Un efecto secundario de que Hollywood y el mundo de la TV y el streaming hayan volteado a los cómics como una nueva forma de obtener historias, es que hay muchas series y películas que mucha gente no sabe que están basadas en algún cómic o novela gráfica. Me imagino que ése es el caso de Stumptown, serie producida por la cadena estadounidense ABC que se estrenó en septiembre de 2019 y la cual está basada en el cómic del mismo título creado por Greg Rucka, Matthew Southworth y Justin Greenwood, que fue publicado por Oni Press entre 2009 y 2015.
Dex tiene muchas deudas, pero su mal carácter e incipiente alcoholismo no ayudan a que logre conservar un empleo. Sue Lynn Blackbird (Cardinal), dueña del casino tribal a las afueras de Portland, la contrata para localizar a su nieta, hija de un ex-novio de Dex. La relación con Sue Lynn es tensa porque su relación con Benny, hijo de Sue Lynn, terminó por la presión de su familia y su tribu, y él se casó con otra mujer. Años después Benny se enlistó en el ejército con la intención de volver a acercarse a Dex, pero falleció en una explosión, y Sue Lynn la culpa por lo sucedido.
El asunto se resuelve de forma satisfactoria, lo bastante como para impresionar al detective Miles Hoffman (Ealy) de la policía local, quien le sugiere conseguir una licencia y convertirse en investigadora privada. Dex lo hace y su vida poco a poco parece ir tomando rumbo, aunque fallas de carácter y malas decisiones arrojan nuevos obstáculos en su camino. Tiene una relación intermitente con Hoffman, pero sus propios errores ty fantasmas del pasado impiden que sea algo más serio, así que el tema central de la serie es la constante lucha de Dex por resolver las cosas, olvidarse de sus demonios y seguir adelante.
A primera vista la serie tiene una estructura simple y casi formulaica para series policíacas o de detectives, con un protagonista emocionalmente dañado y sus esfuerzos por hacer lo correcto mientras lidia con el caso de la semana, pero lo que marca la diferencia con series de ese tipo es el trabajo de personajes, elevado por el gran nivel interpretativo, del elenco principal y sus actores recurrentes e invitados. Destaco de manera especial la labor de Smulders, Ealy y Hoffman, que forman un inusual triángulo afectivo que sale del molde gracias a la forma en que los guiones manejan la interacción entre ellos.
Del elenco de soporte los dos personajes más fuertes son la mencionada Sue Lynn Blackbird y la Teniente Cosgrove (Manheim), superior de Hoffman, pues además del peso implícito en ser las dos figuras de autoridad en la serie, los interpretan un par de excelentes actrices que les dan una rica variedad de matices, que ayuda a enmarcar y apuntalar el trabajo de los protagonistas. Tookie (Martinez), dueño de un camión de tacos, proporciona un elemento cómico, pero también aportan a la riqueza de personajes en la serie, pues sirve como amigo, confidente, figura paterna o comic relief sin volverse contradictorio.
Además de la bien lograda mezcla de drama y comedia, un punto fuerte a lo largo de los dieciocho episodios de la primera y hasta ahora única temporada son las secuencias de acción, desde las convencionales persecuciones a pie o en autos, hasta inesperadas peleas en escenarios tan inusuales como una iglesia, situaciones que hacen eco del caos que es la vida de Dex. Los casos que investiga suelen ir ligados a un tema de familia, y permiten explorar parte de los problemas de Dex, incapaz de reconciliar sus sentimientos hacia el abandono de sus padres, la responsabilidad de cuidar a su hermano, o iniciar una relación de pareja estable.
Otro punto que hace muy disfrutable la serie es la música, pues la banda sonora que acompaña a Dex es una selección de música de los 70, 80 y 90, utilizada de forma muy efectiva para ambientar diversas escenas, y en ocasiones acompañando las secuencias de acción de una forma peculiarmente efectiva. En ocasiones utilizan también covers de melodías populares, cuyas letras suelen ser alusivas a la situación que se muestra en pantalla, y en las que el cambio de ritmo o estilo permite manipular el efecto que la música tiene en la atmósfera de cada escena.
En términos generales la serie fue bien recibida por la crítica, y logró mantener una audiencia constante a lo largo de su emisión. Un par de meses después del cierre de temporada, en marzo de 2020, ABC anunció que la serie sería renovada para una segunda temporada, pero hubo cambio de showrunner, lo que retrasaría el trabajo en los guiones, y tras el cierre de actividades a causa de la pandemia la cadena anunció que no podía producir la segunda temporada a tiempo para ocupar su lugar en la programación, por lo que tuvieron que cancelarla.
En la parte final del año trascendió que ABC estaba tratando de vender la serie a otra cadena o a alguna plataforma de streaming, pero hasta el momento no hay noticias en ese frente. En cuanto al cómic, supongo que en algún momento tendré que dedicarle un espacio, pues también me gusta bastante.
En resumen, Stumptown es una divertida y emocionante serie que sorprende por lo emotiva que puede ser. Sus principales fortalezas son el manejo de personajes, grandes actuaciones, y un excelente soundtrack, y creo que puede ser del agrado de casi cualquier espectador. En México (e imagino que el resto de Latinoamérica) la serie está disponible a través de Amazon Prime Video. Si cuentan con este servicio, denle una oportunidad, podrían llevarse una sorpresa. Absolutamente recomendada.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario