lunes, 5 de julio de 2021

Devil in the Dollhouse, de Richard Kadrey (Sandman Slim 3.5)

Si siguen mis publicaciones, saben que soy fan del horror y la fantasía, así que Sandman Slim, la serie de fantasía oscura con tintes de horror de Richard Kadrey es una de mis favoritas. Hace meses comenté Sandman Slim, primera novela de la saga, seguida semanas después por mi reseña de Kill the Dead, la segunda. Hace un par de meses agregué la de Aloha from Hell, tercera novela de la serie, que terminará este año con King Bullet, para completar un total de trece entregas.

Aún voy algunos libros detrás, pero voy a tratar de ponerme al día con las reseñas. Por lo pronto, toca turno a Devil in the Dollhouse, una noveleta publicada en 2012, semanas antes que la cuarta novela de la serie.

Lo he dicho antes, pero vale la pena recordarlo: mis reseñas nunca incluyen spoilers de la obra que comento, pero en el caso de sagas o libros serializados (al igual que sucede con algunas películas o temporadas de series de televisión), una vez superada la primera entrega, todo lo que diga podría revelar detalles de entregas anteriores, lo que incluye revelaciones y desenlaces, así que si tienen intención de leer esta saga, procedan con discreción.

Como sea, hagamos un recuento de lo que esta serie ha presentado hasta ahora: Sandman Slim es el apodo que los habitantes del inframundo dan a James Stark, un joven mago de Los Angeles a quien sus amigos traicionaron y enviaron al infierno. Durante once años fue un gladiador en la arena infernal y se ganó el temor y respeto de los demonios, que lo consideran un monstruo entre los monstruos. Al volver a la Tierra buscó y se vengó de quienes lo traicionaron.

Cumplida su venganza, para ganarse la vida se volvió investigador especializado en lo sobrenatural. Ganó aliados y enemigos, y mientras servía como guardaespaldas de Lucifer en Hollywood averiguó detalles sobre su pasado, como que sus habilidades son producto de ser nefilim, mitad ángel y mitad humano. Junto a una ex estrella porno cazadora de monstruos evitó un apocalipsis zombi, y regresó al Infierno para evitar que el demente usurpador de Lucifer invadiera el mundo.

Así que en Devil in the Dollhouse Stark se ha convertido en el regente del inframundo, un nuevo Lucifer con los poderes y responsabilidades que eso implica, dando significado literal a la idea de un "infierno personal". Así que al enterarse de sangrientas masacres en los bordes de sus dominios, no lo toma bien. No le importa que maten demonios (a quienes conoce como hellions), pero si quiere mantener las cosas bajo control entre los ángeles caídos, debe evitar verse vulnerable, y le preocupa saber qué clase de criaturas pueden ser tan terribles como para que Lucifer las expulsara más allá de las fronteras del Infierno. 

Como suele pasar, las cosas no salen como él pensaba, lo que resulta en todo aquello que hemos venido a esperar de una novela de Sandman Slim: violencia, caos y destrucción en una historia breve que se mueve a un ritmo implacable, y plagada del sarcasmo, ironía y referencias históricas, culturales, teológicas y a la cultura pop que Kadrey tanto disfruta y que dan a esta saga un sabor especial que son parte de lo que hace tan atractivo a su dañado protagonista.

Pese a ser una historia corta y muy entretenida, con tres novelas previas es difícil recomendarla como punto de entrada a esta saga. Hay demasiada historia previa y construcción de mundo que absorber, así que intentar convertir esto en su primera lectura de Sandman Slim podría resultar confuso e incluso frustrante. Siempre he sido de la idea de que se trata de una saga que se disfruta mejor en orden y desde el principio, así que si planean leerla, esa es mi recomendación.

Devil in the Dollhouse es una entretenida historia que se lee muy rápido, y el ebook contiene además un breve extracto de Devil Said Bang, la cuarta novela de la saga. Lectura recomendada para todo aficionado a la fantasía oscura, el horror de corte irreverente con referencias religiosas y los protagonistas inusuales. Lectura bastante recomendable, pero con las reservas propias de un relato que forma parte de algo más grande.

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