Pocas historias son tan conocidas o populares como la novela Little Women, de Louisa May Alcott, y Mujercitas ha sido adaptada a otros medios en varias ocasiones a lo largo de los años. La más reciente versión cinematográfica fue escrita y dirigida por Greta Gerwig y cuenta con las actuaciones de Saoirse Ronan, Emma Watson, Florence Pugh, Eliza Scanlen, Laura Dern, Timothée Chalamet, Bob Odenkirk, Louis Garrel, Chris Cooper y Meryl Streep.
La historia abre en 1968, y Jo March (Ronan) es maestra en Nueva York, donde además logra vender algunas historias con un editor local. Mientras tanto, en París, su hermana Amy (Pugh) estudia pintura y socializa bajo la estricta vigilancia de su tía (Streep). Jo, quien ha hecho amistad con un profesor alemán (Garrel), recibe una carta de su madre (Dern) que le informa que su hermana menor, Beth (Scanlen), recayó en su enfermedad, por lo que decide volver a casa.
Saltamos siete años atrás, cuando Jo y su hermana mayor, Meg (Watson) conocen en una fiesta a Laurie (Chalamet), el nieto de su acaudalado vecino, el Sr. Lawrence (Cooper). A partir de ahí la historia salta entre las dos líneas de tiempo, mostrando el desarrollo de la relación entre las cuatro hermanas y Laurie, con énfasis en Jo, quien lo ve como un hermano sin darse cuenta de que él se está enamorando de ella.
Los cambios que Gerwig hace a la historia son mínimos, pero de forma muy sutil afectan la forma en que se interpretan usualmente algunos de los sucesos de la novela. La decisión de dividir la narración en dos tiempos y saltar de uno a otro periodo aprovechando ciertos momentos resulta una excelente forma de alterar el ritmo narrativo sin necesidad de realizar cambios mayores a la historia, lo que resulta en una interpretación fresca de la clásica historia de Alcott.
El talentoso elenco de la película realiza un gran trabajo dando vida a estos clásicos personajes, pero la interpretación de Jo realizada por Ronan sobresale de entre el resto. La rebelde joven que acostumbra hacer las cosas a su manera y se rehusa a conformarse al papel que la sociedad le ha asignado es transformado en manos de Gerwig y Ronan en una chica independiente y moderna, decidida a pelear por lo que quiere sin rendirse ante las presiones sociales, y algunos de los cambios a la historia original tienen justo la intención de permitir un mejor desarrollo de su personaje.
El diseño de escenarios y vestuario es impecable, y la fotografía es preciosa, retratando las distintas atmósferas de un salón de baile, una colina nevada o un prado francés de forma estética y agradable. Quizás el mayor logro de la película sea el lograr que la suma de sus esfuerzos resulte en una versión fresca y original de una historia muy conocida, y hacerlo además sin necesidad de actualizar o modernizar los elementos clásicos de la historia.
En resumen, Little Women es una excelente película que confirma a Greta Gerwig como una de las mejores directoras en la actualidad al tiempo que ofrece una nueva oportunidad de ver a Saoirse Ronan devorar un escenario y confirmarse como una de las grandes actrices jóvenes del mundo. Una de las mejores películas de 2019 y sin duda una opción bastante recomendable para toda la familia.
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