Arsène Lupin es un personaje muy importante en la historia de la literatura popular francesa. Creado a inicios del siglo pasado por Maurice Leblanc, el caballero ladrón pronto alcanzó niveles de popularidad que rivalizaban a los del mismísimo Sherlock Holmes, a quien el autor francés incluso usó como adversario (sin permiso, claro, pero ésa es otra historia) para su personaje. Su impacto en la cultura popular sigue vigente, inspirando desde mangas y animes (Lupin III) hasta una reciente serie original de Netflix, que es justo la que quiero comentar.
La historia sigue a Assane Diop (Omar Sy), un ladrón profesional que ha modelado su vida y "carrera" alrededor de los métodos y atributos del popular personaje de la literatura, cuyo gusto le fue inculcado por su padre. La serie abre con el atrevido y creativo robo de un valioso collar que se exhibe y será subastado en el museo Louvre ("El Collar de la Reina", como llaman a la joya, era el título de una de las historias de Leblanc), pero pronto descubrimos que se trata de un golpe con un significado más personal para Assane.
Veinticinco años atrás, ése mismo collar le fue robado a la familia del famoso empresario Hubert Pellegrini (Hervé Pierre), quien afirma que le tomó años recuperar el collar junto con todas las piedras preciosas que le habían sido sustraídas. En aquel entonces Pellegrini culpó del robo a su chofer, Babakar Diop (Fargass Assandé), el padre de Assane, y con ayuda de su esposa (Nicole Garcia) y el Inspector de policía Gabriel Dumont (Johann Dionnet) se aseguró de que fuera condenado a pasar mucho tiempo en prisión. Con la reaparición del collar, Assane espera poder limpiar el nombre de su padre y vengarse de quienes destruyeron su vida.
Con ayuda de Benjamin (Antoine Gouy), un viejo amigo que como joyero suele colaborar con él, Assane intenta descubrir la verdad sobre el robo original y decidir quienes fueron parte de la conspiración que destruyó a su padre, y todo mientras intenta rescatar la relación con Claire (Ludivine Sagnier), su esposa, y Raoul (Etan Simon), el hijo adolescente que tiene con ella, e intenta mantenerse un paso adelante del Capitán Laugier (Vincent Londez), que junto a los detectives Sofia Belkacem (Shirine Boutella) y Youssef Guedira (Soufiane Guerrab), quienes responden al ahora Comisionado Dumont (Vincent Garanger).
Los primeros tres episodios fueron dirigidos por Louis Leterrier (The Transporter 1 y 2, The Incredible Hulk, Clash of the Titans), quien usa toda su experiencia como director de cine de acción y lo combina con un guion inteligente y bien planteado para sumergir a la audiencia en la hiatoria desde el primer momento, sacándole todo el jugo posible a la inusual combinación de talento, carisma y presencia escénica de Sy, lo que hace fácil empatizar con el personaje central y seguir con gusto sus aventuras en busca de justicia.
La historia está llena de ideas descabelladas e improbables, como la capacidad de Assane para entrar o salir de cualquier lugar o su increíble talento para disfrazarse o pasar desapercibido a pesar de su enorme corulencia, y la principal razón para que todo funcione, es el trabajo de Sy, que vende cada escena sin importar que tan improbable parezca. El veterano actor se hizo de fama internacional gracias a Intouchables, aclamada cinta francesa de 2011 (estrenada en México como Amigos Intocables), aunque en América sigue sienco casi desconocido pese a su aparición en X-Men: Days of Future Past. Supongo que eso cambiara ahora.
Kay y Uzan hicieron un gran trabajo con los guiones para crear un producto balanceado. Técnicamente la historia es un thriller de acción criminal, pero se las arreglan para incluir intriga y suspenso de la clase que no estaría fuera de lugar en una película de espionaje, además de chispazos de humor a lo largo de la historia, una razón más para elogiar al elenco encabezado por Sy, que alcanza todas las notas necesarias. El uso de flashbacks, con Mamadou Haidara interpretando al Assane adolescente y Ludmilla Makowski a la joven Claire, ayudan a redondear el desarrollo de los personajes y dar contexto a la búsqueda de justicia de Assane sin entorpecer el ritmo narrativo.
La primera parte cierra con un cliffhanger bien construido y que deja el espectador contando los días para poder ver la continuación, así que supongo debemos estar agradecidos de que no habrá que esperar hasta el próximo año para poder hacerlo. La serie me gustó tanto, que de no ser por la enorme pila de lecturas pendientes que tengo en espera (y que ya programé el orden en que la iré atendiendo en los próximos meses), estaría seriamente considerando buscar las historias de Leblanc para releerlas y tal vez ponerme al día con las que jamás conocí.
En resumen, Lupin es una serie entretenida y cautivadora que cuenta una historia llena de acción, intriga, suspenso y humor, propulsada por personajes muy humanos y un protagonista carismático y talentoso, y sin duda se trata de una excelente opción de entretenimiento para público de todas las edades. Sin duda se trata de una opción más que recomendable.
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