What If...?, la serie animada de Marvel Studios que explora versiones alternas en el desarrollo del Universo Cinematográfico Marvel, sigue adelante, y el pasado miércoles se estrenó el cuarto episodio, titulado What If... Doctor Strange Lost His Heart Instead of His Hands? (¿Qué tal si...el Doctor Strange hubiera perdido el corazón en vez de las manos?), y es el que comento a continuación.
En semanas anteriores ya he escrito un poco sobre los episodios previos, con Peggy Carter como la primera supersoldado, T'Challa como Star-Lord, y un mundo en que Fury no pudo reunir a los Avengers originales, y debo decir que éste es el episodio más oscuro en esta casi primera mitad de la serie, pues con todo y las muchas muertes del episodio anterior, el suspenso estaba envuelto en humor y aventura, y aunque aquí hay un poco de humor, el resultado es bastante más trágico.
En esta ocasión la historia revisita los sucesos de Doctor Strange, película de 2016, dirigida por Scott Derrickson y coescrita por él mismo y C. Robert Cargill. En este caso nos encontramos con que Stephen Strange y Christine Palmer aún tienen una relación, así que la noche del accidente van juntos en el auto, pero en vez de perder el uso de sus manos, el talentoso y engreído cirujano pierde al amor de su vida. Devastado y tratando de hallar significado a lo ocurrido, se acerca a las artes místicas como discípulo de The Ancient One.
Ya convertido en hechicero supremo, Strange usa el Ojo de Agamotto para tratar de cambiar el pasado, pero sin éxito. No importa qué tanto cambie los sucesos de aquella noche, el resultado siempre es el mismo. Eventualmente recibe una visita de The Ancient One, quien le explica que la muerte de Christine es un absoluto, pues es el suceso que lo lleva a convertirse en lo que es y salvar a la realidad de la amenaza de Dormammu. Pero Strange no está del todo convencido. ¿Hasta dónde llegará intentando recuperar a Christine?
El episodio fue escrito por A.C. Bradley, escritor líder de la serie, y dirigido por Bryan Andrews, responsable de todos los episodios. En cuanto al talento de voces, además de Jeffrey Wright como The Watcher, Benedict Cumberbatch (Strange), Rachel McAdams (Christine), Benedict Wong (Wong) y Tilda Swinton (The Ancient One) retoman sus papeles de la película, mientras Leslie Bibb es Christine Everhart, la reportera a quien había dado vida en Iron Man y Iron Man 2, y Ike Amadi se suma con un nuevo personaje.
En términos generales este episodio presenta un tipo de historia que hemos visto muchas veces y suele tener dos variantes. La más común lidia con personajes que han hecho cosas cuestionables pero son redimidos gracias al amor de una mujer, y el inverso, que es el usado en esta ocasión y muestra a un hombre que, devastado por la pérdida de una mujer, toma decisiones equivocadas que lo ponen en un irreversible camino a la oscuridad, y al toparse con algún obstáculo, lejos de dar un paso atrás y pensar en lo que hace, redobla sus esfuerzos.
En el caso particular del Universo Cinematográfico Marvel (MCU), este enfoque permite abordar un arquetipo de historia que hasta ahora no se había usado en las películas: la idea de que no importa qué tan poderoso sea uno, la muerte representa una barrera infranqueable a la que hay que aceptar y asimilar, no combatir. Lo más cercano que habíamos visto era la lucha de Tony Stark por impedir que la metralla en su corazón lo mate, pero esa parte del tema se exploró sólo a medias y con un enfoque un tanto distinto.
El tema de tratar de la infructuosa lucha por conquistar la muerte sí es parte de la película, pero en la figura de Kaecilius (Mads Mikkelsen), a quien desde un principio se identifica como el villano de la historia, y Strange debe convertirse en la voz de la razón. Como resultado, lo que tenemos es una inversión en el rol de Strange, y mostrar su descenso a la oscuridad es un viaje fascinante que, aunque no aporta mucho al personaje, permite explorar otros aspectos de su mundo y a un par de miembros de su elenco de apoyo.
Wong tiene pocas y breves escenas, pero éstas redondean su personaje de forma satisfactoria. En cuanto a Christine, tengo sentimientos encontrados. Por una parte, tiene más tiempo en pantalla que el que recibió en la película, pero su personaje sigue sin ser desarrollado. Sí, conocemos un poco más de su personalidad, pero al final es sólo un pretexto para poner a Strange en el camino a la oscuridad, y eso sería más efectivo si llegásemos a extrañarla tanto como el propio Strange, y eso requeriría más trabajo con el personaje.
Hacen lo suficiente con Christine para que sea más que un simple catalizador, pero no lo suficiente para que deje de sentirse que la están usando sólo para provocar una reacción en el protagonista. Entiendo que la historia es sobre Strange y su caída, pero eso sólo refuerza mi idea de que estas historias se verían beneficiadas de ser un poco más largas. Por otro lado, encuentro un tanto divertida la idea de que la lección sea que es peligroso tratar de cambiar el pasado, cuando parece que eso es justo lo que Strange hará en Spider-Man: No Way Home.
En una nota más positiva, me gustó que pese a lo oscuro de la historia persista el humor característico del MCU, pero en un tono acorde al material, sacando jugo al sarcasmo e ironía que forman parte de la personalidad de Strange, y Cumberbatch hace un gran trabajo incluso si es sólo con su voz. También fue la primera vez que The Watcher tuvo interacción con alguno de los protagonistas de una historia, y me mantengo en la idea de que conforme avance la serie este ser cósmico cobrará un peso mayor al de un mero guía o anfitrión.
What If... Doctor Strange Lost His Heart Instead of His Hands? es otra entretenida entrada en la antología animada del MCU, y me gustó que se mantenga la tendencia a explorar otros tonos en las historias de estos personajes. Como ya he comentado acerca de episodios anteriores, esta serie es una buena razón para darse una vuelta por Disney+ semana a semana.
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