Siempre me ha molestado un poco que cada año, apenas inicia diciembre, y el internet se llena de listas y artículos sobre "lo mejor del año", como si ése último mes no contara. En esta ocasión fue aún peor, pues casi todo fue al doble debido a las listas de "lo mejor de la década" (me encantaría que alguien hubiera tenido la decencia de publicar la suya como "lo mejor del decenio", pero no fue así).
En el caso del cine, por ejemplo, eso era un problema, pues dos películas (Little Women y Jojo Rabbit) que aparecen en la mayoría de esas listas se estrenaron apenas esta semana, y 1917 la semana anterior. Por eso me gusta esperar un poco, aunque esta vez por poco se me va enero sin poner manos a la obra. Esta vez voy a comenzar con un tema que desde hace mucho me atañe de forma tanto personal como profesional: los cómics.
Lo he dicho antes, pero vale la pena repetirlo ya que escribo mucho sobre cine, tv y cómics: No soy un crítico profesional. En el caso particular de los cómics, soy lector desde hace casi 40 años, los traduzco profesionalmente desde hace 20, y he escrito varias historias publicadas en antologías tanto en los mercados mexicano como estadounidense, y juzgo lo que leo de acuerdo a lo que he aprendido, pero recordando que se trata de un medio que, entre muchas otras características, puede ser divertido y relajante.
En términos generales, diría que 2019 fue un buen año para el cómic estadounidense. El cambio que se venía dando desde años atrás parece haberse concretado, y los superhéroes ya no son la fuerza dominante de esta industria, desplazados a segundo término por el continuo crecimiento del cómic para niños (también llamado "para todas las edades") y el manga. Y esa creciente base de lectores se encuentra ahora con una variedad de oferta que jamás habúamos visto.
Al cierre de Vertigo, el mítico sello para lectores maduros de DC, otras editoriales tomaron la batuta en lo que a desafiar convenciones y expectativas se refiere. Editoriales como Vault Comics, Ahoy Comics y TKO han consolidado su presencia en el mercado, BOOM! Studios ha dado pasos muy interesantes, y las plataformas digitales, encabezadas por Comixology y Line Webtoon, se han convertido en una parte muy importante del ecosistema del cómic norteamericano.
Estos cambios en el mercado han provocado que por primera vez en mucho tiempo Marvel y DC estén realizando esfuerzos conscientes por producir material apto para jóvenes lectores, aun si eso no implica que vayan a dejar atrás, al menos todavía, sus prácticas comerciales centradas en "eventos" y portadas variantes, además de que ha habido notorios esfuerzos por hallar vías de distribución que escapen las limitaciones de las tiendas de cómics, también conocidas como el mercado directo. La sensación de que se vienen cambios importantes en la industria es palpable.
También antes he mencionado que no soy muy del agrado de hacer listas de "lo mejor", así que no esperen ver nada por el estilo, aunque en estos días podrán hallar por aquí algunos textos en que daré un rápido repaso a algunos de mis cómics favoritos publicados en 2019. ¡Estén pendientes!
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