jueves, 19 de agosto de 2021

The Keep (La Fortaleza), de F. Paul Wilson (Adversary Cycle 01)

F. Paul Wilson es un escritor estadounidense de horror, ciencia ficción y thrillers médicos, y aunque está activo desde mediados de los 1970, debo admitir que lo conocía sólo por reputación. Hace unos meses, por una "conversación" en Twitter entre Joe Hill y otro escritor recordé una novela que en mi adolescencia intenté encontrar, pero sin éxito: The Keep.

En 1983 se realizó una adaptación a cine, dirigida por Michael Mann. No recuerdo mucho de la película (a juzgar por las reseñas es poco memorable) pero me intrigó la premisa: durante la segunda guerra mundial un batallón nazi establece una base en una fortaleza abandonada en las montañas de Rumania, más concretamente en la región conocida como Transilvania, y poco después "algo" empieza a matar a los soldados. Vampiros vs. nazis, ¿qué podría fallar? Supe que estaba basada en una novela y por un tiempo intenté conseguirla, pero no tuve éxito y pronto me olvidé de ella, al menos hasta que Hill la mencionó en sus tuits.

La bendita era digital hace que cada vez sea más difícil que un libro sea inconseguible, así que pronto averigüé que esta novela publicada por primera vez en 1981 era relativamente fácil de encontrar tanto en formato físico como digital, que es el inicio de una saga conocida como el Ciclo del Adversario, compuesto por seis novelas, y que en español se publicó bajo el título de La Fortaleza. Armado con esa información pude por fin adquirir el libro y ponerlo en la pila de lecturas pendientes.

La historia sucede en la primavera de 1941, cuando el alto mando alemán recibe un críptico mensaje del Capitán Klaus Woermann, oficial asignado a llevar un batallón hasta una fortaleza abandonada en la parte este de los Alpes. El mensaje sólo dice "Algo está asesinando a mis hombres", y solicitud le asignen una nueva ubicación para salir de ahí. En vez de eso, sus superiores envían un par de escuadrones de élite de la SS a las órdenes del Sturmbannfuhrer Eric Kaempffer, despiadado oficial salido de Auschwitz en busca de su propia comisión.

Pero lo que está matando soldados en la fortaleza no son rebeldes locales a los que se pueda asustar o eliminar con facilidad, como Kaempffer esperaba, sino una antigua fuerza que dormía hasta que la llegada de las tropas lo despertó. Cada noche hay un nuevo muerto, así que Woermann y Kaempffer buscan a alguien que conozca la historia del lugar. Theodore Cuza, académico de la Universidad de Bucarest lo ha estudiado por años, pero por una broma del destino el único hombre capaz de develar el misterio de la fortaleza es un judío, llevado hasta ahí junto con su hija Magda.

Cuza es escéptico, pero pronto conoce al ente que acecha en la fortaleza y debe aceptar que hay fuerzas más allá de su comprensión que no son parte de su fe, al tiempo que busca la forma de poner a salvo a su hija. Casi al mismo tiempo aparece en la aldea cercana un misterioso hombre que se hace llamar Glenn y parece saber demasiado sobre la fortaleza y lo que se esconde en ella, lo que llevará a un nuevo capítulo de un conflicto eterno entre las fuerzas de la oscuridad y las de la luz.

Wilson escribe con un estilo bastante ágil. Sus descripciones son concisas y logra crear un ambiente siniestro para contar su historia que, contrario a lo que se pudiera esperar, evita ceñirse a las preconcepciones que suelen ir de la mano de las historias de vampiros, sobre todo cuando se les ubica en Transilvania, y eso da a la lectura un cierto aire de frescura, pues el escritor opta por crear su propia mitología pero sin dejar de incluir toda clase de guiños a lo que conocemos por el folclor y la cultura pop occidental.

Wilson hace un buen trabajo con sus personajes principales. Hubiera sido fácil pintar a todos los alemanes como villanos, pero en vez de eso explora un poco la idea de que no todos ellos comulgaban con la xenofobia de su líder ni veían con buenos ojos las acciones de la SS en los campos de concentración, pero no llega al extremo de volverlos agradables. Cuza y Magda no son judíos sólo para contrastar con los nazis, y explora el modo en que su fe es confrontada por la existencia de lo que vive en la fortaleza. La aparición del forastero alude a una mitología más compleja, aunque en los últimos capítulos me deja la sensación de que el autor decidió meter el freno. Imagino que tuvo la idea de secuelas y prefirió no seguir expandiendo esa parte.

En términos generales The Keep es una novela bastante entretenida, escrita con un estilo dinámico y un gran ritmo narrativo. Usualmente diría que es una recomendación ideal para cualquier aficionado a los vampiros, pero habría que hacer el apunte de que su vampiro no ajusta con las características más comunes de estas oscuras craturas ficticias, lo que puede decepcionar a algunos fans del género. Lectura bastante recomendada, aunque con algunas reservas.

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