Continúa la andanada de películas que no llegaron a cines debido a la pandemia, y una reciente adición al catálogo de Netflix es Love and Monsters (Amor y Monstruos), película de aventuras dirigida por el sudafricano Michael Matthews sobre un guión de Brian Duffield (creador de The Babysitter - La Niñera) y Matthew Robinson (Monster Trucks), que cuenta con las actuaciones de Dylan O'Brien (The Maze Runner), Jessica Henwick (Iron Fist, Underwater), Michael Rooker (Guardians of the Galaxy) y Ariana Greenblatt (Avengers: Infinity War).
La película es una producción de Paramount Pictures originalmente títulada Monster Problems, y estaba programada para su estreno en cines en febrero de 2021, pero ante la situación global el estudio decidió lanzarla como video on demand en octubre pasado y estrenarla en las partes de Estados Unidos donde había cines operando. En cuanto al resto del mundo, Netflix adquirió los derechos internacionales y liberó la película el pasado 14 de abril.
La historia sigue a Joel Dawson (O’Brien), un joven sobreviviente a un apocalipsis en que la mayor parte de la fauna en la Tierra mutó, convirtiéndose en monstruos gigantes que provocaron el colapso de la civilización y el exterminio del 95% de la especie humana. Joel vive en un búnker subterráneo entre parejas sexualmente activas, lo que le provoca cierta frustración, pues justo antes de ocultarse bajo tierra se separó de Aimee (Henwick), su novia, que sobrevivió y está en otro búnker, a 130 kilómetros de distancia, y de vez en cuando hablan por la radio.
Joel sufre de ansiedad y se paraliza en situaciones de tensión, lo que lo hace inútil en su situación actual, pues no puede salir a buscar alimentos o participar en las labores de defensa del búnker, así que es el cocinero del grupo. Luego de que un insecto gigante irrumpe en el búnker y Joel es incapaz de actuar, decide que debe hacer algo para cambiar su situación, así que informa a sus compañeros que ha decidido ir a donde está Aimee para reunirse con ella tras siete años separados.
Al no lograr disuadirlo, sus compañeros le preparan un mapa y le dan consejos para sobrevivir los siete días que le tomará el viaje, aunque no creen que lo logre. Joel no sabe orientarse y deambula sin rumbo. Boy, un perro que ha sobrevivido por su cuenta, le salva la vida y se convierte en su compañero de viaje. Tras otro encuentro cercano con la muerte es salvado por Minnow (Greenblatt) y Clyde (Rooker), dos supervivientes que le enseñan habilidades básicas de supervivencia antes de tomar caminos separados.
A lo largo del viaje Joel aprende mucho sobre sí mismo y crece como persona, pero al mismo tiempo se pregunta si tomó la decisión correcta al abandonar su hogar sin siquiera discutirlo con Aimee, pues no tiene forma de saber si ella es la misma persona que hace siete años o si sus sentimientos son los mismos de antes. Lleno de dudas y enfrentando toda clase de peligros, Joel llega a su destino, pero lo que encuentra no es lo que esperaba, y su nuevo yo será puesto a prueba si es que él y quienes le rodean tienen esperanzas de sobrevivir.
La trama no ofrece mucha originalidad más allá de su presentación, pero es una entretenida aventura aderezada con humor, tensión y chispazos de acción, los cuales estallan en el clímax de la película. El guion de Duffield y Robinson emplea un voiceover en primera persona como hilo conductor, y es la personalidad que O'Brien imprime al personaje de Joel lo que lo hace funcionar. Se trata de un chico agradable y optimista que se emociona con facilidad, características que ayudan a que el espectador simpatice con él.
Aunque el guion no se molesta en desarrollar a cualquier personaje que no sea Joel, hace un buen trabajo al no limitarlo al enamorado joven capaz de todo por su amada, y a lo largo de la historia ofrece momentos emocionales, tanto a través de flashbacks a su vida antes de la tragedia o la pérdida de sus padres, como en su forma de interactuar con quienes lo rodean, ya sean Boy, Minnow o Clyde, o incluso un viejo robot, lo que añade a la historia un corazón que compensa muchas de sus limitaciones y deficiencias.
Aunque la filmografía de Michael Matthews se reducía a sólo una película, Five Fingers for Marseilles (2017), que gozó de éxito y reconocimientos en festivales africanos, es difícil no ver su trabajo en Love and Monsters como una audición para Hollywood, donde sin duda hallará más de comedia de acción en busca de un director capaz. El último acto de la película es un montaje de acción que añade un poco de peleas cuerpo a cuerpo a otro ataque de un monstruo, y está ejecutado de forma limpia, lo que ayuda a cerrar la cinta de forma muy competente.
En resumen, Love and Monsters es una muy entretenida película de aventuras que captura una bienvenida sensación de peligro, a la que añade elementos de romance, comedia y acción de una forma que hace lucir tanto al director como a su carismático protagonista. Sin duda se trata de una cinta bastante recomendable y una excelente manera de pasar un par de horas.
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