martes, 1 de julio de 2008

Uncanny X-Men #499 (Reseña)

Uncanny X-Men #499 - Billy Tan
Uncanny X-Men #499

Título: Divided (parte 5 de 5)

Guion: Ed Brubaker
Arte: Mike Choi & Ben Oliver

Color: Sonia Oback & Jason Keith
Rotulista: Cory Petit

Artista de portada: Billy Tan

Editor: Nick Lowe
Editor asistente: Will Panzo

Editorial: Marvel Comics

Fecha de publicación: Miércoles 25 de Junio de 2008

Los X-Men son uno de los equipos más populares en el mundo del cómic desde hace más de 30 años, y tal vez deban su éxito en buena medida a presentar de forma constante algo realmente inusual en los cómics regulares tanto de Marvel como de DC: cambio. Desde que se lanzó el Giant-Size X-Men #1 la única constante en los títulos de mutantes de Marvel ha sido alterar frecuentemente el status quo. El próximo cambio esta a unas cuantas semanas, lo que tiene sus ventajas y desventajas.

Por una parte ofrece a sus autores la posibilidad de liberarse un poco de las ataduras que cuarenta años de continuidad implican, pero por otro lado los obligan a mantenerse dentro de un esquema editorial mucho más rígido y estricto que el que encontrarían en otros títulos. Divided (Divididos) se siente más como un entretiempo, una forma de matar algunos números mientras llega el momento de ejecutar los cambios arriba mencionados.

Los X-Men se desbandan y sus integrantes se dedican a vagar por distintas partes del mundo, unos de forma individual y otros en pequeños grupos. La mayoría terminan involucrados en diferentes aventuras o conflictos con villanos del pasado del equipo. En este número en particular vemos a Wolverine, Colossus y Nightcrawler enfrentar a Omega Red en las instalaciones de la misteriosa organización Red Room, mientras Cyclops y Emma Frost enfrentan a un grupo de X-Men y aliados, y descubren que Mastermind (Martinique, la hija de Jason Wyngarde) es la responsable de la alucinación colectiva que encontraron al llegar a San Francisco.

Lo Bueno: La caracterización de los personajes a partir del diálogo e interacción entre ellos. Brubaker entiende que los X-Men funcionan como una familia y los escribe como tal. La historia es simple, sobre todo comparándola con otros títulos escritos por Brubaker, pero tomando en cuenta la cantidad de personajes con que debe lidiar en cada número, es de resaltar que mantenga un buen nivel narrativo sin sacrificar el desarrollo de los mismos.

El equipo artístico de Choi y Oliver se va consolidando poco a poco como uno de los más capaces en el staff de Marvel, y no sería de sorprender que en poco tiempo se conviertan en uno de los tandems artísticos más buscados en el medio. Habrá que seguirles la pista.

Lo Malo: La ineludible sensación, no sólo en este número sino en los cuatro que van de esta historia, de que se trata de material pensado como relleno mientras el plan editorial se va acomodando para lo que sucederá dentro de unas semanas. Por fortuna se trata de relleno de buena calidad, pero sigue siendo relleno.

Lo Interesante: La reaparición de villanos considerados importantes en el pasado, como Omega Red, en papeles menores, y la aparente preparación de una historia futura donde otro villano, relativamente nuevo pero con fuertes lazos con el pasado, como Martinique Wyngarde, tendrá algún papel importante.

El Veredicto: Uncanny X-Men es una lectura entretenida pero, de momento, irrelevante. Por ahora me atrevería a colocarle la etiqueta de "Sólo para Fans", pero eso puede cambiar una vez que todos los cambios planeados entren en efecto.

Texto originalmente publicado en Comicverso

No hay comentarios.:

Publicar un comentario