Quienes me conocen, o aquellos que llevan algún tiempo siguiendo este blog, saben que en 2018 tuve un problema de salud que requirió varias cirugías en los ojos. En aquel entonces casi había dejado de escribir aquí, así que cuando en la segunda mitad de 2019 pude volver a ir al cine, tardé algún tiempo en retomar la costumbre de escribir reseñas de las películas que veía.
La historia en esta divertida cinta sigue a Grace (Weaving), una hermosa joven que se acaba de casar con Alex Le Domas (O'Brien), heredero de la fortuna producto de Le Domas Family Games, una exitosa compañía que por décadas se ha dedicado a la fabricación de toda clase de juegos de mesa.
Su amor enfrentó resistencia de la familia, sobre todo de Tony (Czerny), padre de Alex, quien piensa que Grace, huérfana que se crió yendo de un hogar adoptivo a otro, es una chica demasiado ordinaria para su hijo. El resto de la familia, lleno de peculiares personalidades, parece haberla aceptado sin problema. Incluso Daniel (Brody), el hermano alcohólico de Alex, ya ha hecho un par de intentos por seducirla, aun pese a estar casado con la altanera Charity (Elyse Levesque).
Emile (Melanie Scrofano), la cocainómana hermana de Alex y Daniel, parece ignorarla la mayor parte del tiempo, en tanto que su marido Fitch (Kristian Bruun) parece divertido ante la idea de ya no ser el más reciente extraño en sumarse a la familia. Becky (MacDowell), su suegra, parece evaluarla con más curiosidad que otra cosa, pero Helene (Nicky Guadagni), la tía de Alex, parece sentir un verdadero odio hacia la joven.
Es justo la tía Helene quien después de la cena se presenta en la recámara de los recién casados para recordarle a Alex que Grace todavía debe superar un último ritual antes de que en verdad se le pueda considerar como parte de la familia. Todos se reúnen en un salón de juegos, donde informan a la joven que es una tradición que cada nuevo miembro de la familia tome parte en un juego durante su primera noche entre ellos.
Pero cuando le presentan a Grace la caja de donde el azar elegirá el juego en cuestión y ella saca la carta marcada con "Hide-and-Seek" (escondidas), el ambiente en la habitación cambia visiblemente, aun si ella parece no notarlo. Abandona la habitación y se esconde, por lo que no ve a su nueva familia política armarse hasta los dientes con toda clase de armas antiguas antes de salir a buscarla.
Alex la encuentra gracias a uno de los muchos pasadizos secretos en la mansión, y luego de ver a Emile matar por error a una de las criadas, le cuenta la verdad: la fortuna de la familia viene de un pacto que su abuelo hizo con un demonio que cada cierto tiempo exige un sacrificio, el cual se oculta como un juego de Hide and Seek. La única forma de sobrevivir es esperar que no la maten antes del amanecer, en cuyo caso una maldición acabará con la familia.
A pesar de una premisa no del todo original y una desafortunada fotografía que oscurece la imagen sin crear atmósferas, la película es bastante divertida, además de que el comentario social acerca de la facilidad con que los ricos están dispuestos a destruir vidas a cambio de conservar sus privilegios añade a la historia una inesperada relevancia.
La cinta se ve también beneficiada por un puñado de buenas actuaciones, en particular de Weaving, que da a su personaje un peso y profundidad que van más allá de lo badass que es verla enfundada en un hermoso vestido de novia mientras pelea contra su familia política. La hermosa actriz australiana hace gala de una gran expresividad para dar matices al viaje emocional de Grace mientras se sumerge en una batalla que simboliza la eterna lucha de clases.
Otro conflicto explorado por la historia es la forma en que la familia Le Domas confrenta la tradición y la idea misma de la familia. Pequeños momentos como la escena en que debe desgarrar su vestido, una hermosa prenda en la que ella creía y que representaba el símbolo de lo que debía ser el día más feliz de su vida, además de que quizás era lo más caro que jamás había vestido, tiene tintes desgarradores gracias a la expresión que vemos en su rostro.
La de Weaving no es la única buena actuación. Hace años que Brody es un actor infravalorado, y su trabajo aquí pone en perspectiva las acciones de su familia. Nicky Guadagni es genial como la desquiciada y sanguinaria tía, y es un gran complemento a Henry Czerny en el rol de patriarca de los Le Domas. Andie MacDowell me dejó intrigado, pues no estoy seguro si su papel se escribió como moralmente ambiguo o la actriz batalló con el tono ideal para interpretarlo.
El desquiciante desenlace de la película me hace desear que los realizadores se hubieran dejado llevar por las situaciones más absurdas que presentan a lo largo de la cinta, pero a pesar de no hacerlo se trata de una experiencia retorcidamente divertida. Hay partes un tanto irregulares, pero el resultado final es una oscura comedia que ofrece un puntual comentario social que en tiempos del 1% y el creciente abismo entre clases se siente más relevante que nunca.
Por desgracia Ready or Not no está disponible en ninguna plataforma de streaming en México, aunque se puede comprar en varios de los servicios de distribución digital, donde puede aparecer por igual como Boda Sangrienta o Noche de Bodas. Si tienen oportunidad de verla de alguna manera, les recomiendo que lo hagan, se van a divertir. Película totalmente recomendada.
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