Tras un año de espera, por fin llegó a México hace unas semanas Disney+, el servicio de streaming de la Casa del Ratón, con una oferta de contenido que, además de la gran variedad de contenidos de las bóvedas del mítico estudio de animación y sus muchas prooducciones para cine y TV a través de sus múltiples subsidiarias, tiene entre sus mayores atractivos los catálogos de Marvel Studios y Lucasfilm. Y justo a ése último pertenece una de las series originales más populares desde la creación del servicio: Star Wars: The Mandalorian.
La primera temporada constó de ocho episodios y se estrenó el 12 de noviembre de 2019, día que se lanzó el servicio en los Estados Unidos, y la segunda inició el pasado 30 de octubre. Cuando el servicio por fin llegó a América Latina el 17 de noviembre, además de la primera temporada completa había ya tres episodios de la segunda, por lo que el grueso del público debía ponerse al día antes de seguir semana a semana los restantes de los ocho que la componen. La serie fue creada por Jon Favreau, quien comparte las responsabilidades de showrunner y productor ejecutivo de la serie con Dave Filoni, y Favreau ha escrito doce de los dieciséis episodios de la serie, seis en cada temporada.
La historia parte cinco años después de la Batalla de Endor y la Caída del Imperio Galáctico (Return of the Jedi, 1983) en los mundos del borde exterior de la galaxia. El protagonista de la serie es Din Djarin (Pedro Pascal), el comando mandaloriano a quien se refiere el título y quien se gana la vida como cazarrecompensas. Un grupo de militares, remanentes del Imperio, lo contratan para localizar a un infante que ha manifestado habilidades relacionadas a la Fuerza y a quien el público bautizó de forma afectiva como Baby Yoda. El mandaloriano, a quien en general todos se refieren como Mando, decide no dejar al niño con ellos y se convierte en su protector.
Además del aire y estética western, el aspecto marcial parece evocar también algunas historias de samurai, y es difícil no pensar en Lone Wolf and Cub (Lobo solitario) al ver al guerrero con su pequeña carga. Tras averiguar que sus poderes están relacionados con los Jedi. le informan que de acuerdo al código de su pueblo, ahora tiene la responsabilidad de protegerlo hasta que pueda llevarlo con los suyos, aún a pesar de que los registros indican que los Jedi y los mandalorianos eran enemigos mortales. Mando planea recorrer la galaxia en busca de un Jedi que se haga cargo del niño, mientras son perseguidos por el implacable Moff Gideon (Giancarlo Esposito), oficial imperial dispuesto a lo que sea para recuperar al infante.
Esta segunda temporada retoma esa línea argumental, así que además de los aliados como Cara Dune (Gina Carano) y Greef Karga (Carl Weathers), o rivales como Fennec Shand (Ming-Na Wen) que conocimos en la primera temporada, los viajes de Mando lo ponen en contacto con personajes que hemos conocido en otras partes del universo de Star Wars, como Cobb Vanth (Timothy Olyphant) de las novelas de Chuck Wendig; Bo-Katan Kryzen (Katee Sackhoff) y Ahsoka Tano (Rosario Dawson) de las series animadas, o el mismísimo Boba Fett (Temuera Morrison) de la trilogía original, además de personajes nuevos como Koska Reeves (Mercedes Varnado).
En términos generales me parece que la primera temporada fue construida de una forma más compacta y eficiente al centrarse en desarrollar de la mejor manera posible al personaje principal mientras ofrecía un vistazo bastante básico al estado de la galaxia (al menos en los planetas más lejanos) en los primeros años tras la caída del Imperio, y aunque la segunda ofrece episodios muy entretenidos e interesantes en diferentes mundos, la historia central se siente un poco más dispersa al ceder espacio a las historias más pequeñas que cuenta cada episodio por separado y ofreciendo un momento bajo los reflectores a otros personajes.
Eso puede tener relación con los planes a corto plazo de Lucasfilm. Hace un par de semanas se realizó un evento para inversionistas de Disney en que se hicieron varios anuncios relacionados a las propiedades de la compañía, y entre ellos hubo dos series derivadas de The Mandalorian. La primera será Rangers of the New Republic, que probablemente incluirá a Cara Dune entre sus personajes recurrentes, y Ahsoka, donde la ex padawan de Anakin Skywalker tomará el rol principal mientras sigue buscando al Gran Almirante Thrawn. Además, al final de la temporada descubrimos que Boba Fett también tendrá su propia serie, The Book of Boba Fett, en diciembre de 2021, la cual aparecerá antes que la tercera temporada de The Mandalorian.
Favreau no pudo dirigir en la primera temporada debido a sus obligaciones en el set de The Lion King, pero por fin pudo hacerlo en el noveno episodio, primero de esta temporada. Dave Filoni había hecho su debut como director de live action con un par de episodios en la primera temporada y aquí se encargó de dirigir el que también marcó el debut live action de su creación, Ahsoka Tano. Por su parte, Bryce Dallas Howard y Rick Famuyiwa ya habían dirigido en la primera temporada, y volvieron para encargarse cada quien de un episodio. El actor Carl Weathers hizo su debut tras la cámara en el capítulo 12, mientras que los directores de cine Robert Rodríguez y Peyton Reed se sumaron al equipo con uno y dos episodios, respectivamente.
Uno de los aspectos más memorables de la serie es sin duda la música, obra del aclamado y premiado compositor sueco Ludwig Göransson (Black Panther, Creed, Creed II, Tenet) quien creó una banda sonora que complementa a la perfección la estética de western espacial que predomina a lo largo de la serie, y ofrece algunas memorables piezas que se suman a la larga lista de grandes soundtracks que han acompañado a Star Wars a lo largo de las décadas. Un detalle peculiar que me agrada bastante, es que al final de cada episodio escuchamos la música de Göransson mientras desfilan en pantalla varias piezas de arte conceptual del episodio, en un bonito vistazo al proceso creativo detrás de la serie.
En resumen, The Mandalorian es una excelente adición a la mitología de Star Wars que ofrece además un mapa que demuestra lo que ya sospechábamos: es posible hacer cosas interesantes en el universo de Star Wars lejos de la trama de la saga cinematográfica principal, sin que esto implique que sea algo de lo que deban olvidarse por completo. Con los anuncios de las series derivadas de ésta, además de otros proyectos ya en distintas etapas de desarrollo, queda claro que las aventuras en una galaxia muy muy lejana, están todavía muy lejos de llegar a su final. Sin duda una serie bastante recomendable.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario