Las tendencias en el entretenimiento son tendencias, que es por lo que existen los remakes e intentos por emular el tono de historias de décadas pasadas. Por ejemplo, se puede argumentar que Stranger Things debe mucho a películas como The Goonies, pero por sus elementos de horror creo que tiene una deuda mayor con una cinta menos conocida pero que es un referente del horror y fantasía de los 1980: The Monster Squad.
The Monster Squad (El Escuadrón de los Monstruos o El Escuadrón anti-Monstruos) es una comedia de horror de 1987, coescrita por Fred Dekker y Shane Black, y dirigida por Dekker. Éste último no hizo carrera como director (más allá de Robocop 3) pero se volvió script doctor, labor que rara vez recibe crédito, mientras que Black halló éxito como guionista (Lethal Weapon, The Last Boy Scout, Last Action Hero) antes de volverse director (Kiss Kiss Bang Bang, Iron Man 3, The Nice Guys, The Predator).
En su momento The Monster Squad fue un fracaso en taquilla, pero al paso de los años se volvió una cinta de culto y es muy apreciada por quienes la vimos en nuestra infancia o adolescencia. La trama parte cien años atrás, cuando el profesor Abraham Van Helsing (Jack Gwillim) trató de usar un antiguo amuleto místico para enviar a Dracula (Duncan Regehr) al limbo, pero fracasó en su intento.
En el presente (¡los 1980!), Dracula planea usar el mismo amuleto para apoderarse del mundo, y los únicos que pueden detenerlo son unos chicos de secundaria de un pequeño pueblo en Estados Unidos. Sean Crenshaw (Andre Gower) es el líder de un club de aficionados a los monstruos, formado por Patrick (Robby Kiger), Horace (Brent Chalem), Rudy (Ryan Lambert) y Eugene (Michael Faustino), a veces seguidos por Phoebe (Ashley Bank), su hermana de cinco años.
Sean tiene el diario de Van Helsing, pero no puede leerlo porque está en alemán. Los chicos acuden a un vecino (Leonardo Cimino) que les da algo de miedo pero es alemán, y el amable anciano accede con gusto a traducirlo. Así descubren que el amuleto fue escondido cerca, y que están a unos días de que pueda volver a usarse. Pero Dracula también lo sabe, y desea apoderarse del amuleto y el diario.
Además, el vampiro no está solo, y pronto se suceden avistamientos del Monstruo de Frankenstein (Tom Noonan), el Hombre Lobo (Carl Thibault), La Momia (Michael MacKay) y la Criatura de la Laguna (Tom Woodruff Jr.). La historia se convierte en una carrera entre los chicos y los monstruos, pues Sean y sus amigos deben encontrar el amuleto, y seguir las instrucciones para que este les permita exiliar al limbo a Dracula y sus monstruos, aun si ello implica seguir ciertas reglas que parecen confundir un poco a los niños.
A pesar de que es consciente del peligro que representa enfrentar a Dracula, Sean sabe que el mundo entero sufrirá si él y sus amigos no hacen algo para detenerlo, así que decide seguir adelante, pues además considera que ya es momento de que su club se convierta en algo más, sobre todo ahora que tendrán un rol más activo con el uso de sus conocimientos, lo que da origen al Escuadrón anti-Monstruos.
La trama es bastante simple, y quizás para estándares actuales, sobre todo en lo que a entretenimiento de horror se refiere, puede parecer una película extremadamente inocente, pero tengo la impresión de que esa aparente carencia se ve compensada por su derroche de candor y encanto, elementos que producciones más modernas no tienen.
El elenco está lleno de actores no famosos pero sí conocidos, como Mary Ellen Trainor como la madre de Sean y Phoebe, Stephen Macht como su padre, que es un oficial de policía, además de Stan Shaw como su compañero, Lisa Fuller como Lisa, que es la hermana de Patrick; y Jason Hervey as E.J., el bully de la escuela. En términos generales, me parece que todos ellos hacen un buen trabajo.
Destaco la labor de Duncan Regehr, que superó a Liam Neeson en una audición. Conocido por roles menores en cine y TV, como en V (Invasión Extraterrestre), después tuvo éxito como protagonista de Zorro y apareció en Star Trek Next Generation y Deep Space Nine, además de interpretar a Pat Garrett en la versión de Billy the Kid con Val Kilmer. Su interpretación de Dracula tuvo tal impacto que no es raro que lo mencionen junto a Christopher Lee o Bela Lugosi como uno de los grandes intérpretes del vampiro.
Un detalle importante de esta película es que el plan de Dekker y Black era vender su guion a Universal, pero al estudio no le interesó y la producción fue de TriStar Films. Como resultado, los realizadores quedaron imposibilitados de usar las icónicas y reconocidas versiones de Universal de los monstruos, que son sus formas más populares.
Eso dejó al legendario Stan Winston y su equipo, responsables de diseñar a los monstruos, con la tarea de lograr que sus monstruos fueran fáciles de reconocer pero de una forma que no dejara expuestos a los productores a una posible demanda por parte del otro estudio, y lo hicieron a la perfección. La personalidad de los monstruos también está bien trabajada, y se enfatizan ideas como que el monstruo de Frankenstein tiene mucho de humano y el Hombre Lobo es víctima de una maldición.
En general el guion hace un buen trabajo de personajes, y se las arregla para enriquecer la historia con breves menciones que agregan contexto sin obstruir el avance de la trama, como señalar que los supervivientes del Holocausto podrían tener experiencia en lidiar con monstruos, o jugar con la noción de que es más fácil enfrentar monstruos sobrenaturales que lidiar con temas más mundanos, como los apuros de un matrimonio para mantenerse unido.
Los niños aportan una bienvenida mezcla de inocencia y actitud, y el humor es parte importante de la trama sin llegar a dominarla. Las alusiones a la mitología de los monstruos del cine se distribuyen por toda la película sin sentirse como datos lanzados al azar. La temprana discusión sobre los métodos aceptados para matar monstruos, por ejemplo, es divertida y después se vuelve relevante.
Me sorprende un poco el nivel de atención a detalles que suelen ser ignorados, como que las iglesias están cerradas por las noches o que el diario de Van Helsing no tendría por qué estar en inglés (aun si en realidad debería estar en holandés). Ahora que volví a ver la película, creo que la mayor sorpresa fue que hay muchos más muertos que los que recordaba, lo que llama la atención por tratarse de una película familiar.
De hecho, una de las razones para su fracaso en taquilla es que en su momento recibió la clasificación PG-13 (similar a B en México), que indica material no apto para niños, y esto no fue los muertos o la presencia de gore, sino por el vocabulario y un par de chistes sobre lo difícil que es encontrar a una virgen, que estoy seguro de que muchos niños ni siquiera notaron, en tanto que es probable que los mayores los hayan disfrutado.
The Monster Squad se agregó hace poco al catálogo de Prime Video, y es una entretetenida opción para ver en familia, con el entendido de que es una historia muy inocente cuyo objetivo principal es divertir y no asustar. Si son aficionados a los monstruos clásicos del cine, o crecieron rodeados de entretenimiento ochentero, seguro es algo que pueden disfrutar bastante.
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