El catálogo de Netflix ofrece una gran variedad de series y películas originarias de diversas partes del mundo, en especial de Europa y Asia, y a veces lo más complicado es decidir si ver algo de entre tantos titulos que desconozco. Por lo regular elijo cintas cuyo avance me parezca atractivo, o por comentarios positivos de fuentes de confianza. Pero en el caso de Olvidado (기억의 밤) se trata de una recomendación de una buena amiga.
La cinta fue coproducida por Netflix y estrenada en cines de Corea del Sur a fines de 2017, y poco después apareció en el catálogo de Netflix en sus distintos territorios alrededor del mundo.
La historia sigue a Jin-Seok (Kang Ha-Neul), un estudiante que sufre de ansiedad, para lo que toma medicamentos, quien junto con su hermano Yu-Seok (Kim Moo-Yul) y sus padres (Na Young-Hee y Moon Sung-Geun) se muda a una nueva casa a las afueras de Seúl. Se trata de una linda y espaciosa casa de dos pisos en las colinas, y el día de la mudanza descubre que por un tiempo deberá compartir habitación con su hermano, pues una de las habitaciones contiene cosas del dueño anterior, que habrá de recogerlas en unas semanas, pero mientras tanto no deben entrar en ella.
Aunque Jin-Seok afirma escuchar ruidos que provienen de ahí, su familia descarta sus temores pues, o no escuchan nada, o les parece algo normal y sin importancia. Una noche después de salir a caminar, ve como Yu-Seok es subido a una camioneta por un grupo de hombres. Tras casi tres semanas de angustia al no saber de él o sus secuestradores, su hermano vuelve a casa, pero no recuerda nada de lo ocurrido desde el día que se lo llevaron.
Pero poco a poco Jin-Seok se percata de algunos cambios en el comportamiento de su hermano y le preocupa que sea un impostor. Eso, sumado a su aprehensión por lo que esconde la habitación cerrada, y sus sueños recurrentes en que él mismo es torturado y asesinado, amenazan con volverlo loco. Mientras intenta descubrir la razón tras los cambios en Yu-Seok, empieza a desenredar una serie de secretos y con cada nueva revelación las cosas dejan de tener sentido.
No puedo decir más de la trama sin arriesgarme a estropear los giros argumentales que ofrece esta tensa y entretenida película en que el director y guionista hace gala de su talento y habilidad para crear una densa historia que tiene varias capas y no deja de sorprender al espectador de forma constante. Las revelaciones y giros van respondiendo preguntas al tiempo que plantean nuevas interrgogantes, pero una vez que se revela el rompecabezas completo todo cobra sentido.
La más grata sorpresa que me llevé con esta cinta fue el dominio de tonos que muestra el director, pues lo que parte como una historia de familia se transforma en pocos minutos en una historia de suspenso y horror, para después dar paso a algo muy distinto, que entre acción, drama, intriga y paranoia, poco a poco se revela como un complejo thriller de venganza con una fuerte carga emocional, narrado con habilidad y estilo, lo que resulta en una satisfactoria y melancólica experiencia para la audiencia.
Aunque el peso de la película recae en su trama y depende en exceso de mantener a la audiencia preguntándose qué es lo que sucede, las actuaciones de Kang y Kim le dan un peso emocional que facilitan al espectador involucrarse en la trama para intentar resolver el rompecabezas planteado. A pesar de lo complejo de la trama, está construida y contada de tal modo que es fácil seguir lo que sucede, y se trata de la clase de historias que, si uno ve por segunda vez, descubrirá que todo el tiempo hubo pistas sobre lo que ocurría en realidad.
Con esa clase de construcción es fácil abrir la puerta a hoyos argumentales o estirar demasiado el misterio, así que Jang presenta la resolución del rompecabezas cerca de la mitad de la película y entonces, ya con la audiencia involucrada, empieza a explorar las capas emocionales que se esconden en su historia y que poco a poco explican todo el misterio de una forma trágica y hasta cierto punto triste, pero de un modo que el espectador quedará satisfecho, sobre todo si es aficionado a los thrillers de intriga y suspenso.
Algo que me llama mucho la atención es el título de la película. El original (Noche de recuerdos) tiene sentido al entender cuál es la verdadera historia que cuenta la película, en tanto que Olvidado, como se le conoce en casi todo el mundo, parece aludir a temas que no necesariamente se refieren a la memoria de una persona, sino a la facilidad con que sentimientos como la solidaridad y empatía caen en el olvido mientras la gente trata de salir adelante, o la rapidez con que la sociedad se olvida de toda clase de crímenes y víctimas.
En resumen, Olvidado es un thriller psicológico de misterio con una fuerte carga emocional que sin duda atrapará a la audiencia y la mantendrá al borde del asiento mientras intenta resolver un enigma lleno de engañosas pistas y con una resolución devastadora. Una película bastante recomendable.
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