauría de perros zombis, una vengativa gata bruja, y un hombre lobo que forma un peculiar lazo con uno de ellos, además de otras amenazas sobrenaturales, todo mientras sus humanos están demasiado distraídos como para darse cuenta de lo que pasa. Cada una de estas historias se caracteriza por ofrecer un balanceado equilibrio entre misterio, aventura, horror y humor, además de una fuerte carga emocional. El adjetivo se siente fuera de lugar, pero podría decirse que se trata de historias muy humanas.

Dorkin hace un excelente trabajo al dotar a cada uno de sus animales, sean del grupo principal o personajes secundarios o incidentales, de una personalidad propia.

En vez de limitarse a sólo contar las historias sobrenaturales en que se ven envueltos, se toma tiempo para mostrar un poco de sus vidas y las relaciones entre ellos, con sus vecinos, sus humanos y, sobre todo, con su pueblo, lo que es digno de elogio si tomamos en cuenta que en principio se publicaron como historias cortas, de ocho a dieciséis páginas cada una, lo que reduce el espacio disponible para desarrollar a sus personajes.

En cuanto al arte de Jill Thompson, la capacidad y talento de esta extraordinaria artista son de sobra conocidos. En lugar de dibujo lineal, para estas historias optó por pintar el arte, lo que da a la obra una apariencia que resulta reminiscente de un libro infantil ilustrado, pero combinada con su excelente narrativa gráfica. También vale la pena mencionar el gran trabajo que hace con las expresiones faciales, pues a pesar de que sus perros y gatos tienen una apariencia que apunta al realismo, es fácil entender su estado emocional y reacciones a los sucesos que los rodean a través de sus rostros.

El título de Beasts of Burden hace referencia al pueblo donde suceden las historias, y representa también un juego de palabras, pues la traducción literal podría ser 'bestias de Burden', o también 'bestias de carga', que en este caso sería una alusión a una carga figurativa, el peso que representa la responsabilidad que los animales han aceptado para proteger su hogar, así como a los otros animales y seres humanos que viven en el pequeño pueblo de engañosa y tranquila apariencia.

La historia de cómo se dio esta serie es bastante curiosa. En 2003 Dark Horse Comics preparaba una antología con historias de casas embrujadas. El editor se acercó a Dorkin para invitarlo a participar y, aunque lo entusiasmaba la idea, quería hacer algo fuera de lo convencional. Por eso pensó en una casa de perro y su propuesta fue aceptada. Al principio le pidieron también dibujarla, pero él sugirió a Jill Thompson como una mejor alternativa, y tuvo la suerte de que en ese momento ella estuviera disponible y aceptara encargarse del arte.Así fue como pensó en hacer su historia alrededor de una casa para perro, y su propuesta fue aceptada. 

Esa primera historia se titula Stray (perdido) y apareció en las páginas de The Dark Horse Book of Hauntings. Su éxito e impacto fue inmediato, y no fue ninguna sorpresa que nuevas historias aparecieran en las antologías de horror que Dark Horse publicó en los siguientes años. The Unfamiliar fue parte de The Dark Horse Book of Witchcraft (2004), Let Sleeping Dogs Lie se publicó en The Dark Horse Book of the Dead (2005), y A Dog and His Boy apareció en The Dark Horse Book of Monsters (2006).

A finales de 2009 se publicó una miniserie de 4 números titulada Beasts of Burden, formada por cuatro historias completas, una por número, que integran una historia más grande. Con el renacido interés por los personajes, en 2010 apareció Beasts of Burden: Animal Rites (otro juego de palabras: es Ritos Animales pero fonéticamente es similar a derechos animales), un tomo de pasta dura que recopila las historias de las antologías y la miniserie, y ese mismo año se publicó un especial en que las simpáticas mascotas hicieron equipo con Hellboy, el popular investigador paranormal de Mike Mignola, que coescribió la historia con Dorkin.

Entre 2011 y 2012 hubo tres historias cortas publicadas en las páginas de Dark Horse Comics Presents, y poco después fueron recogidas en un one-shot titulado Beasts of Burden: Neighborhood Watch. En 2014 apareció Beasts of Burden: Hunters and Gatherers, seguido en 2016 por Beasts of Burden: What the Cat Dragged In, otro par de one-shots.

La principal razón para que las historias de esta serie no aparezcan con más regularidad es que Thompson es una artista que goza de gran demanda y tiene una apretada agenda de trabajo, por lo que no es fácil hacerse el tiempo necesario para volver a estos personajes.

En 2018 se publicó Beasts of Burden: Wise Dogs and Eldritch Men, una miniserie de cuatro partes escrita por Dorkin y dibujada por Benjamin Dewey, la cual se enfoca en la misteriosa sociedad de investigadores paranormales conocidos como Wise Dogs (perros sabios), y en 2019 Thompson y Dewey alternaron las labores artísticas en Beasts of Burden: The Presence of Others, miniserie de dos partes.

En 2018 apareció una versión en pasta blanda de Animal Rites, seguida en 2019 por los tomos de pasta dura Beasts of Burden: Wise Dogs and Eldritch Men, que incluye la miniserie completa, y Beasts of Burden: Neighborhood Watch, que recoge todos los one-shots, incluido el crossover con Hellboy, además de la miniserie The Presence of Others, por lo que es relativamente fácil conseguir todas las historias publicadas hasta la fecha. Dorkin ha mencionado en varias ocasiones que ya tiene planeada la historia completa, así que podemos esperar ver más historias en los próximos años.

Si les gustan las historias de horror clásico, con fantasmas, brujas, monstruos y demás, o si son fanáticos de las mascotas, Beasts of Burden puede ser una excelente opción de lectura, creación de dos de los talentos más reconocidos del medio del cómic, quienes han ganado varios premios Eisner y Harvey por su trabajo en estas historias. Lectura bastante recomendada.

Texto originalmente publicado en Comikaze

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