viernes, 12 de noviembre de 2021

He Never Died (2015)

Las historias sobre inmortales taciturnos abundan y tienden a caer dentro del mismo molde, pero He Never Died, producción independiente escrita y dirigida por Jason Krawczyk evade los clichés, o los aborda y se mofa de ellos. Esta oscura comedia de horror es protagonizada por Henry Rollins y debutó en el festival South by Southwest en marzo de 2015 antes de llegar a plataformas de video on demand a lo largo de ese año.

La historia sigue a Jack (Rollins), un tipo callado y solitario que pasa la mayor parte del día durmiendo. Sólo sale a la iglesia, a una cafetería cercana donde siempre pide avena y té, o a encontrarse con un interno del hospital local al que compra misteriosos paquetes que después guarda en su refrigerador. Las únicas personas con las que habla son Cara (Kate Greenhouse), la mesera de la cafetería que lo encuentra atractivo aunque él parezca no darse cuenta; Jeremy (Booboo Stewart), el interno con el que hace tratos; y su casera.

Pero un día su vida se complica. Una chica aparece en su puerta, pero al verlo huye. Después se presentan dos matones que quieren hablar con él acerca de algo y a quienes termina dando una golpiza, y más tarde recibe una llamada de una antigua novia que le informa que la chica de diecinueve años que fue a buscarlo se llama Andrea (Jordan Todosey) y es su hija, y le dice que puede estar en problemas. Sale a buscarla y luego de encontrarla la lleva a casa y ella le pide quedarse un par de días.

Andrea es una chica irresponsable que sólo piensa en beber y divertirse, lo que altera la rutina de Jack. Por si fuera poco, los matones agreden a Jeremy, lo que interrumpe el suministro de lo que sea que el chico le consigue, y como resultado empieza a sufrir fuertes jaquecas y volverse irritable, así que le pide a Andrea que se vaya y no regrese. Los matones y la gente para quien trabajan insisten en meterse con él, pero pronto se darán cuenta de que fue mala idea, pues el secreto de Jack es peor de lo que podrían haber imaginado.

La trama es muy simple y hasta cierto punto predecible, aunque la interpretación de Rollins y algunas escenas bien escritas mantienen la historia en movimiento con momentos violentamente divertidos, además de se trata de una película corta (poco más de 80 minutos) que no insiste en presentar algunos de sus puntos de forma insistente, y en general maneja todo con una sutileza que, en una época en que prevalece la costumbre (y exigencia) de explicar de más cada pequeña decisión, resulta un agradable cambio.

Rollins crea un personaje intrigante de forma casi minimalista. Habla poco y suele responder con monosílabas o gruñidos, y reacciona de forma literal a muchos de los comentarios que le hacen, como si no entendiera lo que dicen los demás o simplemente no le importase, lo que le confiere una extraña cualidad de sentirse como alguien ajeno a todo lo que le rodea, con una mezcla de frialdad e indiferencia que por momentos recuerda al Terminator original o a algún visitante alienígena.

Pero conforme avanza la historia descubrimos que Jack no sólo entiende todo, sino que es una persona muy articulada e inteligente que por razones personales prefiere no interactuar con nadie o minimizar el trato con quienes le rodean. Rollins hace un gran trabajo al proyectar reacciones y pensamientos mediante sutiles gestos y lenguaje corporal que, pese a los pocos diálogos, transmite a la perfección todo lo que sucede, como ocurre, por ejemplo, en una sutil secuencia que muestra la manera en que sale a "cazar".

El personaje parece perfecto para Rollins, que es alguien grande y corpulento que proyecta fortaleza pero sin llegar a ser físicamente imponente, y eso le va muy bien a la parte. Además, el actor conserva de sus años como cantante punk ese característico aire de desdén por lo que piensen los demás, lo que complementa a la perfección la total indiferencia de Jack por todo lo que sucede a su alrededor, y es parte de lo que hace del personaje una figura intrigante sobre la que quisiéramos saber más.

Por otro lado, la forma en que el personaje actúa cuando debe recurrir a la violencia es otra de las razones por las que Rollins resultó una elección ideal. Jack es fuerte, pero no a niveles superhumanos, y depende más de su gran resistencia para salir avante de cualquier pelea, lo que de cierto modo lo convierte en un trágico antihéroe, pues posee la fuerza suficiente para ser consciente de que puede ganar cualquier pelea, pero carece de la fortaleza interior necesaria para usar su fuerza en beneficio de los demás.

El bajo presupuesto de la cinta queda de manifiesto en las limitadas locaciones usadas para filmar, así como en la forma en que el director evita mostrar a cuadro mucho de las peleas, pues la mayoría de la acción queda implícita, y sólo vemos el inicio y en ocasiones el resultado. A pesar de ello, las peleas que vemos están bien coreografiadas y filmadas, y no se escatima el uso de sangre y violencia gráfica, lo que puede no ser del agrado de algunos espectadores, aunque probablemente no sean la case de gente a quien está dirigida la película.

He Never Died es una película difícil de describir o etiquetar, pues en muchos sentidos es la historia de un monstruo que está consciente de lo que es, pero no le interesa buscar la redención ni hallar el modo de sacudirse la culpa. Pero también es una historia sobre criminales que deben enfrentar el precio de sus acciones al toparse con un antihéroe casi nihilista a quien lo que menos le interesaba era enfrentarlos o detenerlos.

Nada de eso parece describir una comedia, pero pese a lo oscuro de la trama se trata de una película bastante divertida que depende en buena medida del trabajo de Rollins. La monotonía con que se expresa contrasta con sus reacciones a ciertas situaciones, y de no ser por la parca manera de recitar sus parlamentos la historia sería absurda o incluso una farsa. El resultado es un intrigante personaje que me hace lamentar que los planes de una secuela y una miniserie se hayan venido abajo, aún si hay una película paralela, She Never Died.

He Never Died es un violento pero divertido thriller de horror y crimen lleno de comedia oscura construida alrededor de un personaje que saca un inesperado provecho de muchos clichés, y a pesar de que se enfoca más a explorar a ese personaje que a contar una historia, y siempre y cuando no tengan problema con el uso de humor blasfemo o violencia extrema presentada de forma gráfica, puede resultar de su agrado. Recomendada, pero con las reservas correspondientes. Esta película está disponible en el catálogo de Netflix desde 2016.

2 comentarios:

  1. Amo este tipo de historias en todas sus presentaciones dado que yo amaría ser inmortal, es de mis fantasías. Hasta tengo mi top ten de inmortales favoritos en mi blog. Buscaré ver esta película que reseñaste, a ver qué tal.

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    1. Sí, el tema de la inmortalidad suele dar pie a historias interesantes. Si la ves, espero que te guste. Yo ya ando buscando la secuela/remake.

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