Con el estreno de Godzilla vs Kong, estos clásicos monstruos del cine están en boca de todos, y si a eso le sumamos que la próxima semana se celebran 88 años del estreno de King Kong en los Estados Unidos, me parece que es un excelente pretexto para recordar (o conocer) a Marcel Delgado, escultor y modelista mexicano sin cuyo trabajo la mítica película de Merian C. Cooper que presentó al mundo al legendario gorila habría sido algo muy distinto.
Marcel Delgado (1901-1976) fue un escultor y modelista mexicano que durante décadas trabajó para desarrollar las técnicas de miniaturas y stop motion en la producción de efectos visuales en Hollywood. Aunque a la fecha su nombre es desconocido para la gran mayoría del público (muchas de sus colaboraciones ni siquiera incluyen un crédito en pantalla), en los últimos años ha empezado a recibir el justo reconocimiento por su trabajo.
Gracias a colegas suyos que en entrevistas y memorias se han encargado de preservar registro de su trabajo, y a la labor de historiadores de cine que han ahondado en el detrás de cámaras de algunas producciones en que participó, ahora más gente conoce su papel en la creación de películas como The Lost World (1925), King Kong (1933), Mighty Joe Young (1949), War of the Worlds (1953), 20,000 Leagues Under the Sea (1954) o The Birds (1963).
Me enteré del trabajo de Delgado gracias a comentarios de un amigo que era gran fan de todo lo que tuviera que ver con Kong, y me causó suficiente curiosidad como para buscar más información. La semblanza que a continuación comparto se basa mayormente en las entrevistas realizadas a Delgado por George Turner en los años sesenta, recogidas en el sitio Monsters411, que por desgracia ya no existe, pero pueden leerlas en este enlace, cortesías de la Wayback Machine.
Marcel Delgado nació el 16 de enero de 1901 en el pueblo de La Parrita, Coahuila, cerca de la frontera con Laredo, Texas. Su interés por la escultura nació cuando era muy pequeño, inspirado por un vecino que se dedicaba a esculpir santos para vender. Al estallar la revolución mexicana su familia emigró a Santicoy, California, donde trabajaban en el campo.
En aquel entonces O'Brien preparaba los trabajos para iniciar la filmación del clásico de dinosaurios The Lost World, y aunque en un principio el joven Marcel se resistió a aceptar su propuesta, bastó una visita al estudio de O'Brien para que quedase lo bastante impresionado como para convertirse en su asistente como escultor y modelista, con lo que el joven de 21 años pasó de ganar 18 dólares a la semana a percibir 75 por dedicarse a hacer algo que disfrutaba.
A lo largo de los dos años siguientes Marcel construyó alrededor de 50 dinosaurios para The Lost World. Fue la primera película en mezclar en pantalla modelos y actores, y O'Brien estaba convencido de que Delgado podía crear modelos con una apariencia más real que la habitual en el cine de la época. Delgado usaba aluminio para los armazones de las figuras y evitar que fueran demasiado pesadas, y también innovó al usar cámaras de balones para simular la respiración de sus creaciones.
Su labor era tan especializada que al terminar los modelos no tenía nada en qué ocuparse, así que se integró al equipo de construcción de props de First National, estudio para el que laboraba O'Brien, donde a menudo era blanco de discriminación debido a su origen mexicano. Un par de años después el estudio fue adquirido por Warner Bros. y redujeron la fuerza de trabajo, con Delgado entre las bajas.
Para entonces ya había hecho amigos y contactos, y pronto se integró al equipo de props y miniaturas del William Fox Western Studio. En esa época se unió al sindicato, lo que le permitió trabajar para varios otros estudios, hasta que en 1930 recibió una llamada de O'Brien, que lo quería en RKO para construir dinosaurios para una película llamada Creation. El proyecto se canceló cuando llevaban casi un año trabajando, pero sobrevivieron algunas escenas que ya habían animado.
Según Delgado, la intención original de Merian C. Cooper, el director de la película, era filmar a un simio real y usar trucos de cámara para crear la ilusión de que medía doce metros de alto, y encargó a O'Brien el diseño de los escenarios y montajes necesarios.
La idea no convenció al veterano en efectos visuales, quien encomendó a Delgado construir un modelo capaz de moverse casi como humano. Luego de ver las pruebas de Delgado y O'Brien, Cooper accedió a usar el modelo, pero les pidió modificar su apariencia hasta que luciera justo como él lo había imaginado. Delgado construyó seis miniaturas de Kong de alrededor de 45 cm de alto y poco más de 4 kg de peso cada una.
Los esqueletos estaban hechos de duraluminio, aleación de aluminio con cobre, manganeso, magnesio y silicio que es ligera y muy resistente. El recubrimiento usado era pelo de conejo, un material que nunca le gustó a Delgado debido a que le quedaban marcadas las huellas de los animadores, causando un rápido deterioro. De acuerdo con el artista, la gran diferencia entre su trabajo y el de otros artistas era que él creaba músculos flexibles que evitaban que sus figuras lucieran tiesas.
Aunque el diseño de la cabeza de Kong no era suyo (decía que si se lo hubieran permitido habría hecho algo muy diferente), también estuvo a cargo de construirla y asegurarse de que todas sus partes funcionaran bajo la operación de dos personas. Aunque le parecía un desperdicio hacer una cabeza tan grande, se sorprendió al ver lo mucho que se usó en la película, y decía que pocas veces vio tan feliz a Cooper como cuando presumía de lo que habían podido hacer gracias a esa cabeza.
