La más reciente película de Robert Eggers, creador de The Witch (La Bruja), es el thriller de horror psicológico The Lighthouse (El Faro), coescrita con su hermano Max y protagonizada por Robert Pattinson y Willem Dafoe. La cinta se filmó en blanco y negro con una inusual relación de aspecto de 1.19:1.
La historia tiene lugar a fines del siglo XIX, cuando Ephraim Winslow (Robert Pattinson) llega a una aislada isla frente a las costas de Nueva Inglaterra para servir como guardián de un faro por las siguientes cuatro semanas bajo las órdenes del veterano cuidador Thomas Wake (Willem Dafoe), un malhumorado y estricto marino cojo y retirado. El trabajo es duro y su relación fría, producto de las diferencias en edad y carácter entre ambos personajes.
Winslow debe realizar las tareas más duras en el faro, y no se le permite subir hasta la linterna misma, lo que le provoca una creciente frustración. Al paso de los días el joven empieza a sufrir alucinaciones, desde monstruos hasta sirenas, además de repetidos encuentros con una gaviota tuerta que parece atormentarlo constantemente. Poco antes de que se cumpla el plazo para que Winslow sea relevado en su puesto, se desata una terrible tormenta que deja aún más aislados a los dos hombres, que poco a poco empiezan a caer en una violenta espiral de locura.
La decisión de filmar en blanco y negro y en una relación de aspecto casi cuadrada obedecen, de acuerdo a declaraciones del director, a una intención de remontar a la audiencia a un tiempo pasado, antes de las pantallas widescreen, la alta definición o los brillantes colores logrados gracias a las cámaras digitales, pero el efecto que tiene en la película misma es incrementar la sensación de soledad, aislamiento y claustrofobia que la historia busca proyectar.
The Lighthouse es una película inusual en muchos aspectos, pero más allá de las características técnicas o del exquisito trabajo de composición visual realizado por Jarin Blaschke, cinematógrafo que ya había colaborado con Eggers en su trabajo anterior, The Witch, se trata de una historia que provoca una reacción en la audiencia al contagiarla del miedo y ansiedad de sus protagonistas de una forma que por momentos se vuelve estresante.
Vital para que la cinta funcione son las actuaciones de los protagonistas, y aunque se trata de uno de los mejores trabajos realizados por Pattinson, quien se roba la película es Willem Dafoe, que pareciera haber nacido para interpretar al viejo y demente marino con su curioso acento y viejo dialecto náutico. Ambos actores tienen estilos opuestos de trabajo, pero en este caso es otro elemento contrastante que funciona en beneficio del producto final.
Una nota al final de la película señala que algunos parlamentos fueron tomados de viejas bitácoras de faros, además de una bibliografía de consulta que incluye la mayoría de los textos empleados por Herman Melville mientras escribía Moby Dick, por lo que hay anécdotas y frases que pueden sonar a chiste o como clichés, pero son bastante efectivos dentro del contexto de la historia.
En resumen, The Lighthouse es una película que puede no ser del agrado de mucha gente debido a sus características, pero si están dispuestos a dejarse llevar a un recorrido por una tormenta de emociones y locura, la experiencia puede ser muy gratificante. Otro excelente trabajo de Eggers.
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