Masters of the Universe: Revelation, primera parte

Un detalle que muchos parecen olvidar de muchas de las series animadas más populares de los años 80 (Transformers, Thundercats, GI Joe, etc.), es que en realidad eran larguísimos comerciales cuyo único propósito era vender juguetes, así que me llama la atención que ciertos sectores del fandom se muestren tan defensivos cuando alguien intenta revitalizar o actualizar esas franquicias. El caso más reciente es He-Man and the Masters of the Universe.

El reboot de aquella serie animada de 1983 lleva por título Masters of the Universe: Revelation, y fue desarrollada por Kevin Smith, que funge como editor de historias, showrunner y productor ejecutivo, además de que escribió el primer episodio.

La primera temporada de esta coproducción de Netflix y Mattel consta de diez episodios, aunque por alguna razón decidieron liberarlos en dos partes, y lo que está disponible desde el pasado viernes en el popular servicio de streaming son sólo cinco episodios de unos 25 minutos cada uno, así que pueden verlos todos en unas dos horas, más o menos el tiempo que les toma una película.

Antes que otra cosa, debo aclarar que nunca fui fan de He-Man ni de las otras series que mencioné antes. Mi hermano menor veía varias de ellas, pero a mí nunca me interesaron, y cuando alcanzaba a ver fragmentos me parecían muy bobas, e incluso me molestaba un poco la tendencia de muchas de ellas a cerrar con una moraleja o mensaje, pues a pesar de que es loable la intención, me parecía que no estaban hechos de la mejor manera y a menudo se sentían como intentos de sermonear.

Dicho lo anterior, vi Masters of the Universe: Revelation sin ningún apego emocional a estos personajes y sin el peso adicional que la nostalgia puede añadir a las expectativas de algunos seguidores de la vieja serie. No entré del todo a ciegas, pues lo poco que había visto me permitía identificar a buenos y malos y entender ciertos detalles de la mitología, como la importancia de la espada del poder o la del Castillo Grayskull, aunque estoy seguro pasé por alto muchas referencias a la serie original.

La historia parte en terreno conocido: Mientras en palacio se celebra una ceremonia para reconocer a Teela (Sarah Michelle Gellar) como capitana de la guardia real con sus amigos y aliados presentes, Skeletor (Mark Hamill) y sus fuerzas atacan el castillo Grayskull. Los héroes salen para enfrentarlo y al llegar ahí las fuerzas del bien y el mal combaten dentro y fuera del castillo. Todo parece muy normal, hasta que la batalla entre He-Man (Chris Wood) y Skeletor tiene un inesperado desenlace que deja un vacío de poder en Eternia.

A consecuencia de lo ocurrido en Grayskull, Man-At-Arms (Liam Cunningham) es exiliado del palacio, y Teela renuncia para vagar por Eternia junto a Andra (Tiffany Smith), una joven inventora, y alquilando sus servicios como mercenaria al mejor postor, al menos hasta que su camino se cruza con el de Evil-Lyn (Lena Headey), que la manipula para volver a Grayskull, donde Sorceress (Susan Eisenberg) le informa que la magia en Eternia se está extinguiendo, lo que podría acabar no sólo con el mundo, sino con el universo entero.

Así que para salvar al universo Teela y Evil-Lyn tendrán que hacer de lado sus diferenciad y trabajar juntas en un último y desesperado intento por restaurar la magia en Eternia, incluso si ello implica la necesidad de realizar un peligroso viaje que las llevará al paraíso mismo y a los más oscuros rincones del infierno para cumplir con una serie de retos que las lleven hasta la espada para tratar de restablecer el balance y la magia, y a lo largo del camino se encuentran con nuevos y viejos aliados y enemigos.

En términos generales, Revelation funciona como secuela a la serie original, pues parte del permanente statu quo de aquella antes de empezar a construir una nueva mitología sobre las bases ya existentes además de, lo más importante, desarrollar y dar personalidad a muchos personajes que antes parecían existir sólo como una excusa para vender más juguetes o como parte de la decoración de escenarios, lo que explica por qué se omite el nombre de He-Man en el título de la serie y se opta por hacer énfasis en el conjunto de personajes.

Kevin Smith entiende los anacronismos y limitaciones de la serie original, y su reboot parte de una engañosa promesa de cambio radical, una declaración de que todo lo que creías saber está mal, que es el pretexto para explorar a personajes secundarios y dar profundidad al delgado mundo de Eternia. Para cuando llegamos al cliffhanger de esta primera parte, está claro que todo volverá a la normalidad, pero con la gran ventaja de que lo hecho aquí sentará las bases para una serie más sólida.

Destaco en especial el impresionante elenco de voces, que además de los actores ya mencionados incluye participaciones de Stephen Root, Alicia Silverstone, Kevin Conroy, Henry Rollins, Justin Long, Tony Todd, Phil LaMarr, Dennis Haysbert, Jason Mewes y Alan Oppenheimer, éste último la voz original de Skeletor. Todos ellos toman un gran trabajo de guion para añadir personalidades mejor definidas y matices emocionales a sus personajes, lo que resulta en una historia entretenida y disfrutable.

Masters of the Universe: Revelation usa muchos clichés de la fantasía épica, pero lo hace de forma inteligente para actualizar de forma efectiva una historia que acusaba su edad y origen. Me llama la atención que hayan dividido en dos una temporada corta, pero supongo que, con Mattel involucrado, tendremos la segunda parte en la parte final del año, justo a tiempo para retomar su función de comercial y vender muchos juguetes en temporada navideña. Recomendada, aunque con algunas reservas.