El aclamado director sudcoreano Bong Joon-ho regresa con una película que mezcla de forma impecable elementos de drama, suspenso y comedia negra. Parásitos fue co-escrita por el director y Han Jin-won, y cuenta con las actuaciones de Song Kang-ho, Lee Sun-kyun, Cho Yeo-jeong, Choi Woo-shik y Park So-dam.
La historia se centra en los Kim, una familia pobre cuyos miembros, mediante planes y maquinaciones, se convierten en empleados de una acaudalada familia. Los Kim son unos desposeídos que viven en un semisótano en los barrios bajos de la ciudad, pero por azares del destino se encuentran con una oportunidad para cambiar sus vidas. Ki-woo, el hijo, recibe la oportunidad de convertirse en maestro de inglés a pesar de no tener papeles que certifiquen su conocimiento o capacidad.
Para resolver ese problema, Ki-jeong, su hermana, falsifica papeles que lo hagan pasar por estudiante universitario. Una vez que obtiene el trabajo y conoce a la familia, Ki-woo manipula a la Sra. Park, convencida de que su hiperactivo hijo menor es un artista en ciernes, para que contrate a una terapeuta artística, y recomienda a su hermana, pero sin revelar su parentesco. En los días siguientes ambos se aseguran de sabotear al chofer y al ama de llaves para crear vacantes que puedan ser ocupadas por sus padres, Kim Ki-taek y Chung-sook, también con credenciales falsas.
La primera mitad de la cinta es como una comedia manerista, que con un elegante humor negro explora las diferencias de clases y se mofa de forma no tan sutil de algunas de las costumbres y tendencias de la gente acaudalada. El título de la cinta es una referencia a la forma en que los Kim poco a poco invaden el espacio de los Park para vivir cómodamente a sus expensas, pero la metáfora no se queda sólo en eso, pues un giro en la historia revela una infestación previa que puede echar por tierra los cuidadosos planes de la familia.
Me parece importante señalar que pese a la implicación anterior de que los Kim forman un organismo parasitario que se aprovecha de los Park, la realidad es mucho más compleja, pues no sólo los Kim son una familia que, más allá de las mentiras con que se abrieron puertas, está trabajando, sino que la relación entre ambas familias tiene cierta naturaleza simbiótica en que el "abuso" puede ser interpretado de distintas maneras y por tanto funcionar de ida y vuelta, creando una compleja interdependencia, un delicado ecosistema cuyo balance siempre está en riesgo.
La historia es sumamente entretenida, y se rehúsa a ser encasillada, pues además de los tintes de comedia costumbrista antes mencionados, pasa también por momentos de drama, suspenso, e incluso horror psicológico, sin que esto implique que hay saltos en el tono de la cinta, pues todas las transiciones se dan de forma orgánica y casi imperceptible.
Visualmente la película es hermosa, con una fotografía en tonos cálidos que juega con la percepción espacial y el uso de la iluminación para enfatizar sus temas, en ocasiones de forma tan evidente como al ver a los Kim salir de su sótano y tener que subir por empinadas calles para llegar a la casa de los Park, o tan sutil como el uso de la luz del sol en distintas locaciones y en distintos momentos de la historia.
Aunque Bong tiene varios años realizando cine de alta calidad y hemos tenido oportunidad de ver varias de sus películas en salas de nuestro país, me queda la impresión de que este película será la que haga que su nombre resulte familiar para la audiencia casual que no lo tenía en su radar, sobre todo luego de que, según parece va a suceder, reciba reconocimientos en todas las grandes entregas de premios.
En resumen, Parásitos es una entretenida película sobre la desigualdad social, prejuicios y lucha de clases presentes en la sociedad contemporánea, que gracias a las atinadas decisiones del director evita convertirse en una mera sátira social, y pese a que se alimenta de una ira palpable, tampoco es un llamado a una revolución social. La más reciente obra de Bong Joon-ho es una de esas raras películas que invita a la audiencia a pensar y reflexionar incluso días después de haberla visto. Recomendación imprescindible para cualquier amante del cine.
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