Los últimos años han sido complicados para Warner, y el caos organizacional suele reflejarse en sus productos, ya sean en cine, televisión/streaming o cómics. Un buen ejemplo fue el lanzamiento de DC Universe, plataforma de streaming dedicada a adaptaciones de sus cómics que en menos de dos años fue convertida en algo distinto, con muchas de sus producciones absorbidas por HBO Max. Y justo eso fue lo que pasó con Harley Quinn, serie animada de temática adulta.
Pocos personajes alcanzan éxito y popularidad tan rápido como sucedió con Harley Quinn. Creada en 1992 por Paul Dini y Bruce Timm como personaje de apoyo para Batman: The Animated Series, la entonces novia/asistente del Joker fue un éxito inmediato, a grado tal que sólo un año después se integró a la continuidad regular de DC Comics, aunque desde entonces ha sufrido cambios de acuerdo a lo que cada nueva administración en la editorial quiere hacer con ella.
A pesar de esa evidente falta de continuidad o estabilidad, el personaje no ha perdido popularidad, así que no fue ninguna sorpresa que, además de sus apariciones en cine, interpretada por Margot Robbie, en 2018 se anunciara la producción de una serie animada propia, misma que fue desarrollada por Justin Halpern, Patrick Schumacker y Dean Lorey, que fungen además como jefes de escritores y productores ejecutivos.
La serie cuenta con el talento actoral de Kaley Cuoco, Lake Bell, Alan Tudyk, Jason Alexander, Tony Hale, Ron Funches y J. B. Smoove, entre otros, y sigue las aventuras de Harley (Cuoco) luego de su rompimiento con Joker (Tudyk) y mientras busca establecerse como una mujer independiente con el apoyo de Pamela Isley, alias Poison Ivy (Bell), además de un colorido equipo de villanos que recluta sobre la marcha.
La serie se estrenó en DC Universe en noviembre de 2019 y gozó de gran éxito entre crítica y audiencia. La orden inicial de 26 episodios se dividió en dos temporadas, y la segunda arrancó en abril de 2020, un par de meses después del final de la primera. Meses después se anunció una tercera temporada, y que la serie se mudaría a HBO Max, donde debutó en agosto, aunque a México llegó junto con la plataforma, apenas hace un par de meses.
Cada episodio tiene una duración de alrededor de 23 minutos, y aunque los primeros parecen historias sueltas que buscan establecer el tono irreverente del humor de la serie, poco a poco emerge una narrativa que sigue el crecimiento personal tanto de Harley como de sus amigos, pero de forma orgánica, donde incluso sufre recaídas que la muestran como la insegura chica que el Joker manipula a su antojo, lo que da cierto peso dramático a la serie.
Ese hilo narrativo se hace más evidente conforme progresa la historia, y los últimos episodios se sienten como parte de una historia más grande en que Joker desarrolla un plan para apoderarse de Ciudad Gótica, lo que ofrece a Harley una oportunidad para dejar atrás de una vez por todas sus problemas de dependencia y establecerse como una mujer fuerte e independiente, capaz de apreciar la amistad de la gente a su alrededor.
Todo, claro, en medio de divertidas explosiones de violencia tanto gráfica como implícita que episodio a episodio sirven como puntual recordatorio de que no se trata de una serie animada que resulte apta para niños o público sensible.
El trabajo de voces es muy destacado. Desde el primer episodio Cuoco se posesiona del rol de Harley con una sólida mezcla de inseguridad, energía y diversión. Lake Bell es un bienvenido contrapeso con su interpretación de Ivy, en tanto que el equipo de villanos, formado por Clayface (Tudyk), Doctor Psycho (Hale), King Shark (Funches) y Sy Borgman (Alexander), junto a la planta Frank (Smoove), rápidamente se torna en una disfuncional y divertida familia.
Hubiera sido fácil quedarse en la superficie y hacer una serie llena gags pasajeros en el molde de humor irreverente, oscuro y violento que tan bien le funciona a Deadpool, y sin duda con eso la serie habría sido un éxito, pero su equipo creativo decidió ir más allá y dar profundidad a sus personajes, lo que resulta en una experiencia divertida pero con una fuerte carga emocional que se da tiempo para explorar temas como la autoestima y el valor de la amistad.
Creo que desde Batman The Animated Series el personaje de Harley ha sufrido para recapturar la mezcla de caos y diversión que tanto contribuyó a su éxito, pero esta nueva serie lo consigue, añadiendo corazón a las tripas y sangre que llenan cada episodio. Se trata de una gran opción de entretenimiento, y una clara prueba de que los temas adultos y la oscuridad no están peleados con la diversión. Sin duda una serie bastante recomendable.
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