Una de las series de Netflix mejor recibidas en el primer trimestre del año fue la producción original francesa Lupin, desarrollada por George Kay y François Uzan, y que toma inspiración en el personaje de Arsène Lupin, un caballero ladrón creado por Maurice Leblanc y protagonista de decenas de historias publicadas en el primer cuarto del siglo XX. La primera parte de la serie consta de cinco episodios, que comenté hace unos meses, y la segunda, estrenada el pasado viernes 11 de junio, añade cinco capítulos más.
Esta segunda parte abandona el subtítulo usado en la primera, Dans L'Ombre D'Arsène (A la Sombra de Arsène), aunque la historia es una continuación directa que parte justo después del cliffhanger con que cerró aquella. Por la misma razón, aunque mis reseñas jamás incluyen spoilers, algunos de mis comentarios podrían revelar detalles de la entrega anterior que podrían considerarse como tales, así que si no la han visto y tienen intención de hacerlo, quizás sería buena idea dejar de leer en este momento y guardar mis comentarios para después de que se hayan puesto al día.
Como comenté en aquella ocasión, la historia sigue a Assane Diop (Omar Sy), un ladrón profesional que ha modelado su vida y carrera alrededor de los atributos y habilidades del popular personaje literario, a quien adora desde la infancia gracias a su padre, quien es además la motivación tras las acciones que Assane emprende a lo largo de la serie. Todo empieza con el robo de un valioso collar exhibido en el Louvre ("El Collar de la Reina", referencia a una historia de Leblanc), joya que guarda un significado personal para Assane y es el foco de su conflicto con la acaudalada familia Pellegrini.
Y es que 25 años atrás Hubert Pellegrini (Hervé Pierre) acusó a su padre de robar el collar y murió en la cárcel, incapaz de probar su inocencia. La reaparición de la joya tras una vaga explicación del rico empresario es la oportunidad perfecta para exponer al corrupto millonario, pero los recursos e influencia de éste complican las cosas y ponen en peligro a Raoul (Etan Simon), el hijo de Assane. Con ayuda de su mejor amigo, Benjamin (Antoine Gouy), y el inusual aliado que representa el detective Guedira (Soufiane Guerrab), Assane intentará evadir a la policía y seguir su cruzada contra Pellegrini.
Además de los actores ya mencionados, retoman sus papeles de la primera parte Ludivine Sagnier (Claire, esposa de Assane), Vincent Londez (el Capitán Laugier), Shirine Boutella (la detective Sofia Belkacem), Vincent Garanger (el Comisionado Dumont) y Clotilde Hesme (Juliette Pellegrini, la hija de Hubert). En general el trabajo actoral del elenco es sobresaliente, comenzando por el propio Sy. En cuanto a la dirección, ahora hay dos episodios dirigidos por Ludovic Bernard y tres más por Hugo Gélin (director y guionista de la excelente Mon Inconnue - Amor a Segunda Vista), y todos los guiones son de Kay y Uzan.
El desarrollo de la trama obliga a alejarse un poco del tema de las habilidades como ladrón de Assane, pero las situaciones que enfrenta destacan su talento para escapar de las situaciones más complicadas, además de su ya establecida capacidad de disfrazarse para pasar desapercibido en las condiciones más improbables, sobre todo si tomamos en cuenta la corpulencia de Sy, cuya imponente figura parece demasiado grande como para perderse entre un grupo de gente sin importar que tan nutrido sea éste. Otro elemento importante que persiste en esta segunda parte es su habilidad para planear cada acción.
Los guiones de Kay y Uzan hacen un gran trabajo al mantener un balance entre la intriga y suspenso de la historia con el desarrollo de personajes, y aunque la serie podría ser descrita como un thriller criminal, incluye suficiente acción y humor como para resultar entretenida para una gran variedad de audiencias. Una vez más hacen un uso muy efectivo de flashbacks para justificar y explicar partes de la trama, y los jóvenes Mamadou Haidara (Assane), Ludmilla Makowski (Claire) y Adrian Valli De Villebonne (Ben), hacen un gran trabajo al dar vida a las versiones adolescentes de sus personajes.
Los diez episodios que integran las dos partes de la serie forman una sola historia, y me sorprende un poco que no hayan sido presentados como una sola temporada. Como sea, a pesar de que existe una resolución al conflicto planteado desde el inicio de la serie, el mundo construido y los personajes que lo habitan están tan bien realizados que no fue ninguna sorpresa descubrir que Netflix ya confirmó que habrá una tercera parte, sin ofrecer más detalles acerca de la posible fecha de estreno o directores involucrados.
Lupin es una entretenida y cautivadora serie que mezcla intriga, suspenso, acción y humor de forma muy efectiva, y aunque propulsada por personajes muy humanos y un protagonista carismático y talentoso, y sin duda se trata de una excelente opción de entretenimiento para público de todas las edades. Sin duda se trata de una opción más que recomendable.
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