miércoles, 5 de mayo de 2021

Comicteca - JLA: The Nail, de Alan Davis

Siempre he creido que la capacidad de los cómics de superhéroes para ofrecer historias originales se ve limitada por la continuidad. Algunos personajes tienen hasta ochenta años de un canon que no siempre puede ajustarse, y ése es uno de los grandes atractivos de leer historias alternas. Marvel ha tenido varias versiones de What If...? y DC Comics tuvo el sello Elseworlds, que ofrecían a los autores la libertad de explorar otras versiones de los héroes e historias favoritos de todos.

El cómic que quiero recomendar en esta ocasión es JLA: The Nail, publicado en 1998 bajo el sello Elseworlds, y obra de Alan Davis y Mark Farmer. Davis es un dibujante inglés más conocido por su trabajo en Excalibur y Detective Comics, y Mark Farmer es el entintador con quien más se le identifica. Davis es también un escritor bastante capaz, y a partir de los 1990 era bastante común que él mismo se encargara de realizar los argumentos de las historias que dibujaba.

En el caso de JLA: The Nail, el autor usó un proverbio popular como base para construir una historia de un mundo alterno para los héroes más poderosos de DC.

El proverbio en cuestión deriva de un verso del siglo XVII de George Herbert que ha tenido muchas variaciones a lo largo del tiempo. La usada por Davis reza lo siguiente:

For want of a nail the shoe was lost,
for want of a shoe the horse was lost,
for want of a horse the knight was lost,
for want of a knight the battle was lost.
So it was a kingdom was lost – all for want of a nail.

Y podría traducirse como

Por falta de un clavo la herradura se perdió,
por falta de una herradura el caballo se perdió,
por falta de un caballo el caballero se perdió,
por falta de un caballero la batalla se perdió.
Así fue como un reino se perdió, y todo por falta de un clavo.

El proverbio hace referencia al enorme impacto que puede llegar a tener el menor de los problemas, y Davis lo proyecta sobre el mundo de los héroes de DC al dar un papel diferente a su clavo. Veinticuatro años atrás, Jonathan y Martha Kent, una pareja de granjeros de Kansas, cancela una visita al cercano pueblo de Smalville porque un clavo pinchó un neumático de su camioneta. Como resultado, nunca fueron testigos de la caída de un meteorito, el cual en realidad era una nave espacial que traía en su interior al último sobreviviente del planeta Kriptón. Así que este es un mundo donde Superman no existe.

Batman, Wonder Woman, Green Lantern, Flash, Aquaman, Atom, Hawkwoman y el Martian Manhunter son la Justice League, pero en este mundo existe un gran temor y desconfianza hacia los superhéroes gracias a una campaña de desprestigio encabezada por Perry White y orquestada con el apoyo y beneplácito de Lex Luthor, alcalde de Metropolis, y Jimmy Olsen, adjunto del alcalde. Cuando un enfrentamiento entre Batman y el Joker tiene trágicas consecuencias ante los medios de comunicación, el gobierno tiene el pretexto ideal para prohibir las actividades metahumanas y encarcelar a héroes y villanos por igual.

Poco a poco se revela la verdad tras la conspiración en contra de los superhéroes, que necesitarán toda la ayuda posible si es que el mundo tiene esperanzas de sobrevivir. No pienso contar más acerca de la trama, pues eso arruinaría algunas de las muchas sorpresas que nos ofrece esta entretenida historia, desde la identidad de los villanos hasta el paradero de Kal-El, y pasando por muchos otros detalles que hacen alusión a historias clásicas de DC e incluyen otros rincones del Universo DC, incluyendo el espacio exterior.

Davis hace gala de gran familiaridad con los héroes de DC y presenta de forma breve pero clara los elementos más representativos de la personalidad de cada uno de estos personajes, facilitando que el lector se involucre rápidamente con la historia. además, se trata de un cómic particularmente atractivo, pues fue realizado en el apogeo de su carrera como dibujante. El entintado de Farmer siempre ha sido un excelente complemento al limpio trazo de Davis, y en este caso luce aún más gracias al papel usado en el formato Prestige en que se publicó esta miniserie, el cual también hace lucir los brillantes colores de Trish Mulvihill.

Aunque se trata de una historia muy satisfactoria, sus tramas secundarias dejaron algunos cabos sueltos, que fueron atendidos en JLA: Another Nail, una segunda miniserie publicada en 2004 bajo el mismo formato, la cual, pese a que no logra capturar la misma sensación de frescura y sorpresa de la miniserie original, es una secuela bastante digna que da cierre a esta peculiar versión del Universo DC. La segunda miniserie fue coloreada por John Kalisz, y en su momento cada una de los dos miniseries fue recopilada en un tomo de pasta blanda meses después de su publicación, The Nail en 1998 y Another Nail en 2005.

El sello Elseworld fue retirado por DC, pero algunas de sus historias más populares han aparecido en ediciones más recientes, y este par de historias fueron reunidas por primera en un sólo tomo en 2017 en una edición de pasta dura titulada JLA: The Nail/Another Nail: Deluxe Edition. El año pasado apareció una versión en pasta blanda bajo el título de Justice League of America: The Nail: The Complete Collection, el cual es fácil hallar en tiendas de cómic y librerías en línea. En el 2000 Grupo Editorial Vid publicó en México la miniserie original, y no estoy seguro de que alguna vez se haya editado en México la secuela.

Si les gustan las historias de superhéroes, y en particular si son fans de la Justice League o de los héroes de DC Comics, éste es un cómic que no deberían pasar por alto. No sólo se trata de una entretenida historia que resalta muchos de los aspectos más atractivos del género de superhéroes y una celebración de la Justice League, sino que además representa una oportunidad de apreciar el trabajo de uno de los grandes maestros narrativos del medio en lo que fue uno de sus mejores periodos creativos.

Sin duda alguna JLA: The Nail es una historia que merece un lugar especial en la comicteca de todo aficionado al género de superhéroes. Lectura bastante recomendable.

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