Sigo poniéndome al día de la dinámica propuesta por Raquel Castro de una lista al día durante diciembre. Raquel se retrasó con las suyas y nadie conoce el tema del día hasta que ella no publica. Tratemos de ponernos al corriente. Si desean saber más de la dinámica, Raquel la explicó en su sitio. Síganla en Twitter (@raxxie_) y compartan sus listas con #raxxiechallenge. Las mías están allá, pero si no caben en un tuit sólo acá estarán completas, con comentarios adicionales.
El tema designado para el día 26 es
Diez formas de pasar una gran tarde con mi pareja
OK, esto es algo que ahora se siente tan lejano que es como escribir sobre otra vida. En realidad siempre he sido de adiciones simples, así que nunca fui gran fan de grandes planes o de una "producción" exagerada. Algunas de éstas jamás se cristalizaron o se realizaron sólo a medias, y las que sí ni siquiera fueron con la misma persona. Como sea, aquí vamos...
- Una larga caminata. Ir a pasear un rato al aire libre, ya sea por las calles del centro histórico, por un parque o una plaza, y charlar de lo que sea.
- Café y plática. Con la compañía adecuada hablo hasta por los codos, pero además soy bueno para escuchar, así que una sencilla tarde de plática de lo que sea y acompañados de un buen café (o té, si prefieren medirse con la cafeína) puede ser algo muy satisfactorio.
- Cine y sobremesa. Nada como ver juntos una película y luego pasar horas platicando, ya sea sobre la película o sobre cómo nos hizo sentir o aquello que nos recordó.
- Maratón de series o películas. Sí, el cine es un placer, pero a veces se antoja ver algo cómodamente instalados en el sillón de la sala.
- Caza de DVD o Blurays. Hoy día ésta parece la más anacrónica de todas, pero ir a dar una vuelta al Blockbuster en busca del material para el maratón, a Mixup para buscar adiciones a la colección, o a los viejos locales del centro podía ser el inicio de una buena tarde o la primera mitad de una sesión de dos tardes.
- Ir a ver libros. Ésta depende mucho de que sea con alguien que comparta mi gusto por la lectura, pero si es así, pocas cosas resultan tan agradables como pasar la tarde en una librería (en especial si es de viejo) y a la salida compartir y comparar los hallazgos realizados.
- Caminar por la ciudad en una tarde lluviosa. Ésta es otra que puede no ser del agrado de muchos, pero la lluvia (siempre que no sea torrencial, claro) es algo que me relaja mucho, y poder caminar por las calles que se vacían ante las primeras gotas y ver cómo el agua parece limpiarlo todo es algo que disfrutaba mucho, incluso en solitario.
- Leer juntos, pero separados. Compartir un rato de lectura, juntos, pero cada quien en lo suyo, ya sea en casa, en un parque o en una cafetería, es algo que me agrada mucho. Para mí, representa un nivel de confianza en que el silencio nunca es incómodo y el solo hecho de compartir el espacio haciendo algo que nos gusta me hace muy feliz.
- Cocinar juntos. En realidad no soy muy bueno cocinando (mis gustos son demasiado simples), pero me encanta ver a alguien que disfruta hacerlo. Además, soy un gran asistente, porque lo que me falta de creatividad, talento o pasión por la cocina lo compenso con buena habilidad para cortar, picar, batir o moler lo que sea.
- Compartir espacios. Un poco como la entrada 8, pero para hacer lo que sea. Poder sentarnos juntos sin sentir la necesidad de estar pendiente a lo que hace el otro, cada uno en lo suyo sin necesidad de compartir algo más que el espacio (y en todo caso la música de fondo), es otra de esas cosas simples que siempre me dejarán satisfecho.
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