Joel Schumacher, director, productor, guionista y diseñador de vestuarios, falleció este lunes a los 80 años de edad.
Sus primeros créditos se dieron en películas como Play It as It Lays (1972), The Last of Sheila (1973) y Blume in Love (1973), pero empezó a destacar gracias a su trabajo en películas de Woody Allen como Sleeper (1973) e Interiors (1978). En esos años, al tiempo que seguía trabajando en cine y TV, asistió a la UCLA para obtener una maestría en bellas artes. También empezó a escribir guiones para musicales y películas de bajo presupuesto, como Sparkle (1976), Car Wash (1978) y The Wiz (1978).
En los setenta dirigió un par de películas para televisión, pero hizo su debut en cine en 1981 con The Incredible Shrinking Woman, a la que siguió la comedia DC Cab (1983), protagonizada por Mr. T. Lo que siguió fue el periodo más exitoso y aclamado de su carrera, empezando con St. Elmo’s Fire (1985), con las actuaciones de Rob Lowe, Emilio Estevez y Ally Sheedy, además de una muy joven Demi Moore. Su siguiente trabajo fue la comedia de horror adolescente The Lost Boys (1987), protagonizada por Jason Patric, Kiefer Sutherland, Corey Feldman y Corey Haim, que gozó de gran éxito y se convirtió en una favorita de culto.
Esas dos películas marcaron el inicio de su tendencia a reflejar en su trabajo la estética de la época, misma que mantuvo por un par de décadas a pesar de que en ocasiones era muy criticado por ello. En 1990 se dio su primera película de alto perfil, Flatliners, un thriller de horror y suspenso con las actuaciones de Julia Roberts, Kiefer Sutherland, Kevin Bacon y William Baldwin. En 1993 dirigió Falling Down (Un Día de Furia), protagonizada por Michael Douglas, la cual fue un éxito de crítica y taquilla.
El éxito de esas cintas llevó a que Warner Bros. le entregara el control de la franquicia de Batman tras la partida de Tim Burton. Dirigió dos cintas con el personaje, Batman Forever (1995), con Val Kilmer, Tommy Lee Jones, Jim Carrey y Nicole Kidman, y Batman and Robin (1997), con George Clooney, Arnold Schwarzenegger, Chris O'Donnell y Alicia Silverstone. Ambas fueron grandes éxitos de taquilla, pero fans y crítica las hicieron pedazos.
Hubo molestias por regresar a la sensibilidad de la serie de TV de los 60 y retratar el homoeroticismo latente entre el héroe y su joven compañero, algo especialmente criticado a causa de que el director era abiertamente homosexual. Alternó su trabajo en Batman con dos adaptaciones de thrillers legales del exitoso escritor John Grisham, The Client (1994), con Susan Sarandon y Brad Renfro, y A Time to Kill (1997), con Samuel L. Jackson, Kevin Spacey, Sandra Bullock, Ashley Judd y Matthew McConaughey.
Después de eso, en 1999 Schumacher decidió regresar a películas de menor perfil y bajo presupuesto, con 8mm, protagonizada por Nicolas Cage, y Flawless, con Robert De Niro. En la segunda mitad de los 90 también dirigió algunos videos musicales. En el 2000 dirigió el drama Tigerland, que además la presentación en Hollywood de un joven Colin Farrell que fue por mucho la mejor recibida de esta etapa de películas más modestas.
Le siguieron dos películas rodeadas de controversia: Bad Company, con Anthony Hopkins y Chris Rock, que lidiaba con terroristas en Nueva York y por ello fue retrasada del otoño de 2001 al verano del año siguiente, y la cual fue un fracaso, y Phone Booth (2002) en la que Colin Farrell interpretaba a un publicista aterrorizado ante las amenazas de un francotirador, y que también se vio retrasada debido a un reciente tiroteo. Ese mismo año realizó Veronica Guerin, protagonizada por Cate Blanchett y producida por Jerry Bruckheimer.
En 2004 hizo la versión fílmica del musical The Phantom of the Opera, que recibió críticas encontradas pero fue un éxito de taquilla y recibió tres nominaciones al Oscar y tres a los Globos de Oro. En 2007 lanzó The Number 23, con Jim Carrey, un éxito moderado pese a las críticas negativas, y le siguió Blood Creek, un thriller de vampiros filmado con un mínimo presupuesto en Rumania y se estrenó de forma limitada en 2009.
Su última película fue Trespass, protagonizada por Nicole Kidman y Nicolas Cage. En 2012 iba a dirigir The Hive (después rebautizada como The Call) pero abandonó el proyecto por razones desconocidas. Por invitación de su amigo David Fincher dirigió dos episodios de la serie House of Cards, que aquel producía.
El lunes 22 de junio de 2020, se informó que el veterano director había fallecido a los 80 años de edad, víctima de cáncer.
Descanse en paz.
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