Dentro del cine de horror existen varios subgéneros cuya popularidad (y calidad) fluctúan con el paso del tiempo, pero se trata de un género muy maleable que suele adaptarse al contexto global y de tiempo en tiempo se da una renovación incluso en vertientes que parecían agotadas o por lo menos desgastadas. En el caso de The Old Ways (Las Formas Antiguas), de reciente estreno en Netflix, se trata de un interesante giro a las historias de posesión y exorcismos.
La película fue escrita por Marcos Gabriel y dirigida por Christopher Alender y cuenta con las actuaciones de Brigitte Kali Canales, Andrea Cortés, Julia Vera y Sal Lopez, y debutó en octubre de 2020 en el marco del Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya, a veces mejor conocido como Festival de Cine Fantástico de Sitges. Luego de varios festivales virtuales en la primera mitad de este año, Netflix adquirió los derechos y liberó la película el pasado 25 de agosto en todos sus territorios.
La historia sigue a Cristina Lopez (Canales), una reportera mexico-estadounidense que trabaja en Los Angeles y acepta ir a Veracruz, México, a un pueblo cercano a donde nació, cerca de Catemaco, para trabajar en una historia acerca de brujería y las costumbres locales, pero un día despierta encadenada y encerrada en una choza en medio de la selva, bajo el cuidado de Luz (Vera), una bruja que junto con su hijo Javi (Lopez) está convencida de que su cuerpo alberga a un demonio, algo con lo que Miranda (Cortés), prima de Cristina, está de acuerdo.
Cristina vive en Estados Unidos desde hace muchos años y ya no habla español, por lo que depende por completo de Miranda para tratar de convencer a Luz y Javi de que no hay nada malo en ella, de que no hay ningún demonio en su interior, pero conforme pasan los días ella misma empieza a dudar de esa afirmación, Flashbacks a su infancia y la revelación de que la joven reportera lidia con otra clase de demonios internos ayuda a construir una envolvente historia que mantendrá al espectador en el borde de su asiento.
Una de las fortalezas de la historia es el inteligente manejo de su mitología, que toma elementos de santería, esa curiosa mezcla de brujería autóctona con temas cristianos, y los incorpora a una historia de posesiones que de otro modo resultaría convencional. Los elementos visuales que aporta el uso de rituales tradicionales de la provincia mexicana son mucho más interesantes que un exorcismo eclesiástico realizado por un cura, y los realizadores sacan todo el jugo posible al austero escenario de la choza en medio de la jungla.
Además del gran manejo de la perturbadora y creciente tensión en el corazón de su relato, Gabriel y Alender agregan una fuerte carga de comentario social y cultural a la historia. Cristina dio la espalda a su pasado, renunciando a su legado cultural, y removida de la tierra y pueblo en que nació, su entendimiento e identificación con las tradiciones y cultura locales son ahora tan estrechos y reducidos como la misma habitación en que está recluida. Su escepticismo y modo de menospreciar las viejas formas crean un contexto que refuerza el impacto de la historia.
Los demonios internos que Cristina representan un interesante paralelo a la idea de la posesión, y los ritos con que Luz y Javi intentan limpiarla toman un inesperado peso simbólico que, combinado con una gran labor de fotografía y un hábil uso de efectos prácticos resultan en una absorbente historia que revitaliza y da nueva vida al aparentemente desgastado subgénero de posesiones en una historia que ofrece mayor relevancia cultural de la que uno pudiera esperar de una modesta producción independiente.
Canales lleva años trabajando como actriz, y pese a que puede ser un rostro apenas recordado por un puñado de papeles secundarios o incidentales en historias de horror, sobre todo en televisión, pero aquí hace un gran trabajo en el papel de Cristina, así que no me sorprendería que The Old Ways ayude a darle una merecida visibilidad incluso más allá del género de horror. Vera y Lopez son un par de sólidos veteranos del género y su experiencia ayuda a anclar la historia de una forma efectiva y en apoyo a la destacada labor de la protagonista.
No quiero ahondar en detalles de la trama, pues soy de la idea de que vale la pena experimentar de primera mano la astuta construcción argumental realizada por Gabriel y Alender en esta película, cuya forma de integrar tradiciones y costumbres mexicanas a uno de los subgéneros más explotados del cine de horror puede servir como ejemplo a otros realizadores y provocar una nueva oleada de historias que escarben en la riqueza cultural de otras partes del mundo en busca de nuevas formas de explorar viejos miedos.
The Old Ways es una inteligente deconstrucción del género de posesiones que prueba que siempre hay un modo de hallar nuevos ángulos incluso en las ideas más gastadas. Si les gusta el horror es una historia que los puede sorprender, por lo que recomiendo dejen de lado cualquier posible prejuicio y le den una oportunidad. Podrían llevarse una agradable sorpresa. Sin duda se trata de una película bastante recomendable.
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