Marioneta es una película mexicana de drama y romance, dirigida por Álvaro Curiel y protagonizada por Rafael Ernesto Hernández, Fátima Molina y Juan Manuel Bernal, en la que se aborda el tema de las mafias que controlan a la gran mayoría de los limosneros que operan en la ciudad de México.
Decepcionado, considera la posibilidad de regresar a su país, pero conoce a Belén (Molina), una joven que pide dinero en el metro con la historia de haber sufrido un accidente y necesitar ayuda para el tratamiento médico de su hermano. Ernesto no cree su mentira, y confirma su sospecha al volverla a encontrar, ahora con una lesión diferente.
Intrigado, aborda a la joven con intención de ayudarla, pero en vez de eso se ve sumido en el bajo mundo de la ciudad, donde conoce al Lic. Torrico (Bernal), quien se encarga de manejar a todos aquellos que se dedican a pedir limosna en las calles y transporte público de la ciudad. Éste lo contrata para que enseñe a su gente a mentir mejor, pero las cosas se complican cuando los mendigantes se encariñan con él, al tiempo que él se va enamorando de Belén, sin saber todos los problemas que esto le va a ocasionar.
La película hace un buen trabajo al retratar algunos de los problemas cotidianos en la ciudad, donde el desempleo lleva a mucha gente a salir a la calle en busca de algunas monedas para poder sobrevivir, al tiempo que aborda un tema que muchos conocen pero la mayoría prefiere ignorar, que es el hecho de que siempre habrá alguien en una posición de poder que abusará de las necesidades de quienes menos tienen.
Cabe aclarar que Curiel evita que esta denuncia social se convierta en el centro de su historia, y presenta la situación a manera de crear un trasfondo realista para la historia de amor de Ernesto y Belén, que es lo que en realidad está contando, pero lo hace de una forma responsable al presentar la situación desde más de un ángulo, lo que ayuda a que, más allá de lo que pueda decir al respecto la película, el asunto se convierta en un tema de reflexión para la audiencia.
Las actuaciones van de sólidas a sobresalientes, y el trabajo de dirección es bastante bueno. Destaco también la labor de fotografía y montaje de las escenas, que a diferencia de algo muy común en el cine nacional, mayormente se apega a mostrar congruencia con las zonas de la ciudad en que transcurre la historia, y lo hace sin recurrir a filtros que exacerben el descuido de las calles y construcciones de algunas colonias populares.
Como suele ser el caso, la cinta participó en muestras y festivales extranjeros antes de presentarse en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, donde finalmente obtuvo un trato de distribución que permitió su estreno comercial en las principales ciudades del país. Marioneta es una interesante propuesta dentro del cine nacional, que encuentra una forma distinta de incluir temas de crítica social sin necesidad de recurrir a la cuasi-exploitation que algunos directores buscan al abordar esa clase de temas.
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