domingo, 13 de diciembre de 2020

Diez cosas que... día 13: Bromas

Sigo con la dinámica propuesta por Raquel Castro de hacer una lista al día a lo largo de todo diciembre, y apenas, pero cumplimos con el día 13. Para saber en qué consiste la dinámica, lean la explicación de Raquel en su sitio y síganla en Twitter como @raxxie_. Si participan, pueden compartir sus listas en redes con el ht #raxxiechallenge. Trataré de poner las mías en Twitter, pero sin hacer hilos, así que cuando no quepan en un tuit estarán completas sólo acá, junto con comentarios adicionales.

El tema elegido para el día 13 es

Diez cosas sobre las que prefiero no bromear

Este tema suele ser delicado. No me gusta la idea de la censura, ni conmigo mismo, pero me parece que hay que ejercer un poco de sentido común, más que con los temas, con el tono y el contexto en que se hace una broma. Dicho lo anterior, vamos a ver que tanto logro meter en esta lista, que probablemente no será de diez.

  1. Burlarme de la persona con quien estoy hablando, o de un tercero. Es decir, entre amigos puede ser distinto, siempre de acuerdo a la situación. Podemos ir desde el "estás bien idiota" a burlarnos de mañas, defectos o apariencia, pero siempre sin afán de lastimar, y es la clase de humor que podemos extender y hacer más general. Supongo que por eso me molesta un poco el que los estanduperos nacionales abusen de los chistes de gordos, negros, nerds, feos, etc., porque incluso pese a la generalización que hacen de esas características, crean en su audiencia la idea de que es normal reírse de esa clase de cosas.
  2. Las ideas de los demás. Vuelvo al tema del contexto. El mismo "estás bien idiota" del punto anterior puede aplicar entre amigos bajo ciertas situaciones, pero por lo regular, tratándose de ideas, más que burla prefiero convertirlo en peloteo para enriquecer o alterar esas ideas. Si te parece mala, ni siquiera tienes que criticarla o burlarte de ella, pero puedes hacer preguntas para ver de dónde salieron o cuál era su intención, y provocar que la plática lleve a que la misma persona vea lo que tú crees que está mal.
  3. La desgracia ajena. Una vez más, el contexto lo es todo. Supongo que la gran mayoría nos hemos reído alguna vez de un chiste acerca de un terremoto, incendio o explosión, y no me parece malo que tengamos esa capacidad de hallar humor en cualquier situación. En todo caso es importante asegurarse de no hacer esa clase de bromas de forma dolosa o que pueda lastimar o insultar a alguien que haya sido víctima de una tragedia similar.
  4. Las circunstancias de otros. Esto va un poco de la mano del primer punto, pero me refiero más a la clase de chistes que se vuelven discriminatorios hacia la gente de bajos recursos o con poca educación, por ejemplo. Burlarse de alguien que no sabe algo o se sorprende de cosas que a otros les parecen mundanas me parece una bajeza.
  5. Los sueños y aspiraciones de otros. Volvemos a la idea del contexto. Si alguien dice que trabaja pensando en ahorrar para un vieja o comprarse algo que parece un lujo oneroso y sin sentido, o un sueño que se antoja imposible de alcanzar de la forma en que lo propone, no me parece que sea motivo suficiente para reírse de esa persona. Y me refiero al contexto, porque también hay los casos en que algún amigo o pariente se rehúsa a trabajar o hacer algo de su vida porque sueña con sacarse la lotería, y cuando eso suceda va a descubrir que todo ese esfuerzo fue una pérdida de tiempo...
  6. Desgracias o complicaciones que puedan venir. Ya saben, como cuando uno dice "No podría ser peor, ¿o sí? ¿Qué puede pasar, 'esto'? Más de una vez se me ha cumplido, así que hace muchoque dejé de hacerlo. Solía decirle a algunos amigos que el guionista de nuestras vidas tenía un retorcido sentido del humor y parecía estarse divirtiendo. Uno nunca debe retar a un escritor, y menos si éste se está divirtiendo.
Y ya. Supongo que podría poner más, pero serían variaciones de lo ya mencionado. ¿Hay alguna clase de humor que ustedes prefieran evitar?

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