Desde hace unos meses me he convertido en invitado recurrente del podcast De la Ciencia a la Ficción, conducido por Héctor McCoy, y en el episodio más reciente hablamos de The Thing (La Cosa o La Cosa del Otro Mundo), enfocados en la versión de 1982 dirigida por John Carpenter, pero incluyendo también las versiones de 1951 y 2011, además de la historia que les dio origen, y de otras secuelas y derivados literarios y en pantalla. No veía la versión de 1951 desde mi adolescencia, y la invitación al podcast fue un excelente pretexto para revisitarla.
La llegada de esta historia al cine se dio de mano de un creciente interés en la ciencia ficción, sobre todo con historias en las que era habitual hallar tintes de horror y suspenso, que solían explotar la paranoia y desconfianza que darían origen a la llamada Guerra Fría.
El famoso director Howard Hawks fue responsable de producir The Thing from Another World, y se sabe que participó, sin crédito, en el desarrollo del guion, que muestra algunos de los temas característicos de su obra, además de que era mentor de Christian Nyby, director de la película, y no es extraño encontrar que en algunas partes se le dé crédito como director, o incluso que haya quienes aseguren que él la dirigió y sólo dio crédito a Nyby para que este pudiera ingresar al gremio de directores.
La adaptación de la historia estuvo a cargo de Charles Lederer, con añadidos y correcciones tanto de Hawks como de su colaborador habitual Ben Hecht, ambos sin crédito. La producción fue realizada por Winchester Pictures Corporation, compañía productora propiedad del propio Hawks, y distribuida por RKO Pictures. La cinta cuenta con las actuaciones de Margaret Sheridan, Kenneth Tobey, Robert Cornthwaite, Douglas Spencer y James Arness.
La historia sigue a un grupo de militares de la fuerza aérea estadounidense bajo las órdenes del Capitán Hendry (Tobey), quines son enviados a una base de investigación cercana al Polo Norte luego de que el científico a cargo de las instalaciones, el Dr. (Cornthwaite), reporta la aparente caída de una aeronave en las inmediaciones de la estación. Tras revisar el área encuentran un platillo volador incrustado en el hielo, pero al intentar sacarlo lo destruyen accidentalmente. Aun así, encuentran al presunto piloto, un humanoide de gran estatura, y cortan el bloque de hielo en que quedó atrapado para llevarlo de vuelta a la base.
Ahí toman turnos para vigilarlo, pero cuando el hielo se derrite la criatura (Arness) escapa y se da una discusión entre el Dr. Carrington y los militares sobre cómo proceder, pues mientras el científico desea tratar de establecer comunicación, los militares quieren destruirlo, sobre todo luego de hallar evidencia no sólo de que se trata de algo muy peligroso, sino también de que es capaz de reproducirse a gran velocidad, por lo que resulta esencial impedir que pueda escapar hacia la civilización o alguna zona con mejor clima y más población. ¿Podrán hallar el modo de destruirla antes de que acabe con ellos?
La película es un tenso thriller de ciencia ficción y suspenso que insinúa el clima de paranoia que marcaría al cine de género durante la década siguiente y por buena parte de la Guerra Fría. Esto es acentuado por la decisión de los realizadores de mantener oculta por el mayor tiempo posible la amenaza que se cierne sobre los protagonistas y enfocando la historia en la creciente tensión entre los ocupantes de la base. Carrington cree que se trata de una criatura superior y que su sola presencia puede abrir las puertas a un mayor conocimiento, en tanto que Hendry considera que no es más que una amenaza que no debe quedar libre por el mundo.
No es difícil entender por qué muchos creen que Hawks dirigió la película. después de todo, los ágiles intercambios entre sus personajes y la presencia de una mujer fuerte y sin inhibiciones, en este caso Sheridan en el papel de Nikki, la secretaria del Dr. Carrington, eran algunos de los sellos distintivos del realizador de películas como Bringing Up Baby, Only Angels Have Wings, His Girl Friday o The Big Sleep, pero hay que recordar que la versión final del guion pasó por sus manos y la de uno de sus colaboradores regulares, y que Nyby admitió en varias ocasiones que había tratado de seguir la distintiva fórmula de trabajo de su mentor.
En muchos aspectos la película es producto de su época. El guion establece a los personajes como personas agradables y con buena química entre ellos. A pesar del tono de suspenso, el romance entre Hendry y Nikki recibe espacio suficiente para desarrollarse, y en general la película avanza gracias a los diálogos y sin llegar a tomarse demasiado en serio, lo que no afecta los momentos de mayor tensión. Mucha de la violencia sucede fuera de cuadro, pero los diálogos nos mantienen al tanto de las acciones de la criatura, y cada aparición de la imponente presencia física de Arness, quien medía 2 metros de alto, es aprovechada con gran efecto.
La película cierra con una frase del periodista en la base, que hace una advertencia a la audiencia, algo que se convertiría en un elemento común en mucho del cine de horror y ciencia ficción a lo largo de la década. Aunque el concepto de lo que es una película de horror ha cambiado a lo largo de los años, el clima de suspenso y tensión está tan bien logrado que la película funciona siempre que uno no tenga expectativas basadas en tendencias más recientes. John Carpenter solía referirse a ella como una de sus películas favoritas de todos los tiempos, y ésa fue la razón por la que tres décadas más tarde quiso hacer su propia versión.
The Thing from Another World es un clásico del horror y ciencia ficción, y pese a que su edad es evidente en cada escena, sigue siendo un buen ejemplo de lo mejor que el cine de esos géneros ha producido a lo largo de los años. Lamentablemente la película no está disponible en ninguno de los servicios de streaming más populares, aunque es posible comprarla o rentarla en varias plataformas digitales. Sin duda una película bastante recomendable.
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