martes, 20 de julio de 2021

Time Lapse (Lapso de Tiempo, 2015)

Los viajes en el tiempo no son la única forma de usar temas como paradojas o bucles temporales. A lo largo de los años hemos visto y leido varias historias sobre gente que puede echar un vistazo al futuro y lo que sucede cuando intentan usarlo, ya sea en beneficio propio, o para ayudar a otros, y Time Lapse (Lapso de Tiempo), parte de esa premisa en un inteligente y entretenido thriller independiente.

Dirigida por Bradley D. King y coescrita por él mismo con Bp Cooper, se trata del debut como director de King, y cuenta con las actuaciones de Danielle Panabaker, Matt O'Leary y George Finn. La producción fue financiada por King y Cooper, que tuvieron que ajustar su historia de acuerdo a lo que podían filmar. 

La película se estrenó en abril de 2014 en el Brussels International Fantastic Film Festival, y ese mismo año recorrió varios festivales alrededor del mundo antes de su estreno en Estados Unidos en mayo de 2015, mientras que en otros países llegó directo a DVD.

La historia sigue a tres jóvenes que comparten un departamento. Finn (O'Leary) es un pintor que sufre de bloqueo creativo y trabaja como conserje en el complejo de apartamentos en que vive junto a su novia Callie (Panabaker), una aspirante a escritora; y su amigo Jasper (Finn), un ambicioso barman que es jugador compulsivo.

Sus vidas cambian cuando investigan la aparente desaparición de su vecino de enfrente, a quien nadie ha visto en días. Al revisar su departamento todo apunta a que no ha estado ahí en una semana, pero más importante aún es que en su sala hay una enorme máquina que toma fotos del departamento de enfrente, donde viven ellos. La cámara está programada para tomar una foto todos los días a la misma hora, con una peculiaridad: las fotos muestran el lugar 24 horas en el futuro.

Finn quiere llamar a la policía, pero Jasper lo convence de no hacerlo y pensar en las posibilidades. Su plan es usar la cámara para enviarse mensajes con los cuáles ganar apuestas. Aunque al principio todo parece ir bien, Finn sigue intranquilo, y poco a poco se incrementan la tensión y desconfianza entre el trío de amigos, y cuando el corredor de apuestas de Jasper sospecha que algo extraño sucede, la situación alcanza un punto insostenible que llevará a una violenta resolución.

La película no intenta explicar la tecnología u origen detrás de la misteriosa cámara, pues opta por explorar los efectos psicólogicos en sus protagonistas de tener un vistazo al futuro, algo que se convierte en una obsesión para ellos por el temor a lo que podría pasar si alteran algo, creando un bucle de causalidad porque sus acciones empiezan a ser dictadas por lo que hay en las fotos, incluso si estas muestras situaciones a las que no llegarían por decisión propia. ¿O sí?

Toda la acción en la película se da al interior del complejo de apartamentos, así que el peso dramático de la historia recae por completo en los tres protagonistas, que sólo interactúan con un puñado de personajes de apoyo que incluye al corredor de apuestas, su matón, y el guardia de seguridad del complejo, además de algunos extras que sólo aparecen durante una fiesta y no tienen nombres ni líneas, pero King saca buen provecho a esa austeridad al enfocar su historia en la dinámica del trío sin distracción alguna.

Las actuaciones en general son buenas y retratan la creciente tensión que se da entre los tres amigos conforme su situación se va complicando, y en particular destaco la labor de Panabaker, que debe mediar entre Finn y Jasper, que son tan diferentes en su forma de ser que la división entre ellos se vuelve cada vez más pronunciada y da origen a la gran mayoría de los conflictos en el departamento, sin contar además con que es evidente que Jasper desea a la novia de su amigo.

Claro que una película con tantas limitaciones pone en evidencia deficiencias en el guion, pero nada demasiado grave, así que el espectador puede aceptar y seguir la situación sin necesidad de distraerse pensando en cosas que carezcan de sentido o parezcan improbables (más allá de una cámara que toma fotos del futuro, claro), lo que resulta en un entretenido thriller de suspenso que debe ser del agrado de los aficionados al género más allá de los elementos de ciencia ficción.

No sé si haya sido una influencia directa, pero la dinámica de personajes y el modo en que se va deteriorando su relación me recordó un poco a Shallow Grave (Tumba al ras de la tierra, 1994), el debut como director de Danny Boyle protagonizado por Ewn McGregor y Christopher Eccleston en que tres amigos, dos hombres y una mujer que comparten departamento, se encuentran en posesión de una pequeña fortuna, y la paranoia y desconfianza los dividen y arrastran a un trágico desenlace.

Al final, Time Lapse es un inteligente y bien desarrollado thriller de suspenso que usa una intrigante premisa y personajes bien construidos para sacar el mayor provecho a sus modestos recursos, y pese a lo limitado de sus escenarios resulta una satisfactoria experiencia para casi cualquier espectador. En México la película, que dura alrededor de una hora y cuarenta minutos, está disponible en Prime Video.

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