Diez cosas que... día 2: Mi cuerpo

Siguiendo con la dinámica propuesta por Raquel Castro de hacer listas a lo largo de diciembre, vamos al día 2. Si quieren más información sobre este dinámica, pueden checar la explicación en el sitio web de Raquel. También pueden seguirla en Twitter, donde aparece como @raxxie_. Si alguien más quiere participar y desea compartir sus listas en redes sociales, el ht propuesto para ello es #raxxiechallenge. Las mías las compartiré en Twitter, y acá haré algunos apuntes adicionales.

El tema elegido para el día 2 es

Diez partes de mi cuerpo que me gustan (o no)

1. Mis ojos. Desde siempre son algo que me ha gustado. Me gusta ver a los ojos a la gente con la que hablo, y creo que mi mirada puede ser bastante expresiva. Una razón más para sufrirla durante mis problemas de hace un par de años. 
2. Mis pantorrillas. Siempre he sido pesado, incluso cuando practicaba deportes de formas regular. El resultado de mover tanta carrocería son unas piernas fuertes, y siempre me enorgullecieron mis pantorrillas, incluso a la fecha.
3. Mis manos. Esos mismos años de basquetbol y fútbol americano hicieron estragos con las manos de varios amigos, así que me gusta que no haya sido mi caso más allá de poder manipular los huesos de formas... inusuales.
4. Mis muslos. Un caso similar al de las pantorrillas, aunque aquí sí perdí la mayor parte de la definición muscular que conservaba todavía hace unos diez años. 
5. Mi nariz. Por alguna razón siempre me ha gustado. Creo que no es demasiado ancha ni chata, y que encaja bien con el resto de mis facciones.
6. Mis labios. Caso similar al anterior, aunque solía ignorarlos hasta que me volví muy conciente de ellos por una ex a la que le gustaba mordisquearme el inferior.
7. Mis pies. Más allá de cualquier clase de fetiche, me gusta que como nunca usé calzado incómodo mis pies no sufrieron demasiadas vejaciones. 
8. Mis uñas. Por la misma razón que las manos en general, me gusta que no se hayan achatado o deformado a pesar de algunas actividades.
9. Mis uñas (pies). Y llegamos a la parte negativa. Producto de algunos golpes, a diferencia de las de las manos aquí sí hubo algunos problemas. Aunque en realidad nunca me gustaron.
10. Mis dientes. Años de abusar de horarios extremos y demasiado trabajo me hicieron descuidarlos, y es algo que en realidad me gustaría atender en algún momento.