No sé qué sea, pero hay algo en el cine independiente estadounidense que me atrae bastante, y en el caso particular de I Don't Feel at Home in This World Anymore (Ya no me siento a gusto en este mundo), thriller de comedia de 2017 escrito y dirigido por Macon Blair, se trata de una película que me recordó a algunas producciones indie de la década de los noventa.
Blair es más conocido por su trabajo como actor, con apariciones en películas como Green Room, Logan Lucky y The Hunt, además de la serie de TV Swamp Thing, y ha escrito un puñado de películas. I Don't Feel at Home in This World Anymore es su debut como director, y en general recibió muy buenas críticas, por lo que no es sorpresa que su nombre empiece a circular como el de un director a seguir de cerca, y ya se le anunció como guionista y director del próximo reboot de The Toxic Avenger.
La película toma el nombre de una vieja canción de gospel popularizada por varios cantantes de country, incluido al legendario Woody Guthrie, cuya versión aparece en la cinta. El elenco está formado por Melanie Lynskey, Elijah Wood, David Yow, Jane Levy y Devon Graye. Netflix adquirió los derechos de distribución, pero la película se estrenó en el Sundance Film Festival en enero de 2017, y ganó el gran premio del jurado en la competencia dramática de filmes estadounidenses. Un mes después la película se estrenó en Netflix alrededor del mundo.
La historia sigue a Ruth Kimke (Lynskey), una asistente de enfermería cuya casa es blanco de un robo. Tras darse cuenta de que la policía no piensa hacer mucho para dar con el responsable, empieza a contemplar alternativas. Cuando su app de localización le indica dónde está su computadora, intenta llamar a la policía, pero se topa con una indiferente burocracia que sólo quiere llenar más papeleo, así que le pide ayuda a Tony (Wood), uno de sus vecinos, para ir en busca de su laptop y quizás algunas respuestas.
Tony es un tipo con pocas habilidades sociales que está obsesionado con shurikens y nunchakus, lo que resulta muy efectivo para recuperar la computadora y descubrir que fue comprada en un bazar que parece no investigar la procedencia de lo que vende. Cuando Ruth y Tony van en busca de los cubiertos de plata de la abuela, lo hacen sin saber que sus acciones los pondrán en la mira del trío de asaltantes formado por Graye, Levy y Yow, quienes tienen planes para una rica mansión a las afueras del pueblo.
La trama es sólo un pretexto para explorar la prevalente sensación de indiferencia y abierta hostilidad que la gente enfrenta día a día en sus interacciones con el resto del mundo, y se enfoca sobre todo en el personaje de Ruth, una mujer buena y decente que enfrenta el creciente desencanto de vivir en un mundo lleno de gente a la que no parece importarle nada a su alrededor, y la forma en que la frustración acumulada puede llevar a que incluso la más tímida de las personas explote y se sume a la psicosis generalizada.
Esa descripción puede sonar un poco a Falling Down (Un Día de Furia), pero en realidad I Don't Feel At Home tiene un tono muy distinto, abordando la situación con humor un tanto oscuro, pero evitando deslizarse al terreno de la farsa y de un modo bastante contenido que seguramente resultará desconcertante para algunos espectadores, pues por momentos es reminiscente de algunas de las tempranas comedias de los hermanos Coen, pero llena de momentos más oscuros que no estarían fuera de lugar en un thriller criminal.
Lynskey hace un gran trabajo en su interpretación de Ruth, la tímida mujer de voz suave y cuidados manerismos cuya ira contenida se manifiesta en su lenguaje corporal y expresiones faciales de un modo que dice mucho con sólo miradas y la postura de sus hombros. Wood se ha convertido en un actor recurrente cuando se trata de interpretar a algún personaje con excentricidades, y también hace un buen trabajo, mientras que el elenco secundario está lleno de sólidas actuaciones que crean el marco perfecto para la historia.
I Don't Feel at Home in This World Anymore es la clase de película que logra una conexión inmediata con la audiencia, y seguro todos pueden identificarse con algunas de las situaciones que Ruth enfrenta en su vida diaria, lo que da un efecto catártico a una película que no parece creada para provocar reacciones. Se trata de una de esas joyitas escondidas que a veces lo toman a uno por sorpresa, y la disfruté bastante. Sin duda es una recomendable opción si andan en busca de algo diferente.
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