La historia sigue a un alienígena cuya nave se estrelló en la Tierra que se establece en una cabaña a las afueras del pequeño pueblo de Patience, Washington, y mientras espera que vengan a rescatarlo se hace pasar por un médico retirado de nombre Harry Vanderspeigle. Harry posee habilidades telepáticas y puede convencer a todos a su alrededor de que tiene la apariencia de un hombre común y corriente, aunque ése no sea el caso, pues además de su inusual color de piel tiene grandes orejas puntiagudas, ojos totalmente negros y cuatro dedos en cada mano. De todos modos se mantiene aislado de todos y sólo visita el pueblo de vez en cuando en busca de provisiones.
Su privacidad acaba cuando el único médico del pueblo es asesinado y el sheriff local lo busca para pedir su ayuda como asesor forense. Incapaz de negarse sin despertar sospechas, Harry va al pueblo y revisa la escena del crimen. Cuando se dispone a volver a su tranquila cabaña junto al lago es abordado por el alcalde del pueblo, quien le pide que se encargue de la clínica local por unos días mientras llega el nuevo doctor. Una vez más Harry siente que no hay forma de justificar una negativa sin parecer que oculta algo, así que accede. Para su sorpresa, tras unos días en el pueblo empieza a disfrutar no sólo la convivencia con otros, sino también el trabajo mismo.
Harry es aficionado a los libros y películas de misterio, así que cuando aparece un segundo cadaver, y luego de que se entera de que una muerte anterior había sido descartada por el sheriff como un accidente, decide investigar un poco en busca del asesino. Mientras tanto y sin que él lo sepa, la agencia gubernamental que halló los restos de su nave lo sigue buscando y está cada vez más cerca de su ubicación. Por si eso no sembrara suficientes misterios para mantener la historia andando, Asta, una de las enfermeras que trabajan con él, parece ser parcialmente inmune a sus habilidades telepáticas y poco a poco se convence de que Harry no es lo que parece.
Hogan y Parkhouse, ambos británicos, se conocieron a finales de los 1990 cuando colaboraron en un arco argumental de The Dreaming, un spinoff de The Sandman publicado por el sello Vertigo, y desde entonces tenían la intención de volver a colaborar en algún otro proyecto. Parkhouse quería hacer una historia con extraterrestres, pero Hogan como creía que las historias de monstruos e invasores se habían vuelto repetitivas, empezó a pensar en la forma de dar otro enfoque a la historia. Como aficionado a las historias de misterio decidió incorporar un poco de ese género, y el personaje de Harry surgió de su intención de crear a un alienígena más empático que a los que estábamos acostumbrados.
Parkhouse no es un artista particularmente rápido, así que desde un principio se decidió que la historia sería contada en miniseries. Tras presentar su propuesta a Mike Richardson, dueño y presidente de Dark Horse Comics, la historia debutó a fines de 2011 en las páginas de la antología Dark Horse Presents. Esas páginas se publicaron en abril de 2012 como Resident Alien #0, inicio de una miniserie de cuatro números que meses después de su conclusión fue recogida en un tomo llamado Resident Alien: Welcome to Earth! En 2013 y 2014 se usó el mismo formato de serializar el número 0 de otras dos miniseries, subtituladas The Suicide Blonde y The Sam Hain Mystery.
La serie ha gozado de una moderada aceptación, pero suficiente para justificar su continuidad. En 2016 apareció The Man With No Name, una cuarta miniserie ya sin prólogo o número 0, seguida en 2018 por An Alien in New York. Durante años se rumoró el interés de varios estudios por adaptar la serie a la pantalla, pero fue hasta 2018 que Syfy ordenó un piloto para serie, misma que se confirmó con intención de estrenarse en el verano de 2020. La pandemia retrasó el estreno de la serie hasta enero de 2021. Acaba de concluir Your Ride is Here, sexta miniserie, y a pesar de rumores previos de que sería el final de la historia, ya hay planes para una séptima entrega llamada Hello Spaceman!
Hogan escribe a Harry como un personaje afable con el que es fácil simpatizar, además de que lo rodea con un rico elenco de personajes secundarios que, en el entorno del pequeño pueblo, se vuelven un elemento fundamental en el desarrollo de la historia y del personaje de Harry. El pueblo mismo adquiere una personalidad propia y funciona como un personaje más. El ambiente rural de la historia le añade además un cierto aire de intimidad que contrasta con la idea del visitante de otro planeta. Flashbacks a lo largo de la historia van poco a poco revelando detalles del pasado de Harry, desde su vida en su planeta de origen, hasta las circunstancias en que se dio el viaje que lo dejó varado en la Tierra.
Pero quizás lo más destacado de la serie sea el arte. Steve Parkhouse tiene casi cincuenta años trabajando en cómics y más de cuarenta como artista. Se hizo de una reputación durante la década de los 1980 con su trabajo en seriales de Doctor Who y en la revista 2000 AD, donde colaboró con artistas y escritores como Dave Gibbons, Mike McMahon, Grant Morrison y Mark Millar, en tanto que en América se hizo conocido al reimprimirse su colaboración con Alan Moore en The Bojeffries Saga. Se trata de un artista con un estilo atemporal que combina una narrativa limpia con un atractivo diseño de página y un trazo sencillo que ofrece suficientes detalles sin verse saturado.
Pero en el caso particular de Resident Alien, lo que más resalta del atractivo trabajo de Parkhouse, quien también se hace cargo del color, rótulos y portadas, es su gran capacidad para retratar toda clase de expresiones faciales y lenguaje corporal. Pocos artistas son capaces de hacer "actuar" a sus personajes de una forma tan completa y natural, y es esa capacidad para dar vida a los personajes lo que ayuda a elevar la aparentemente simple historia de Hogan por encima de una mera curiosidad. Cada personaje tiene un diseño claro y distintivo que va de la mano con sus respectivas personalidades, y eso la base para construir el entorno que enriquece al mundo de Harry.
Imagino que si la serie de TV es exitosa habrá un mayor interés por conocer este cómic, y eso siempre me parecerá positivo. Por lo pronto todavía no hay noticias sobre una vía de distribución para la serie fuera de los Estados Unidos, pero habrá que estar pendientes. En particular me llamó la atención el casting, pues después de leer el cómic es muy fácil imaginar a Alan Tudyk como Harry. Ojalá que el trabajo de adaptación rescate los aspectos más sólidos del cómic, y ofrezca también algo nuevo para quienes ya lo hemos leído.
En resumen, Resident Alien es un entretenido cómic cuya fortaleza principal es el desarrollo de personajes, con una historia que ofrece además pequeñas dosis de humor y misterio que hacen de su lectura una experiencia bastante satisfactoria. Sin duda un cómic bastante recomendable.
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