Freaky (Freaky: este cuerpo está para matar, 2020)

Christopher Landon se ha hecho de nombre en el cine de horror, al que se movió tras escribir la entretenida y hitchccockiana Disturbia (Paranoia, 2007). Desde 2010 se hizo cargo de escribir las secuelas de Paranormal Activity (Actividad Paranormal), de las que además dirigió las dos últimas, y escribió y dirigió las comedias de horror Scouts Guide to the Zombie Apocalypse (A la *&$%! con los Zombis) y Happy Death Day (Feliz Día de tu Muerte). El año pasado estrenó Freaky (Este cuerpo está para matar), otra comedia de horror.

Además de dirigirla, Landon coescribió el guion con Michael Kennedy y el título original sería Freaky Friday the 13th, referencia a Freaky Friday, comedia de Disney en que una madre e hija intercambian cuerpos, y a la franquicia slasher Viernes 13. La película cuenta con las actuaciones de Vince Vaughn, Kathryn Newton, Katie Finneran, Celeste O'Connor, Misha Osherovich, Uriah Shelton y Alan Ruck. Tras debutar en el Beyond Fest en octubre de 2020, la cinta se estrenó de forma limitada el (viernes) 13 de noviembre.

La historia transcurre en el pueblo de Blissfield y sigue a Millie (Newton), una retraída adolescente que está en su último año de preparatoria y sufre de bullying por su inseguridad y tímido carácter. Hace un año que falleció su padre, y desde entonces su madre (Finneran) se refugió en el alcohol y actúa de forma sobreprotectora con ella. Sus mejores amigos, Nyla (O'Connor) y Josh (Osherovich) tratan de apoyarla para actuar con más seguridad y quizá acercarse a Booker (Shelton), un chico del que siempre ha estado enamorada.

Siguiendo la tradición de ambientar películas de horror en días festivos, la historia transcurre durante el homecoming, que muchas escuelas celebran cada otoño con un baile y un juego de fútbol americano. El pueblo tuvo un asesino famoso, El Carnicero de Blissfield, que solía matar adolescentes cada año durante la semana de homecoming, pero desapareció veinte años atrás, por lo que muchos creen que es una leyenda urbana. Claro que si fuera sólo un mito, no habría mucha historia por contar.

El asesino (Vaughn) reaparece y mata a cuatro jóvenes, lo que causa conmoción en la escuela, pero no afecta los planes de la celebración. Millie es la botarga de la escuela, y después del juego espera que su madre la recoja, pero ésta no llega, y al quedarse sola es atacada por el Carnicero, que la apuñala en un hombro con una mística daga antes de ser interrumpido por la policía. A la mañana siguiente, Millie y el asesino despiertan en el cuerpo del otro, y el criminal decide aprovechar su apariencia para sembrar el terror en la escuela.

En términos generales, más allá de la original premisa de la historia, la película tiene una trama sencilla y mayormente predecible, que lidia con los enredos que causa el inesperado cambio de actitud e imagen de "Millie", que provoca toda clase de reacciones entre sus maestros y compañeros, y los apuros que pasa la verdadera Millie en el cuerpo del asesino, que es buscado por la policía y asusta a todo el que lo ve, por lo que pasa apuros para convencer a sus amigos de que se trata de ella y necesita ayuda para recuperar su cuerpo.

Lo más destacado de la película son las actuaciones. Newton hace un gran trabajo al mostrar las dos facetas de Millie, que se transforma de una dulce inocente e introvertida joven a una fría y calculadora asesina que aprovecha los encantos que siempre ha ocultado para atraer a sus víctimas, y Vaughan se convierte en la principal fuente de risas al adoptar los manerismos de una dulce adolescente pese a sus casi dos metros de estatura y gran corpulencia, haciendo muy disfrutables todas sus interacciones con Nyla y Josh.

Landon tiene el acierto de no conformarse con seguir la comedia fácil que resulta de su premisa, y aunque sus personajes no están del todo bien desarrollados, añade una buena dosis de peso emocional a la historia al dedicar tiempo a la complicada relación entre Millie y su madre, y a explorar la posibilidad de un romance con Josh, incluso cuando las circunstancias parecen hacerlo aún más improbable de lo que era en un principio, y eso sin mencionar un poco de comentario social sobre bullying, roles de género y sexualidad adolescente.

Como suele ser el caso con las comedias de horror, la película es una carta de amor a las películas de slashers, y está llena de homenajes y referencias que van desde Halloween, Friday the 13th (Viernes 13) o Nightmare on Elm Street (Pesadilla en la Calle del Infierno) hasta Scream o I Know What You Did Last Summer (Sé lo que Hicieron el Verano Pasado), lo que seguramente hará las delicias de los aficionados al género al reconocer nombres o escenas de algunas de sus películas favoritas.

Quizá la premisa ofrecía muchas otras posibilidades que no se aprovecharon de la mejor manera y la historia se vuelve un tanto predecible, pero me parece que hay un buen balance entre la comedia y el gore propio de los slashers noventeros, pero sin depender por completo de la nostalgia, error común en celebraciones del género, y con los atractivos adicionales de una subtrama emocional bien trabajada y un elenco que, incluso en los roles secundarios menos desarrollados, funciona de buena manera en este sentido tributo al cine de slashers.

Freaky es un entretenido tributo al cine de horror de décadas pasadas, y aunque esta sangrienta y divertida película no es para todo el mundo, es la clase de cosa que puede ser del agrado de quienes gustan de este tipo de cosas. Recomendada, aunque con las reservas propias de una película explícitamente sangrienta.