Netflix y Amazon aprovecharon la pandemia para engrosar sus catálogos con muchas producciones que no pudieron llegar a cines, y el caso más reciente es el de The Tomorrow War (La Guerra del Mañana), película que marca el debut como director de largometrajes live action de Chris McKay, veterano del mundo de la animación, famoso por su trabajo en Robot Chicken, y director de The Lego Movie y The Lego Batman Movie.
El guion de esta película de ciencia ficción militar y viajes en el tiempo es una historia original de Zach Dean, que toma muchos elementos de historias previas del género. La película cuenta con las actuaciones de Chris Pratt, Yvonne Strahovski, J.K. Simmons y Betty Gilpin. El propio Pratt sirvió como productor ejecutivo.
La historia parte en el invierno de 2022. Dan Forester (Pratt) es un padre de familia y profesor de biología en una preparatoria de Florida, y tiene una tarde agridulce en el noveno cumpleaños de su hija, pues le informan que el trabajo que deseaba en un laboratorio de investigación se lo darán a alguien más. Mientras ve junto a su hija la final del mundial de fútbol, es testigo, junto a millones de personas, de un suceso increíble: en medio del campo de juego hay un destello y pronto aparecen decenas de soldados.
Los recién llegados afirman venir del futuro, en específico de 2051, tiempo en que la humanidad libra una desesperada guerra en contra de invasores y está al borde del exterminio. Su idea es reclutar civiles y soldados del presente para pelear en el futuro. Antes de ser biólogo, Dan fue soldado de fuerzas especiales, así que no es sorpresa que lo recluten. Tras un mínimo periodo de adiestramiento, Dan y cientos de otras personas son armados y enviados al futuro, con tan pocas expectativas de sobrevivir que el periodo de servicio es de sólo siete días.
En el futuro las cosas van peor de lo que esperaban, y muchos de los reclutas mueren al llegar. Del resto, Dan queda a cargo de un grupo con la misión de localizar y rescatar a un grupo de científicos y el material con que trabajan, lo que pronto lleva a un primer enfrentamiento con los alienígenas, a quienes se conoce como white spikes (púas blancas), en los apretados confines de un edificio, a lo que sigue una violenta persecución por las calles de Miami mientras Dan intenta llevar a sus superiores el material rescatado del laboratorio.
La oficial al mando (Strahovski) le explica que llevan un tiempo trabajando en el desarrollo de una toxina que pueda eliminar a los invasores, pero aún no la encuentran pues han encontrado ciertos niveles de inmunidad. El problema es que el tiempo se agota, y si no consiguen una toxina efectiva al cien por ciento en los próximos días, la humanidad quedará extinta, así que es esencial tenerla lista antes de que Dan salte de regreso al presente, acción programada de forma automática al cumplirse sus 148 horas de servicio.
Los avances en la trama se presentan de forma expositiva, desde la conversación telefónica al inicio de la película que nos informa del pasado militar de Dan hasta las explicaciones que éste recibe sobre cómo funciona el desplazamiento temporal, la toxina y la forma en que planean utilizarla. Esas conversaciones son enlazadas por múltiples secuencias de acción que evitan que la película se convierta en un pantano de explicaciones y el resultado es una entretenida película de acción con elementos de ciencia ficción.
La película hace un buen trabajo al establecer rápidamente sus reglas para los viajes en el tiempo (lo que no quiere decir que tengan una sólida base científica, pero al menos sirven para mantener la lógica interna), explicando las limitaciones de las fechas utilizadas y la elegibilidad de aquellos que se convierten en viajeros, pero evitando complicar la trama de forma innecesaria. Hay un abundante uso de clichés y referencias a varias películas de temática similar, pero en su defensa diré que la mayoría ayudan a avanzar la trama sin más exposición.
La historia añade un componente emocional al incluir un drama de familia acerca de la relación entre padres e hijos, que toma como base el distanciamiento que existe entre Dan y su padre, Jim Forester (Simmons), otro veterano del ejército y quien abandonó a su familia tiempo después de regresar de la guerra. Esa subtrama no es explorada a fondo, pero es suficiente para impedir que los personajes, Dan en particular, resulten demasiado planos como para generar simpatía en la audiencia.
En ese aspecto destaco la interpretación de Pratt, que armado de carisma carga con buena parte del peso de la película. Del resto destaco a los mencionados Simmons y Strahovski, anclas emocionales de la historia, así como a Edwin Hodge, que da vida a un soldado que se enlista como voluntario una y otra vez; Sam Richardson como otro científico pero sin pasado militar, y Betty Gilpin, la esposa de Dan, a quienes el guion no da mucho con qué trabajar, y ni hablar de Jasmine Mathews, que es parte importante del tráiler, pero tiene un papel menor en la película.
Los aficionados al cine de ciencia ficción hallarán toda clase de guiños, referencias y plagios a elementos visuales de películas como Aliens, Starship Troopers, Edge of Tomorrow o War of the Worlds, y seguro los últimos treinta minutos los harán pensar en Alien y The Thing, pero eso no es del todo malo, aunque contribuye a que muchos giros en la trama sean predecibles. Suena como un pastiche, sí, pero es mucho más entretenido y mejor logrado que otros que bebían de las mismas fuentes, como Battle Los Angeles, Battleship o Independence Day.
Al igual que muchas obras recientes del género, la película celebra a los nerds y da un papel importante a los científicos en el esfuerzo por salvar al mundo. Además, aprovecha la trama para hacer un poco de crítica social sobre el uso de la población como carne de cañón, y hay también un par de tibias alusiones al calentamiento global y los problemas que este va a acarrear, además de la falta de acciones por parte de los gobiernos del mundo, más preocupados por guardar las formas y preservar el equilibrio de poder.
The Tomorrow War es una entretenida película de acción que no le va a cambiar la vida a nadie y probablemente se perderá en la memoria poco después de verla, pero si buscan un par de horas de entretenimiento ligero y desechable, puede ser una buena opción. Recomendada, pero con reservas.
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