Los cierres de cines y retrasos en producciones a causa de la pandemia dieron oportunidad a las plataformas de cine de adquirir muchas películas que fueron hechas con intención de proyectarse en cines, y ése es el caso de Red Notice (Alerta Roja), comedia de acción estrenada en Netflix el pasado 12 de noviembre luego de un limitado estreno en cines de EEUU la semana previa.
John Hartley (Johnson) es un agente del FBI a cargo de realizar perfiles de criminales que está tras la pista de un par de ladrones de arte que pretenden robar unas valiosas joyas egipcias. En Roma tiene un encuentro con Nolan Booth (Reynolds) justo cuando éste acaba de robar una de las mencionadas joyas. Tras una entretenida persecución Booth escapa, pero más adelante es arrestado por la Interpol, con quien Hartley colabora, siguiendo datos que le proporciona "Bishop", seudónimo de la otra ladrona de arte (Gadot).
Poco después del arresto, el propio Hartley cae preso, víctima de una campaña que la misma Bishop orquestó para sacarlo de la jugada. Recluido en la misma prisión que Booth, el agente debe hacer una alianza con el ladrón para escapar, detener a Bishop y limpiar su nombre, lo que resulta en una serie de persecuciones, peleas y aventuras varias alrededor del mundo mientras intentan atraparla y descubrir el paradero de la tercera y misteriosa joya que completa una valiosa colección.
En términos generales, la película es entretenida pese a sus muchos problemas, y lo que debió ser una aventura divertida y memorable, queda en un entretenimiento desechable que cualquiera puede disfrutar por un par de horas incluso si a los pocos días se convierte en un borroso y confuso recuerdo. Y el problema es fácil de identificar: se trata de una película sin personalidad, una colección de elementos que en el papel parecen la receta para crear una exitosa franquicia, pero nadie se molestó en integrar de buena manera.
Casi todo lo que funciona obedece al carisma de sus protagonistas y a la gran química que existe entre Johnson y Reynolds, que se convierten en la más reciente iteración de la pareja dispareja que tan bien ha funcionado en decenas de buddy movies a lo largo de los años. Pero ni siquiera eso es producto de un buen guion o de la dirección de Thurber, pues sólo se hace a un lado y deja que ambos actores hagan lo mismo que hacen en todos sus proyectos desde hace años y que es justo lo que les ha dado éxito y popularidad.
En ese sentido, Gadot es la tercera rueda que la bicicleta no necesitaba. Sí, es una mujer preciosa que roba cámara cada que aparece, pero su personaje es aún más vacuo y acartonado que los de sus coestrellas, además de que no parece compartir la química de trabajo entre ellos. No sé si sus partes de comedia se sienten fallidas como consecuencia de lo mismo o simplemente es que no estaba en la misma frecuencia, pero el caso es que no funciona, y el problema de química se hace más evidente luego de un giro argumental muy específico.
Hace mucho que se critica a las producciones originales de Netflix por considerar que parecen creadas de acuerdo a instrucciones de un algoritmo, y esta costosa cinta de acción no ayudará en nada a rebatir esa idea, pues da la impresión de que en vez de idear y escribir una divertida historia que aprovechara las habilidades y carisma de sus protagonistas queda la sensación que hicieron una lista de los elementos necesarios para crear un exitoso blockbuster que diera pie a la creación de una franquicia.
¿Carismática estrella de acción? Seguro. ¿Comediante divertido y capaz de hacer acción? Confirmado. ¿Hermosa, ingeniosa y traicionera femme fatale? Preparada. ¿Escenarios exóticos? Listos. ¿Policías decididos pero superados por los criminales a cada paso del camino? En su lugar. ¿Rebuscadas escenas de acción aderezadas con una pizca de humor? Presentes. ¿Artefactos históricos e increíblemente valiosos que ameriten tantos problemas? Preparados. ¿Giros argumentales? A manos llenas.
El resultado se siente como un cóctel realizado con elementos de Raiders of the Lost Ark, National Treasure, Dirty Rotten Scoundrels y una pizca de Bond, pero sin el trabajo necesario para hacer que cuaje y produzca algo nuevo. Entre la falta de caracterización y lo artificial del conflicto y escenarios, la película se vuelve un tanto predecible, y eso es lo peor que le puede pasar a una película cuya trama parece depender de los "sorpresivos" giros argumentales, y lo poco que salva se debe al show de Reynolds y Johnson.
Hace tiempo que es evidente que Netflix busca crear sus propias franquicias, pero parecen estar buscando en los lugares equivocados, ya sea por tratar de imitar el tono o características de productos exitosos (lo que explica la adquisición de los cómics de Mark Millar), o por adquirir propiedades que en el papel siguen una fórmula que dio resultado en las producciones de alguien más. La última escena apunto justo a la intención de crear una franquicia, pero si eso llega a suceder, espero trabajen para darle personalidad a la propiedad.
Red Notice es una película entretenida pero olvidable, ideal para matar un par de horas pero decepcionante si son de los que esperan algo más de una pieza de entretenimiento de tan alto perfil. Recomendada, pero con muchas reservas.
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