martes, 18 de mayo de 2021

Oxygène (Oxígeno) [Netflix, 2021], de Alexandre Aja

Oxygène (Oxígeno) es la más reciente película del aclamado director francés Alexandre Aja, conocido por películas de terror como Haute Tension (El Despertar del Miedo), el remake de The Hills Have Eyes (El Despertar del Diablo), Horns (Cuernos) y Crawl (Infierno en la Tormenta). La cinta, estrenada por Netflix alrededor del mundo el pasado 12 de mayo, se realizó sobre un guion de Christie LeBlanc. y cuenta con las actuaciones de Mélanie Laurent, Mathieu Amalric y Malik Zidi.

Se trata de un proyecto en marcha desde 2017. El guion de LeBlanc, entonces llamado O2 fue parte de la Lista Negra (el listado de los mejores guiones que Hollywood eligió no producir) de 2016. Anne Hathaway iba a producirla y protagonizarla, con la idea de tener a Franck Khalfoun como director. Hathaway dejó el proyecto en 2020 y la reemplazó Noomi Rapace, que coproduciría junto a Alexander Aja, pero la actriz sueca prefirió sólo producir y no actuar en la película. Khalfoun fue sustituído por el propio Aja como director de la cinta ahora llamada Oxygène, y poco después se anunció al elenco formado por los franceses Laurent, Amalric y Zidi.

La historia sigue a Liz Hansen (Laurent), una mujer que despierta al interior de una cámara criogénica entre sonidos de alerta indicando bajos niveles de oxígeno. Liz no sabe cómo llegó ahí y de hecho no recuerda nada, ni siquiera su nombre. Todos sus recuerdos son una serie de confusos y entrecortados flashbacks que solo le provcan mayor confusión. Su única compañía y posible guía para entender y resolver su situación es una inteligencia artificial llamada MILO (la voz de Amalric), que le informa que su cámara pierde oxígeno de forma acelerada.

Liz debe hallar el modo de resolver el misterio de su identidad, averiguar la forma y razones que la llevaron a estar en una cámara criogénica, y descubrir el modo de sobrevivir antes de que el oxígeno se agote. La computadora le informa que envió una alerta informando del problema, pero sin respuesta, y que tratar de abandonar la cámara pondría en riesgo su vida, lo que parece sumar aún más misterios a su situación. ¿Por qué no puede recordar nada de su pasado salvo imágenes de momentos inconexos? ¿Quién es y dónde está el hombre en sus visiones (Zidi)? ¿Por qué nadie respondió al llamado de MILO? ¿Porque nadie le da respuestas?

Algo que separa a Oxygène de otras películas de misterio o ciencia ficción, que suelen jactarse de "plantear las preguntas e invitar a la audiencia a pensar", es que todas las respuestas están la historia, y para cuando ésta concluye el espectador puede ver cómo encajan todas las piezas del rompecabezas. La primera media hora es muy efectiva al plantear la situación y enfatizar el ambiente claustrofóbico en que Liz se encuentra. Sí, tiene una supercomputadora a su alcance, pero ésta, como toda "inteligencia artificial", no piensa por sí misma, y es necesario hacerle las preguntas correctas y de la forma correcta para obtener información.

La naturaleza de la película exige mucho de su protagonista, pues al ser la única persona a cuadro (más allá de los flashbacks que insinuan una vida anterior), debe usar su impresionante rango actoral para proyectar el estado mental y emocional de su personaje, usando prácticamente sólo su rostro y voz para proyectar emociones que van del miedo y la ira a una profunda soledad y tristeza, y Laurent cumple con creces con la responsabilidad de cargar todo el peso dramático de la cinta con el único apoyo de la voz de Amalric, que como MILO resulta ser compañía casi tan reconfortante como HAL en 2001: A Space Odyssey o Ash en Alien...

La película depende en buena medida de la construcción y gradual develación de sus misterios, así que la segunda mitad de la historia está llena de revelaciones que se alternan en ofrecer respuestas o plantear nuevas interrogantes, así que casi cualquier otra cosa que comente acerca de la trama podría considerarse como un spoiler. Baste con señalar que con esta película Alexandre Aja se confirma como un director capaz de construir tensión y drama en casi cualquier situación, y en equipo con una actriz tan completa como Laurent es capaz de crear experiencias totalmente absorbentes.

En resumen, Oxygène es una película que se las arregla para combinar drama y suspenso en una historia que explora la naturaleza de la pérdida pero sin renunciar por completo al optimismo que permea la historia, sobre todo una vez que se revela la imagen completa. Sin duda una de las opciones más recomendables en cualquiera de las múltiples plataformas de streaming. Por cierto, sé que hay a quienes no les gusta leer subtítulos, pero les advierto que de ver la película doblada se perderán la mayor parte de la actuación de Laurent.

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