miércoles, 29 de septiembre de 2021

The Breaker Upperers (Las Separadoras de Parejas, 2018)

Nueva Zelanda es un país en el que pocos piensan al hablar de cine o televisión, pues muchos parecen olvidar que aquellas tierras nos han dado talentos como Peter Jackson o Taika Waititi. Éste último, además de su trabajo en cine y TV, ha hecho también una importante labor al apoyar talento en su país, y es uno de los productores de The Breaker Upperers (Las Separadoras de Parejas), comedia romántica de 2018 coescrita, dirigida y protagonizada por Madeleine Sami y Jackie van Beek.

Esta producción neozelandesa se estrenó en aquel país en mayo de 2018 y casi un año después fue adquirida por Netflix, que la agregó a su catálogo en casi todo el mundo. Las dos comediantes responsables de esta historia tienen una larga carrera en teatro y televisión, aunque alcanzaron la fama en la última década. Sami es la creadora y protagonista de Super City, serie para la que Taika Waititi dirigió la primera temporada, y van Beek ganó notoriedad por el papel de Jackie en What We Do in the Shadows.

La historia sigue a Mel (Sami) y Jen (van Beek), un par de mujeres que luego de una decepción amorosa abrieron un negocio especializado en ayudar a la gente a romper con sus parejas. Eso suena como un servicio que puede ser de utilidad para mucha gente, pero asisten a cobardes en busca de abandonar a sus familias o escapar de sus matrimonios, así que su trabajo incluye ayudar a que algunas personas finjan sus muertes o escapen del país antes de que sus familias o parejas puedan darse cuenta, incluso si eso involucra romper la ley.

Estas cínicas mujeres tienen paquetes prearmados para ayudar a sus clientes, que van desde mensajes cantados a posar como sus amantes o fingirse embarazadas, además de hacerse pasar por policías para informar de una desaparición o presunta muerte. Además, su negocio es incluyente, y no tienen reparo en romper hogares sin importar si son heterosexuales u homosexuales, cosas que descubrimos en un divertido montaje que transcurre en los primeros minutos de la cinta.

Mel tiene 36 años y Jen acaba de cumplir 40, y enfocarse en su negocio es sólo una forma de evadir la realidad de que ninguna de las dos ha hecho nada por su vida. Mel es bisexual y se conforma con sexo casual donde pueda encontrarlo, mientras que Jen soporta toda clase de humillaciones por parte de su madre y va de un encuentro casual a otro en una seguidilla de insatisfactorias citas obtenidas vía Tinder. Mel empieza a sentir culpa por destruir hogares, y una consciencia es lo peor que le podría pasar a su negocio.

Las cosas se complican al aparecer en escena Jordan (James Rolleston), un chico de 17 años con un prometedor futuro como jugador de rugby, quien contrata sus servicios para romper con su ruda y posesiva novia Sepa (Ana Scotney). El muchacho se siente atraído por Mel, que no responde con indeferencia, lo que provoca un desacuerdo entre las amigas, pues Jen es de la idea de que su estilo de vida depende por completo de no involucrarse ni con los clientes ni con sus víctimas, lo que a Mel le parece un tanto inhumano.

La historia está llena de situaciones absurdas que se van hilando y complicando conforme avanza la historia, y en manos menos capaces podrían no funcionar, pero el talento y carisma de Sami y van Beek, pero lo que sorprende es la profundidad que dan a los personajes y los toques de comentario social que incluye la historia, sobre todo en relación al rol que se espera de la mujer en la sociedad actual, expuesto por la madre de Jen en situaciones que hacen que uno simpatice con la cínica coprotagonista pese a todos sus defectos.

En ciertos aspectos la historia tiene más de buddy movie que de comedia romántica, pues el énfasis está en la relación entre las dos amigas y la forma en que se relacionan con otros a su alrededor más que en un romance de pareja. Supongo que esto se siente inusual porque lo "normal" es que una buddy movie sea protagonizada por un par de hombres, mientras que una historia con protagonistas femeninas suele orientarse a explorar su rivalidad, así que ése es otro punto en que la película hace un gran trabajo al retar estereotipos y convenciones de género. 

Quizá el humor se sienta un tanto inusual al principio, sobre todo si están acostumbrados al estilo de humor de producciones hollywoodenses o del cine y TV mexicanos, pero un poco de paciencia en los primeros minutos será recompensada con una divertida e inesperadamente profunda película sobre relaciones personales. Por otro lado, si se sienten cómodos con el estilo de humor de Taika Waititi o como lo visto en la mencionada What We Do In The Shadows o la reciente Wellington Paranormal, están listos para disfrutar esta película.

The Breaker Upperers es una divertida comedia de relaciones románticas y enredos, aderezada con toda clase de referencias a la cultura pop de las últimas cuatro décadas que debe resultar del agrado de casi cualquier persona, y una forma más que entretenida de pasar 80 minutos de su vida ya sea solos o en compañía de algún amigo/a o su pareja. Película bastante recomendable.

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