jueves, 3 de diciembre de 2020

Diez cosas que... Día 3: Fenómenos paranormales

Sigo con la dinámica propuesta por Raquel Castro de hacer listas a lo largo de diciembre, y vamos en el día 3. Si quieren saber de qué se trata, lean la explicación en el sitio de Raquel. También pueden seguirla en Twitter como @raxxie_. Si alguien más quiere participar y compartir sus listas en redes, el ht es #raxxiechallenge. Las mías las compartiré en Twitter, y acá haré algunos apuntes adicionales.


El tema elegido para el día 3 es

Diez fenómenos paranormales que he presenciado
o me gustaría presenciar

Antes de empezar, debo decir que esta lista fue especialmente difícil porque... no creo en ninguna clase de fenómenos paranormales. Y nunca he presenciado uno, o de otro modo creería en la evidencia. Así que intentaré mezclar los que me gustaría ver (ahí explico cada una, pero mayormente es porque aparecen en la ficción que disfruto) con experiencias de mi familia y lo más cercano que he estado a un suceso de este tipo. 
  1. Telequinesis. Ésta es tal vez la más obvia: ¡sería como una manifestación de La Fuerza! 
  2. Invisibilidad. Creo que algo así haría del mundo un lugar más emocionante, algo casi mágico. O nos haría pensar con superpoderes, y dentro de estos sólo volar o supervelocidad me parecerían más atractivos que el poder ser invisible.
  3. Telepatía. Esto va un poco de la mano de los dos anteriores. 1) porque sería otra clara manifestación del poder de la mente, y 2) porque es otro de esos superpoderes que hacen volar la imaginación ante las posibilidades.
  4. Teletransportación. OK, esto va más orientado hacia la ciencia ficción que a lo paranormal, pero me permitiré hacer un poco de trampa. No sé qué más ebo decir porque, la verdad, si a ustedes no les emocionan las posibilidades de la teletransportación, creo que no podemos ser amigos. 
  5. Fantasmas. Más que algo que me asuste, creo que la idea de que un espíritu quede atrapado en un lugar es algo muy triste pero muy humano. Me da curiosidad la clase de trauma que daría origen a algo así.
  6. Ectoplasma. La idea de que uno de dichos fantasmas pudiera interactuar de algún modo con el mismo físico, la posibilidad de que existiera alguna sustancia que desafíe las leyes de la materia suena como algo muy emocionante.
  7. Fantasma familiar. Cuando era niño, un primo casi de mi edad decía que solía platicar con su abuelo, al que no conoció. Parece que hablaba con un retrato que colgaba en un pasillo. Nadie lo tomaba muy en serio (él mismo tuvo un amigo imaginario por varios años) hasta que un día dijo que su abuelo le había enseñado su sombrero favorito, y describió un bombín que no aparecía en ninguna foto pero era, en efecto, el sombrero favorito de su difunto abuelo.
  8. Espectros invisibles. En la adolescencia trabajé unos años en un negocio en casa de ese mismo primo, junto con los más jóvenes de mis tíos, que siempre se quejaban de ruidos extraños en distintas partes de la propiedad. Jamás vi u oí nada fuera de lo común, pero recuerdo que las dos gatas de mi prima solían reaccionar como si vieran algo en habitaciones vacías, y reaccionaban como si fuera algo que no les gustaba y trataran de ahuyentarlo. ¿Imaginaban cosas, o veían algo que uo no? 
  9. ¿Sillón embrujado? Tengo una tía que es médico, y hace muchos años la familia de una paciente le regaló un reclinable, viejo pero en muy buen estado. Resulta que la matriarca familiar murió en él, y no lo querían conservar, pero tampoco desechar. Acabó en casa de mis abuelos, pero a mi abuela, que era muy supersticiosa, le daba miedo y uno de mis tíos se lo llevó a su cuarto. Él y sus hermanos decían que se volvía muy incómodo después de un rato, y que si trataban de tomar una siesta en él, los despertaba algún ruido inexplicable. Mis primos pequeños lloraban si los dejaban solos en esa habitación. Una noche, tras una reunión familiar, nos quedamos a dormir, y yo me ofrecí a dormir ahí. Todos se rieron, diciendo que no iba a poder y seguro iba a terminar en el suelo, pero no fue así, dormí bastante bien.
  10. ¿Fantasma auditivo? Hace muchos años, en mi adolescencia, caminaba de noche con un tío, al lado del Anillo Periférico. La calle estaba sola e íbamos platicando, y nos pareció escuchar una bicicleta que se acercaba a nosotros desde atrás. Ninguno de los dos volteamos, pero cuando se oyó más cerca nos pegamos a la pared pensando en dejar pasar al ciclista pero... no había nadie, y dejamos de escucharlo. No dijimos nada y seguimos platicando. ¿Lo imaginamos? ¿Nos "asustaron"? No tengo idea.

2 comentarios:

  1. Lo del sillón ya lo habías platicado en Comicverso, los otros sí me dieron miedo, ¡no voy a poder dormir!

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    1. Y eso que no conté un par más de casa de esos tíos. Lo que me savaba mucho de onda era cuando los gatos se espantaban.

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