Otro reto fue el modelo de la mano de Kong, originalmente encargada a otro grupo de trabajo. Según Delgado, el modelo no consideraba la forma en que funcionan los huesos de una mano y la movilidad de los dedos era muy limitada, por lo que no servía para lo que Cooper quería. El director hizo que Delgado rediseñara y construyera un nuevo modelo, y para evitar problemas similares, al terminar le encargó trabajar también en las piernas del pterodáctilo y un pie de Kong.
Varios de los dinosaurios que usaron habían sido construidos para Creation, y los reciclaron con algunas modificaciones. En ellos Delgado aplicaba por separado las corazas, placas y espinas sobre la piel de hule, lo que les daba mayor elasticidad y movilidad. El reciclaje de modelos era una práctica estándar, y muchos de los construidos por Delgado, incluyendo tres esqueletos de Kong, fueron también usados en Son of Kong, también estrenada en 1933.
En esa película permitieron a Delgado diseñar un par de monstruos: el reptil que el pequeño Kong enfrenta en la cueva, y un monstruo marino. Las únicas instrucciones que recibió para ello fueron "hacer algo que nadie haya visto jamás". Durante los años treinta siguió trabajando para RKO, y además de The Last Days of Pompeii colaboró en varios proyectos que por una u otra razón fueron suspendidos o cancelados sin importar qué tan avanzada estuviera su producción.
Entre ellos destacan Gwangi, película sobre dinosaurios hallados en el Gran Cañón, y War Eagles, otra colaboración con O'Brien y Cooper en la que según Delgado se invirtió mucho tiempo y dinero antes de suspender las labores en 1939. De ella recuerda una secuencia con un lancero sobre un águila atacando a un tiranosaurio. Parece que MGM tenía intención de retomar la producción después de la guerra, pero eso nunca sucedió y se perdió todo lo filmado.
Uno de sus trabajos favoritos fue la versión original de Mighty Joe Young (1949), pues considera que fue el mejor primate que hizo en su carrera. Lo diseñó desde cero, con esqueletos de 40 cm de alto recubiertos con piel de ternero nonato, de apariencia más natural y manejable que el pelo de conejo usado en Kong. Usó también una miniatura de 10 cm que lamentaba no haber conservado. También hizo miniaturas de caballos y seres humanos, y creía difícil apreciar en la película cuáles escenas eran miniaturas en vez de caballos reales.
Su trabajo involucraba más que monstruos y animales. Para Disney diseñó el disfraz de perro para The Shaggy Dog (1959) y trabajó en props y modelos para Adventureland, una sección de Disneyland. Realizó también todos los globos y naves de Master of the World (1961) y construyó los monstruos originales de Jack the Giant Killer (1962), aunque pidió retirar su crédito cuando cambiaron la apariencia de algunos.
Para entonces le incomodaba la forma de trabajo de algunos estudios, productores y directores. Le dieron seis semanas para hacer un tiranosaurio y un brontosaurio para Dinosaurus! (1960), pero se los pidieron en menos de tres sin importar como se vieran. Hizo una secuencia de miniaturas para It's a Mad, Mad, Mad, Mad World (1963), pero cuando alguien comentó que se veían mejor que el resto de los efectos, Linwood Dunn, responsable de efectos visuales, pidió que alguien más la rehiciera para proteger su ego.
Frustrado con esas y otras experiencias similares, Delgado decidió retirarse en 1966, cuando tenía 65 años de edad y llevaba 43 años de trabajo ininterrumpido en cine. Curiosamente fue después de su retiro que empezaron a aparecer clubes de fans interesados en su trabajo, y en poco tiempo convenciones de diversas partes del mundo empezaron a reconocer su labor como parte de la creación de muchas películas clásicas.
En 1972 hubo un comercial de Volkwagen con una animación realizada por David Allen (pueden verlo aquí), y antes de rodarlo el animador visitó a Delgado para que aprobara el modelo que construyó. De acuerdo con el modelista mexicano, estaba tan bien hecho, que le tomó unos minutos convencerse de que no habían rescatado uno de sus modelos originales. De hecho, ése es el modelo que está en exhibición en el Motion Picture Hall of Fame.
A fines de 2009 se subastó un modelo de Kong de 45 cm, aunque es muy probable que se tratase de una restauración realizada sobre uno de los varios esqueletos de aluminio que Delgado construyó para la filmación de King Kong. La pieza alcanzó un precio de 200,000 dólares. Varios de los modelos que hizo para The Lost World estuvieron en exhibición en el Museum of Arts and Sciences de Los Angeles, pero cuando las partes de hule empezaron a desintegrarse, fueron retirados.
Por un tiempo estuvieron perdidos, pues por accidente quedaron detrás de una pared luego de que se realizó una remodelación en las bodegas del museo, pero por fortuna alguien se percató de lo ocurrido y fueron recuperados. Hoy día esos esqueletos se conservan en otras instalaciones del mismo museo bajo cuidados más adecuados para su preservación.
Marcel Delgado falleció en noviembre de 1976 a causa de complicaciones surgidas tras no recuperarse correctamente de un accidente que había sufrido unas semanas antes. Por fortuna y a pesar de que mucha de su labor profesional la realizó sin siquiera recibir crédito en muchas de las películas en que trabajó, pudo recibir en vida un justo reconocimiento por su trabajo, y cada vez más gente conoce su nombre y aportaciones al desarrollo del noveno arte.
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