Cuando de clásicos de horror se trata, existe un lugar especial para la conversación para algunas películas clásicas de la década de 1950, y The Blob, película de 1958 conocida en México como La Mancha Voraz y en España como La Masa Devoradora, es una de las más recordadas. Este excelente ejemplo de lo que eran las b-movies originales (la segunda película de un programa doble) es recordada, entre otras cosas, por tratarse del debut en cine de Steve McQueen en un rol protagónico.
La película fue escrita por Kay Linaker y Theodore Simonson y dirigida por Irvin Yeaworth, y se estrenó en Estados Unidos en el otoño de 1958 junto con I Married a Monster from Outer Space (Me Casé con un Monstruo), que era la a-movie del programa, pero tras los primeros días de exhibición y basados en la respuesta del público, el estudio pidió a los cines invertir el orden de proyección y dar preferencia a la promoción de The Blob.
La historia sigue a Steve Andrews (McQueen), un joven de un pequeño poblado de Pennsylvania que sale a pasear una noche con Jane (Aneta Corsaut), una linda chica de buena familia. En medio del cielo estrellado presencian la caída de un meteorito, y deciden ir a buscarlo. Antes de llegar a donde creen que cayó, se cruzan con un anciano que parece estar sufriendo. El hombre encontró el meteorito, y al acercarse a verlo una extraña sustancia viscosa se le adhirió a la mano.
Steve y Jane lo ayudan a subir al auto para llevarlo con el médico del pueblo. Mientras éste lo revisa, les pide a los jóvenes que vayan al lugar donde lo encontraron en busca de una pista de lo que tiene en la mano, pero al volver sin haber encontrado nada se topan con la sorpresa de que el ente parece haber devorado no sólo al viejo, sino también al doctor y su enfermera. Por desgracia el alguacil no les cree lo que ocurrió y los envía a descansar a sus casas, convencido de que todo se aclarará al día siguiente.
Ambos escapan de sus padres, y reúnen a otros jóvenes para intentar localizar al extraño ente, así que pasan buena parte de la noche recorriendo el pueblo mientras la mancha sigue creciendo y devorando a los desprevenidos vecinos, y para cuando las autoridades por fin se convencen de que lo que dijeron los chicos es verdad, la cosa es tan grande como un edificio y puede que sea demasiado tarde para evitar que el pueblo desaparezca bajo la siniestra amenaza...
En honor a la verdad, The Blob no es una buena película, ni siquiera para los estándares de la época. A pesar de ello, se trata de una idea poderosa que ha marcado a generaciones de creativos y cineastas, y los homenajes en cine y literatura abundan, además de una secuela (de inicios de los 1970 y dirigida por Larry Hagman, actor famoso por I Dream of Jeannie -Mi Bella Genio- y Dallas) y un remake estrenado a finales de los 1980, lo que quizá explique el afecto que los aficionados a la ciencia ficción sienten por ella.
Siempre he tenido la idea de que la película fue concebida como una comedia, pero el director nunca pudo o quiso trabajar la historia en ese tono. El bobo tema musical que suena durante los créditos al inicio de la película parece confirmarlo, y no dejo de preguntarme qué hubiera resultado si la película hubiera abrazado los elementos más ridículos y descabellados de su premisa. ¿Habría sido mejor, o por el contrario, habría resultado olvidable? Nunca lo sabremos
Como la película de bajo presupuesto que era, no es de sorprender que esté llena de desconocidos. Además de Queen y Corsaut, que tuvieron una carrera después de esto, hay un par de actores veteranos, y muchos desconocidos. A pesar d ello, el nivel de las actuaciones es bastante aceptable, incluso si cuesta trabajo aceptar a McQueen, que tenía 27 años al momento de filmar, pueda pasar por un joven de ocho o diez años menos, pues luce como alguien de más de 30.
Y creo que justo tenía más de 30 años que no veía esta película. Siempre he sido de la idea de que toda obra de arte o entretenimiento debe juzgarse de acuerdo a la época en que se realizó y las pretensiones de sus creadores. Como buena b-movie, mis expectativas eran mínimas, y aún así siento que me quedó a deber. Volví a verla porque Héctor McCoy me invitó a De la Ciencia a la Ficción para hablar de la versión de 1988 (acá encuentran el podcast) y decidí ver ambas. Mañana comentaré el remake.
The Blob (La Mancha Voraz) es una curiosa película de ciencia ficción y horror, producto de una era más inocente, y la clase de producción que sólo es posible disfrutar mediante el lente de la nostalgia, lo que de ningún modo afecta su condición de clásico de culto. Recomendada sólo para los más acérrimos aficionados al género.
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