sábado, 20 de junio de 2020

45 años de Jaws (Tiburón). Curiosidades de la película

El 20 de junio de 1975, más de cuatrocientas salas de cine en Estados Unidos y Canadá proyectaron por primera vez Jaws (Tiburón), película dirigida por Steven Spielberg que revolucionó las prácticas de estrenos en Hollywood y se convirtió en el primer blockbuster de verano de la historia.

Mucho se puede decir o escribir acerca de este clásico del cine protagonizado por Roy Scheider, Richard Dreyfuss y Robert Shaw, pero prefiero algo liviano para celebrar su aniversario, y una forma de hacerlo es compartiendo con ustedes algunos datos poco conocidos y detalles curiosos acerca de esta producción.

Tiburón fue la primera producción de Hollywood filmada en el mar, y las muchas complicaciones durante el rodaje provocaron retrasos, por lo que una cinta que debió filmarse en sesenta y cinco días, al final se llevó ciento treinta y nueve, lo que a su vez provocó que se elevaran los costos de la producción.

El presupuesto original de la película era de 3.5 millones de dólares, pero terminó costando casi 9. Ajustado a la inflación, eso sería el equivalente a unos 40 millones de dólares hoy día, que para la época era muchísimo dinero, pero no está nada mal para una película que recaudó más de 470 millones y en su momento se convirtió en la más taquillera de la historia (al menos hasta el estreno de Star Wars, un par de años después).

Además del mal clima en la locación, muchos de los retrasos que sufrió la producción se debieron a que las tres versiones mecánicas que se construyeron del tiburón fallaban todo el tiempo. No es que estuvieran mal construidos, sino que nadie consideró las condiciones en que serían empleados. Los tres modelos se probaron semanas antes de empezar a filmar, pero en un set en Universal Studios y no con agua salada.

Luego de que el modelo principal se hundió el primer día de filmación, Spielberg decidió hacer algunos ajustes y optó por emular a Hitchcock (nunca una mala elección, claro), y dejar que la audiencia se asustara ante una presencia invisible, algo que acecha apenas más allá de donde podemos percibirlo, pero que sabemos que está ahí. Por eso no vemos con claridad al tiburón hasta pasada una hora y veinte minutos de la película.

Un detalle curioso acerca de las fallas con los modelos mecánicos es que el primer problema con elllos ocurrió algunas semanas antes de que siquiera empezaran a rodar la película. Spielberg y John Millius (quien reescribió algunos diálogos pero no tiene crédito en la película) recibieron la visita de su amigo George Lucas y, sabiendo de su interés por la tecnología aplicada al cine, lo llevaron a ver el modelo.

Lucas se mostró impresionado, y pronto los tres amigos empezaron a bromear sobre las posibilidades de filmar con algo así. Lucas metió la cabeza en las fauces del tiburón porque quería saber cómo se sentía, y sus amigos cerraron las mandíbulas. Tras reírse un poco se dieron cuenta de que los controles no respondían y no la podían abrir. Para liberarlo usaron palancas y luego salieron corriendo por temor a que los culparan de dañar el equipo.

En el set de filmación el tiburón recibió el apodo de Bruce porque así se llamaba el abogado de Spielberg, y algunos miembros del equipo empezaron a usar su nombre para referirse al tiburón en tono de broma. A Spielberg le divirtió la idea y el nombre se quedó. Años después fue adoptado por los fans y se ha usado también en mercancía oficial. Uno de los tiburones en Finding Nemo (Buscando a Nemo) se llama así como un homenaje a esta película.

Aunque ahora es uno de los nombres más conocidos en el mundo del cine, en aquel entonces Spielberg sólo había dirigido una película, misma que todavía no se había estrenado, pero una combinación de circunstancias fortuitas le permitió conseguir el trabajo. Dick Richards, el director contratado para el proyecto, fue despedido luego de que en una junta con ejecutivos y productores se refirió en dos ocasiones a la bestia como una ballena.

Los productores de la cinta, David Brown y Richard D. Zanuck, necesitaban hallar un reemplazo lo más pronto posible, lo que reducía sus opciones. Ambos conocían a Spielberg porque produjeron Sugarland Express, además de que los dos eran también fans de Duel, la película de suspenso que el director hizo para la televisión. Ellos creían que si Spielberg era capaz de aportar a Jaws un tono similar, podía ser ideal para el proyecto.

Respecto a momentos memorables, la frase más famosa de la película, “You’re going to need a bigger boat” (Vas a necesitar un bote más grande) no estaba en el guion. Fue improvisada por Roy Scheider, actor que originalmente no estaba contemplado pero había conseguido el papel del sheriff Brody luego de que abordó a Spielberg en una fiesta para pedirle la oportunidad de audicionar para trabajar en la cinta.

En la fiesta Scheider había escuchado parte de una conversación en que Spielberg hablaba con un guionista sobre la escena en que el tiburón sube al bote y se sintió intrigado. Por eso se armó de valor para acercarse al director, y sin muchos rodeos le preguntó si podía actuar en la película. Spielberg dijo que lo iba a considerar, y un par de semanas después lo llamó para ofrecerle el protagónico.

Durante mucho tiempo, el Orca, el bote en que Quint, Hooper y el jefe Brody salen a cazar al tiburón, se conservó en un almacén de los estudios Universal de Hollywood. Se sabe que Spielberg solía ir a verlo cada cierto tiempo sólo para recordar la forma en que había despegó su carrera, pero en 1996, cuando quiso visitarlo una vez más, no lo encontró. Intrigado, habló con gente del estudio y con los encargados del almacén.

Todo apunta a que el bote desapareció un año antes debido a que un empleado del departamento de props del estudio consideró que ese montón de madera podrida y termitas representaba un riesgo para otros de los props guardados en ese almacén, así que decidió destruirlo sin preguntar a nadie. Lo único que todavía se conserva de aquel viejo bote de pesca son el timón, el ancla, y una de sus hélices.

Respecto a la música, pocas bandas sonoras son tan identificadas por el público como la de Tiburón. Por ello resulta curioso saber que la primera reacción de Spielberg al escuchar la propuesta de John Williams para el tema principal haya sido reírse. Creía que era una broma, porque le parecía demasiado simple y sin gracia. Años después admitió que sin ese soundtrack la película tal vez no habría sido tan exitosa.

Al año siguiente, Williams también tuvo una experiencia curiosa como resultado de su trabajo en Jaws. Durante la ceremonia de entrega del Oscar, el ahora legendario músico y compositor era el director de la orquesta, así que cuando escuchó su nombre cono ganador por mejor banda sonora original tuvo que correr al escenario para recoger su premio, y luego regresar a toda prisa al foso para seguir con su trabajo.

En cuanto a por qué se convirtió en el primer gran estreno de verano, sucedió por accidente. El plan original era que la película se estrenaría en la temporada navideña de 1974, pero los retrasos en la filmación obligaron a un cambio de fecha. En aquel entonces se consideraba al verano como la peor época para estrenar una película, porque se creía que la gente prefería ir a la playa que al cine, pero parece que una cosa no está peleada con la otra.

El éxito de la película la convirtió en el primer blockbuster de verano, y aunque los estudios no estaban del todo convencidos de que no fuera la excepción a la regla, cuando un par de años después se repitió el fenómeno con Star Wars, estrenada a fines de mayo, las cosas cambiaron y el periodo comprendido entre mayo y agosto se convirtió en la temporada preferida para estrenar los proyectos más ambiciosos.

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