Se dice que un ejecutivo no hace bien las cosas cuando decide ponerse del lado creativo de las cosas, y 10 Minutes Gone (Diez minutos para morir) parece ser un perfecto ejemplo, pues su director, Brian A. Miller, un ejecutivo de Cartoon Network con un largo historial de trabajo tras un escritorio para grandes estudios, es incapaz de hacer algo interesante con un thriller de suspenso criminal protagonizado por Bruce Willis y Michael Chiklis.
La cinta cuenta la historia de Frank Sullivan (Chiklis), un ladrón profesional especializado en abrir toda clase de cerraduras y cajas fuertes, que forma parte de un equipo contratado por Rex (Willis) para robar las cajas de depósito de un banco en la ciudad de Cincinnati. El golpe es planeado por Joe, el hermano de Frank, y parece perfecto, incluyendo a un total de cinco personas para controlar a los rehenes y guardias de seguridad y vaciar las cajas.
Sin embargo, pese a tener calculado el tiempo de respuesta de la policía y rutas de escape, algo sale mal, pues suena la alarma y la policía ya rodea la entrada principal del banco. Los hermanos Sullivan usan la via de escape secundaria, pero antes de llegar a su vehículo son sorprendidos y Frank es dejado inconsciente. Al despertar, diez minutos después, su hermano está muerto y la bolsa con el botín ha desaparecido, lo que indica que un miembro del equipo los traicionó.
Los diez minutos que perdió indican que ya pasó la ventana para presentarse en la casa de seguridad, por lo que llama a Rex para informarle que algo salió mal. Éste está furioso, y el cliente que le encargó robar una caja en particular no hace más que ponerlo de peor humor. Frank busca a la novia de su hermano y le dice que debe sacarla de la ciudad, pero ella lo convence de buscar al resto del equipo para averiguar quién los traicionó.
Lo que sigue es aproximadamente una hora de balaceras y persecusiones que, pese a estar mayormente bien realizadas, son completamente genéricas y predecibles. Lo que es peor, con cada escena que pasa, se hace más evidente cuál será el giro argumental "sorpresa" en el climax de la película, que poco a poco se convierte en una colección de clichés que termina por sentirse aburrida pese a durar menos de hora y media y contar con varias secuencias de acción.
Temas recurrentes del género, como machismo, mentiras y traiciones y el honor (o falta de) entre ladrones, son usados de todas las formas esperadas con los resultados predecibles que mencioné antes, y el trabajo de dos grandes actores del género se ve completamente desperdiciado, pues ningún volumen de carisma y presencia escénica sería suficiente para salvar una película que partió sin tener una historia interesante que contar.
En resumen, 10 Minutes Gone es un olvidable thriller criminal que ofrece unas cuantas emociones pero no la suficiente intriga o suspenso para funcionar de major manera. Omítanla aún si son fans de alguno de los protagonistas.
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