viernes, 31 de enero de 2020

1917, de Sam Mendes

El cine bélico tiene una larga tradición de super-producciones épicas, pero lo más usual es que sean sobre la segunda guerra mundial, las guerras de Vietnam y Corea, o algún conflicto en Medio Oriente. Ésa es una de las cosas que hacen distinta a 1917, película co-escrita y dirigida por Sam Mendes. La cinta cuenta con las actuaciones de George MacKay y Dean-Charles Chapman, además de Mark Strong, Richard Madden, Colin Firth y Benedict Cumberbatch en roles de reparto.



La historia sigue a los cabos Will Schofield (MacKay) y Tom Blake (Chapman), que son llamados por el General Erinmore (Firth) para llevar a cabo una peligrosa misión. Las tropas alemanas se han retirado de la posición que guardaban en el norte de Francia, por lo que los británicos se preparan para atacar, convencidos de que los tienen en retirada, pero la inteligencia aérea descubrió que se trata de un movimiento estratégico y los teutones pretenden acabar con el enemigo gracias a una reforzada línea de artillería en su nueva posición.

Las líneas telefónicas fueron cortadas, por lo que Schofield y Blake deberán atravesar las viejas líneas para llevar un mensaje al coronel Mackenzie (Cumberbatch) y suspender el ataque, y tienen menos de 24 horas para evitar que 1600 soldados caigan en la emboscada alemana. Para Blake la misión se vuelve personal, pues el Tte. Joseph Blake (Madden), su hermano, es parte de uno de los batallones en peligro. Ambos soldados deberán atravesar la tierra de nadie y las abandonadas trincheras germanas para entregar el mensaje a tiempo.


La historia está parcialmente basada en un relato contado a Mendes por su abuelo, Alfred Mendes, quien sirvió como mensajero durante la primera guerra mundial, razón por la que el director saltó ante la oportunidad de trabajar en una película acerca de este conflicto, y por ello se involucró en un nuevo guion que incorporase la historia del mensajero.

Más allá del emocionante y dramático relato, que hace un excelente trabajo al retratar algunos de los horrores de la guerra y las condiciones en que vivían las tropas entre batalla y batalla, lo más destacado de la cinta tiene que ver con aspectos técnicos. La película está compuesta por largas tomas editadas para simular un solo plano secuencia, sin que esto implique que se vuelva monótona, pues giros de 360 grados y distintos encuadres ayudan a mantener todo en movimiento constante y con gran dinamismo.


Mendes se apoyó en el experimentado cinematógrafo Roger Deakins y el editor Lee Smith, con quienes ya había trabajado antes pero por separado, para planear cuidadosamente cada escena y la forma en que estas serían editadas. El resultado es una espectacular experiencia inmersiva que ayuda a convertir a 1917 en una tensa experiencia audiovisual, misma que recomiendo buscar en la pantalla más grande que esté disponible. No sé cómo le irá en los Oscar, pero me gustaría pensar que Deakins y Smith son serios candidatos a irse a casa con una estatuilla.

Las actuaciones son bastante sólidas en general, y no deja de ser curioso que los nombres más conocidos en el elenco sean los de actores con muy poco tiempo a cuadro y un mínimo de parlamentos. En resumen, 1917 es una muy buena película de guerra, cuyos detalles técnicos no constituyen una distracción y en cambio se convierten en un pretexto ideal para buscar más información y videos después de ver la película. Sin duda una opción bastante recomendable.

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